Mañana es un día de gran celebración: Se festeja a la Santa Cruz, a los admirables albañiles, y a Cruz Manuel Barreto Gaspar, el locutor más longevo y activo de Eldorado.

De niños jugábamos al trompo,  hecho de madera en casa, y a mano. No había dinero para comprar uno de manufactura. Le poníamos un clavo para que bailara. Era una obra de arte.

Ahí aprendimos la palabra “Charrascas”. Nos referíamos a que el trompo tenía la punta desgastada, bien maltratada, brincaba por el tierregal. En cambio, cuando estaba bien afilada y suavecita la parte de abajo del clavo, le decíamos “Sedita”, hasta se quedaba “Dormido”.

“Charrasca” se le llama también a las quijadas del burro o del caballo, y en Perú existe un instrumento musical de percusión con ese nombre.

Reapareció el miércoles anterior nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador en un mensaje grabado para hablar sobre su estado de salud, y contó la historia del “Charrascas”.

Era bravucón “El Charrascas”. Un día lo retaron a un duelo en Peralvillo. Nombró a un padrino para que lo representara y fijara lugar, hora y condiciones para la pelea. Se tomó el acuerdo, pero nuestro personaje no quiso enfrentarse, le sacó al parche.

Mandó entonces a su padrino a comunicar a sus adversarios a que el duelo no se realizaría: “Dice ‘El Charrascas’ que no hay pelea, que no viene. Es más, que lo den por muerto”.

Así dice López Obrador que le ha ocurrido a él. Lo han dado por muerto varias veces, por covid, infartos y derrames cerebrales, “Pero no, acá seguimos dando la pelea y de frente, no  como “El Charrascas””… ¡Qué golpe tan duro!…

Con información de El Debate

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *