En el blanco por Fernando Zepeda H.

*Los costos políticos que en todos los finales de sexenio aparecen. El de AMLO no será la excepción por el desgaste natural del ejercicio del poder
*La polarización que ha provocado López Obrador entre los mexicanos divide opiniones sin medias tintas. O lo rechazan o lo quieren.
*Ni la gasolina bajó a 10 pesos, ni el ejercito regresó a los cuarteles, ni se acabó con la corrupción, ni se llegó al sistema de salud de Dinamarca. Y los muertos de Covid por negligencia oficial, las grandes lozas
*En el estado, Rocha Moya habrá de pagar los costos políticos de las persecuciones contra Cuen, Estrada Ferreiro, Benítez y funcionarios de la UAS
*Los conflictos con los productores agrícolas y el abandono del sector pesquero, otros factores que pudieran incidir en la elección del 2 de junio
*¿Dónde están los candidatos de Morena?. Salvo el caso de Estrella Palacios que al parecer recorre colonias y está presente en cruceros y el del candidato a diputado Carlos Escobar, el resto ni huele ni apesta sino todo lo contrario
*Pues siempre si hubo no uno, sino dos desfiles de motos por la “Semana de la Moto”. Uno encabezado por el Alcalde Edgar González y el otro por el exalcalde Luis Guillermo Benítez
*Amena, interesante e ilustrativa charla con el siempre reconocido político Heriberto Galindo

Los costos políticos. El ejercicio del poder desgasta. Y tarde que te temprano se cobra factura. El sexenio de López Obrador termina el 1 de octubre. Y las facturas políticas que habrá de pagar están por cobrarse el 2 de junio, fecha en la que se llevará a cabo las votaciones para renovar Presidente de la República, elegir 128 senadores, 500 diputados federales, ocho gubernaturas y una jefatura de gobierno. También habrán de elegirse 31 congresos estatales y se elegirán mil 808 nuevos alcaldes. Se vaticina una elección complicada. Y las muestras las está dando.

Salpicadas por la violencia y la violación flagrante de las leyes electorales principalmente por el Presidente López Obrador, la elección del 2 de junio permitirá conocer si los mexicanos están dispuestos a seguir como hoy están o deciden por un cambio. López Obrador llegó con una importante aprobación de los mexicanos que acudieron a votar en la elección del 2018. Grandes expectativas se crearon. Muchos fincaron sus esperanzas en Morena y su candidato presidencial. Creyeron a pie juntillas sus promesas. Que el Ejercito volvería a los cuarteles. Y nada. Al contrario, el Ejercito hoy no solo está en las calles haciendo el trabajo que les corresponde a las autoridades civiles y las principales áreas que opera el Gobierno Federal fueron entregadas a las fuerzas armadas.

Aeropuertos, Aduanas, Migración y las obras simbólicas del actual sexenio como son Dos Bocas, Tren Maya y el nuevo Aeropuerto. López Obrador les apostó a las fuerzas armadas. Sus razones tendrán. Pero ni Dos Bocas, ni el Tren Maya están concluidos. Y del nuevo aeropuerto no hablar, resultó todo un fracaso. El sistema de salud en México no se convirtió como el de Dinamarca. El IMSS sigue siendo el mismo, pónganle el nombre que quieran, como “Bienestar”. Fracasó el Insabi que pretendió suplir el Seguro Popular que ordenó cancelar López Obrador. Y lo más grave que seguirá por siempre a este sexenio, el mal manejo de la pandemia que costó más de 800 mil vidas y que un estudio reciente menciona que por lo menos unas 200 mil se perdieron por negligencia. Aquellos arrebatos de López Obrador de rechazar el Covid con amuletos. O la expresión del nefasto Hugo López Gatell de que el Presidente “no se contagia por su fortaleza moral”, hoy a la distancia se pueden convertir en elementos para imponer sanciones.

En México no hay medias tintas cuando se trata de definiciones de apoyo político. Quienes apoyan a Morena y quienes la rechazan. De esa polarización se encargó el propio Presidente que se dedicó y lo sigue haciendo a dividir a los mexicanos. Las facturas políticas en este y en todos los demás sexenios que han pasado se cobra y se cobran bien.

En Sinaloa con apenas dos años y cinco meses de la actual administración encabezada por Rubén Rocha Moya, las divisiones, confrontaciones, denostaciones y persecución política han estado siempre presentes. Rocha Moya se encargó de iniciar un duro pleito con el líder del Partido Sinaloense Melesio Cuen. Del odio al amor los separaba un quiebre. Y terminaron después de haber recorrido de la mano todo el estado en la elección del 2021. Fue como ver peleados a Batman y Robin. Se decían Rocha Moya y Cuen hermanos. Y vea en qué pararon.

