A prueba obediencia ciega al ganso de presidenta y legisladores electos de Morena
Yo Campesino / Todopoderoso
• A prueba obediencia ciega al ganso de presidenta y legisladores electos de Morena
Miguel A. Rocha Valencia
Mientras mercados y calificadoras se ponen nerviosos ante la incertidumbre de si se debilitará el sistema legal mexicano con reforma ordenadas por el ganso de Macuspana, la candidata electa ya fue advertida de que el aún presidente no se va, sino que estará omnipresente para vigilarla y no se desvíe de “su” proyecto; además le dejará a sus hijos para que los “acomode”.
Con dichos y acciones que lo presentan como el todopoderoso de la 4T, el caudillo de Tepetitán exige que con el uso de la mayoría del Morena y aliados en el Congreso federal, se realicen las modificaciones ordenadas por él, especialmente en el poder Judicial, el INE y organismos autónomos.
Son mensajes y acciones dirigidos expresamente a la presidenta electa para que le llame o si es posible mejor lo visite hasta La Chingada, independientemente de que, cuando algo no le guste lo dirá públicamente como acostumbra, ejerciendo “su derecho” a disentir para, además, de esa forma, hacer ver quién manda. Dicen los enterados que incluso ya hubo un choque entre líder y corcholata por los efectos en la economía que pudieran traer las reformas ordenadas desde palacio nacional a los lacayos del Congreso y que el tal Mier se apresuró a decir que se aprobarían, aunque él ya no tendrá vela en ese pretendido entierro de instituciones.
Y todo porque, por un lado, la mayoría aplastante de Morena y aliados de hecho borró todo oposición y con ello posibilidad de alternancia en el corto plazo puso nerviosos no sólo a los mercados sino también a casas calificadoras como Morgan Stanley y Moody’s, así como a los 100 más grandes inversionistas del mundo consultados por el Bank of America.
Todos ellos observan con detenimiento la muy posible fragilidad del sistema judicial mexicano de darse las reformas ordenadas por el mesías tropical quien aún será mandamás al arribo de la nueva legislatura que por los dichos de Guadalupe Taddei, la morenista consejera presidenta del INE, podría tener una mayoría calificada a favor del Morena y aliados, incluso con una legaloide e insultante sobre representación.
Recodemos que precisamente fue el BofA quien a mediados del actual sexenio advirtió sobre el tema y reveló que los inversionistas vieron en el profeta cuatrotero al mayor peligro del dinero foráneo colocado de manera directa en proyectos, por eso prefirieron derivar a los papeles de deuda. Incluso la propia calificadora Moody’s rebajó la deuda documentada de Pemex que llega a los 110 mil millones de dólares y los bonos que la respaldan los convertirá en basura si se continúa apoyándolos con dinero fiscal, aunque se por “quitas” en las aportaciones que la paraestatal debe hacer a la Tesorería de la Federación por sus ingresos.
Por su parte, Morgan Stanley abandonó su visión positiva sobre las acciones mexicanas a mediados de semana precisamente ante la posibilidad de que la “líder izquierdista” entrante asuma el cargo con un “apoyo legislativo mayor de los esperado”, lo cual le daría la posibilidad de continuar la labor del actual mandatario en torno a los órganos electorales y de justicia mexicanos. No sabemos si legalmente proceda esa sobre representación en el Congreso, dice la morenista Taddei que sí y que en agosto se definirá conforme “a ley” que según dijo “nos lleva a de la mano” porque el INE no otorga cargos sino las elecciones.
Todo eso hace ver que durante el mes que le quedará al ganso intentará que el nuevo Congreso apruebe su paquete de 20 iniciativas especialmente las ya mencionadas para dejar la “mesa puesta” a su sucesora, en el entendido de que él mismo la estará supervisando en el cumplimiento de la herencia que le está dejando. Procurará que no le mueva ni un punto ni una coma, como ya lo tiene ordenado a sus súbditos.
Y para no dejar espacio a la duda, dio el banderazo para que sus hijos incursionen directamente en la política, o sea, se incorporen al gabinete de la futura presidenta y de esa forma tenga mayor incidencia en el gobierno, seguramente en aquello donde haya asignaciones de contratos pues los vástagos del ganso ya mostraron su habilidad para ese tipo de manejos especialmente con sus compadres, amigos y familiares.
A pesar de todo ello, hay quien afirma que la candidata electa tendrá un cambio, deberá deslindarse y asumir decisiones propias. Y no lo creo, sólo que la chachalaca tabasqueña quedara discapacitada porque desde su cubil allá en Chiapas, seguirá incidiendo en la vida nacional, deja muchos “clavos” puestos tanto en el Congreso como en el gabinete, cualquiera que sea, a sus hijos y ni hablar, al menos 23 gobernadores que se “la deben” a él.
El gran tema es saber qué herencia acepta el nuevo gobierno. De ello depende no sólo la estabilidad de su mandato sino también el futuro inmediato de México como hoy se le conoce. Esto es que no sólo la democracia y la separación de poderes está en juego, el sistema republicano, sino una economía que estará prendida con alfileres que a la primera provocación nos puede llevar a una crisis de consecuencias dolorosísimas.