A poco más de un mes de que se cumplan ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el exprocurador Jesús Murillo Karam se enfrentará por primera vez ante un juez por su responsabilidad en este caso: tras ser detenido este viernes, se prevé que la mañana de este sábado tenga su primera audiencia, en la que se le informará sobre los delitos por los que se le acusan.

Hasta la noche de este viernes, Murillo Karam se encontraba en poder de la Fiscalía General de la República (FGR) y debía ser presentado ante un juez del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte.

Se prevé que esa puesta a disposición y la respectiva audiencia ocurran a las 9:00 horas de hoy.

El exprocurador fue detenido la tarde de este viernes afuera de su casa en la Ciudad de México, informó la FGR en un comunicado. De acuerdo con la institución, no opuso resistencia al arresto y será acusado de tres delitos: desaparición forzada, tortura y delitos contra la administración de justicia.

Todos están relacionados con el rol de Murillo Karam en el caso Ayotzinapa y ameritan prisión preventiva oficiosa, es decir, que el exfuncionario deba permanecer privado de la libertad en tanto se define si se le abre o no un proceso penal.

Durante la audiencia de este sábado, una vez que los fiscales expongan los delitos que se le imputan, su defensa podrá argumentar por qué no debe ser vinculado a proceso o pedir la duplicidad del plazo legal —de 72 a 144 horas— para que se defina su situación jurídica.

El procurador de Peña Nieto

Murillo Karam fue el primer titular de la Procuraduría General de la República (PGR, hoy FGR) durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018). Ocupó el cargo desde diciembre de 2012 hasta finales de febrero de 2015, cuando fue nombrado al frente de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu).

Como procurador, encabezó las investigaciones del caso Ayotzinapa, como se conoce a la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa ocurrida el 26 y 27 de septiembre de 2014.

Desde ese cargo, Murillo Karam fue el principal impulsor de la llamada “verdad histórica”, es decir, la versión que el gobierno de Peña Nieto promovió para intentar explicar lo sucedido con los normalistas. Según esta “verdad histórica”, los jóvenes fueron privados de la libertad por policías municipales coludidos con integrantes de Guerreros Unidos, asesinados y después incinerados.

Las familias de los estudiantes y las organizaciones civiles que las acompañan rechazan esa explicación y tienen años exigiendo que se amplíen las líneas de investigación, de manera que se abarque a actores públicos como las Fuerzas Armadas.

El informe de la Comisión de la Verdad

Desde que era candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador prometió esclarecer el caso. Semanas después de asumir el cargo, su gobierno creó una Comisión de la Verdad. A la par, dentro de la FGR, Omar Gómez Trejo fue nombrado fiscal especial para la investigación de estos hechos.

Este jueves, la Comisión de la Verdad presentó su más reciente informe sobre la desaparición de los normalistas. El documento confirma que se trató de un crimen de Estado, con implicación de autoridades de los tres niveles de gobierno, aunque también advierte de fallas institucionales que permitieron la desaparición de los jóvenes y han impedido que todo se esclarezca.

Uno de los principales puntos del informe es la revelación de que el Ejército tuvo a un soldado infiltrado entre los normalistas, Julio César López Patolzin, y no hizo nada para rescatarlo. Otro consiste en que no hay evidencia de que los muchachos hayan sido llevados al basurero de Cocula, como afirmaba la “verdad histórica”, y uno más indica que los testimonios y las pruebas apuntan a que los alumnos fueron asesinados.

La detención de Murillo Karam se produjo justo un día después de la publicación del documento de la Comisión de la Verdad. Además, la FGR dio a conocer ayer que consiguió 83 órdenes de aprehensión contra mandos militares, autoridades de Guerrero y presuntos integrantes de Guerreros Unidos.

En un comunicado, las madres y los padres de Ayotzinapa señalaron la noche de este viernes que, si el proceso contra Murillo Karam es “sólido y apegado a derecho”, “podría contribuir a que empiecen a rendir cuentas las autoridades implicadas en la creación de una versión sin sustento, construida con tortura, que tanto daño hizo a las familias de los normalistas”.

 

Con información de Animal Político

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