El conflicto que parece no tener fin con la Universidad Autónoma de Sinaloa que sin tener bola de cristal pronosticamos que seguirá en todo este sexenio. Y que decir de la forma tan burda en la que fueron utilizadas las instancias que supuestamente son “autónomas” como el Congreso del Estado, La Fiscalía General de Sinaloa y la Auditoría Superior de Sinaloa, para perseguir, acusar y poner contra la pared a dos adversarios políticos del Gobernador, a los hoy exalcaldes de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro y al de Mazatlán Guillermo Benítez. También habría que agregar a Melesio Cuen y funcionarios de la UAS. Un poder con el que llegó a la gubernatura Rocha Moya y que a punto está de cambiar si hay una sacudida electoral.

Rocha Moya se equivocó en la operación que desató contra la UAS. Se equivocó en la forma en que hizo a un lado a Estrada Ferreiro y al Quimico. Se equivocó por igual en su pleito contra Cuen que hoy la mayoría de los sinaloenses la ve y califica como “un pleito personal”. La investidura del Gobernador la arrojó por los suelos cuando él mismo se puso a la cabeza de todos estos conflictos. ¿O no escucha a sus asesores o simplemente carece de oficio político?. Otros hablan a soto boche de asuntos relacionados con la edad. No sabemos.

Lo cierto es que, a estos problemas creados por el mismo Gobernador, habría que sumarle las inconformidades de los productores agrícolas y de quienes están en el sector pesquero. No hay dadivas que superen la posibilidad de permitirle a las personas trabajar para lograr su sustento diario. El panorama político no es como lo pinta el gobierno. Y se complicará más si la mayoría de los electores salen a ejercer su voto. Que voten por quien quieran. Pero que voten.

¿Dónde están los candidatos de Morena?. Poco o casi nada se sabe de las actividades que están desarrollando los candidatos de Morena. Tanto a diputados federales, como a diputados locales y aspirantes a las alcaldías. Pareciera que están “nadando de muertito”. Creen que están en la elección del 2018, cuando los electores sin pensarlo y mucho menos meditarlo, “votaron todo Morena”. Creen que volverán a votar por ellos por el simple hecho de ser de “Morena”. Y otros hasta van por la reelección como si hubieran hecho algo por los sinaloenses de cada uno de sus distritos y municipios. Bien lo dijo Paloma Sánchez candidata de oposición al Senado. “Ni un solo chicle motita trajo Imelda Castro a Sinaloa”.

Imelda de Morena ahora busca reelegirse como Senadora. Por cierto, cargo del que no se retiró y sigue cobrando como Senadora aún estando en campaña. Hay diputados que buscan la reelección por Morena que ni los conoce la gente. ¿Así sería su desempeño?. Y otros que buscan un cargo y que no son identificados. Hoy en campaña los alcanzan a conocer porque portan logos de Morena. Ese es el caso de la candidata a la alcaldía de Mazatlán Estrella Palacios. Y lo decimos con todo respeto. Si esto fuera un concurso de belleza, claro que estaría en la mejor posibilidad de ganar. Pero se trata de una elección popular. Vaya ni siquiera una elección en la UAS.

A diferencia de algunos que “nadan de muertito”, habría que reconocer que Palacios se le ve en cruceros y en colonias. Pero se percibe más dinámico y con mayor presencia al candidato a diputado local Carlos Escobar.

Anarquía oficializada. Pues resulta que no solo hubo uno, sino dos “desfiles” de motos con motivo de la celebración de la “Semana de la Moto” en Mazatlán. Uno encabezado por el Alcalde Edgar González que se le vio acompañado por su esposa. Este que fue más que nada un “desfile” de celebración de uno de los clubes locales de motociclistas.

Y el otro que estuvo encabezado ni más ni menos que por el exalcalde y actual candidato a diputado local por el PT Luis Guillermo Benítez. Habría que decir que los organizadores de la Semana de la Moto adelantaron que no habría desfile. No explicaron los motivos. Pero eso sí, lo dijeron en las puertas del despacho del Alcalde luego de un encuentro con él. Y ahora resulta que el propio Alcalde encabeza uno de los dos desfiles. ¡Pues de que se trata!.

Heriberto Galindo forever. Platicar con don Heriberto Galindo es siempre grato. Además de aleccionador. El jueves por la noche tuvimos la oportunidad de platicar de todos los temas con nuestro apreciado Heriberto.

Siempre un hombre informado, analista y sobre todo que habla con claridad y de manera directa de todo, particularmente de los asuntos políticos. Prepara nos dice un libro de memorias. Sin duda será interesante. Buena platica salpicada con ricos sushis.

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