AMLO embronca a la futura presidenta

DOMINGRILLA

AMLO embronca a la futura presidenta; los llantos de Noroña; Aflojan presión a Cuen, pero no a sus colaboradores.

FRANCISCO CHIQUETE

Las dosis de gabinete que ha aplicado la virtual presidenta electa habían funcionado, pero este fin de semana el peso se cayó como no había ocurrido desde el 2020, en el arranque de la pandemia. No sólo son factores internos: la política monetaria de EEUU le pegó a nuestra divisa, pero en algo influyen las incertidumbres que genera la atípica sucesión presidencial que se vive en México.
El Wall Street Journal, periódico odiado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, publica un análisis sobre la posibilidad de que el mandatario siga gobernando “tras el tinglado”, y de que su gira de despedida sea en realidad una demostración de poder. Asevera que hay inversionistas que temen esta tesis, lo mismo que la oposición.
De la oposición no extraña, ese es su papel y su deseo: golpear al presidente al menos en sus últimas semanas de gobierno, para vengar un poco seis años en que los mantuvo a raya. Pero que exista ese ánimo entre inversionistas sí puede ser muy significativo.
López Obrador dice a diario que ya se va, que no acudirá a ningún evento ni se dejará ver, por lo que ni siquiera usará aviones comerciales para viajar de su finca en Chiapas -La Chingada- a la Ciudad de México, donde estarán de manera fija su esposa y su hijo menor, pero a tres meses de irse, sigue tomando decisiones fundamentales y como dice el WSJ, le fija la agenda a la presidenta.
El gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum enfrentará situaciones muy complicadas en la economía, como se ve con los Precriterios Hacendarios que el actual y futuro secretario de Hacienda mandó a la Cámara de Diputados. Sin anuncios espectaculares, el documento reduce de cinco puntos a tres el déficit fiscal del 2025. Es una buena noticia para los seguidores de la disciplina macroeconómica, pero a la vez hace preguntarse de dónde saldrán los recursos para la operación del gobierno, y el sostenimiento de los programas sociales.
La doctora Sheinbaum ya mostró confianza en que no habrá problemas, porque el año próximo bajan las exigencias financieras de las grandes obras del presidente, pero resulta que Dos Bocas, la famosa y encarecida refinería tabasqueña, no ha sido terminada y no lo será de aquí a octubre. Ni siquiera de aquí a diciembre, y habrá que seguirle inyectando dinero para conseguir que funcione,
En su primera gira conjunta por el sureste del país, el presidente dio la buena nueva: el proyecto es que el tren maya se extienda a Centroamérica, “para que comparta los beneficios con nuestros países hermanos. Si el trazo original no ha sido terminado y todavía requiere de grandes capitales, la ampliación hacia la frontera sur traerá nuevas exigencias. Y si nos ponemos guapos e invertimos para ayudar a aquellos gobiernos en sus respectivos tramos, la situación se pondrá grave.
En esa misma gira Sheinbaum anunció que si no se termina, como no se va a terminar el tren interoceánico, ella retomará el proyecto. Por supuesto, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles sigue costando en su operación porque casi nadie viaja a través suyo (ni el presidente, que sólo ha ido ahí de visita) y la Aerolínea Mexicana de Aviación sigue endeudándose para conseguir más aviones, cuando todavía no llena los pocos que tiene.
El caso es que la presión económica va a continuar y el nuevo gobierno ya no tendrá la facilidad que tuvo el actual, para gastar casi dos billones de pesos más de lo que le ingresará a lo largo del año (dos millones de millones de pesos).
¿Y LOS AUMENTOS?
Y luego viene la presión social. La pensión de adultos mayores que entregaba Enrique Peña Nieto estaba en mil 160 pesos bimestrales, para la población de 60 y más, que no tuviese una pensión del IMSS o del ISSSTE u otras instituciones públicas. López Obrador elevó la edad a 65 y más, pero enriqueció el monto hasta dos mil 550 pesos bimestrales, y lo aplicó de manera universal, para pensionados, pobres, ricos; en 2020 subió un poco, a dos mil 620; en 2021, año electoral, volvió a subir, ahora a tres mil cien pesos bimestrales; en el 2022, a tres mil 850; en el 2023, hasta cuatro mil 800, más el tempranero anuncio de que en 2024, año electoral, la prestación se iría hasta la cifra mágica de seis mil pesos bimestrales, que está en vigor.
Así también se han movido las becas a estudiantes, los apoyos a jóvenes construyendo el futuro (cuyo fracaso reconoce el propio gobierno, pero lo mantiene); el sembrando vida, el apoyo a discapacitados.
Es un ritmo constante al que ya se acostumbraron los beneficiarios, que por otra parte, enfrentan una real pérdida del poder adquisitivo a causa de la inflación y la persistente necesidad de pagar sus consultas médicas y sus medicinas, porque Dinamarca no termina de llegar a nuestras colonias populares.
La doctora Sheinbaum no ha hecho ningún anuncio en estos renglones. Sólo empujó por su compromiso de hacer justicia con un apoyo a las mujeres de sesenta años, que por edad no alcanzan aún la pensión de adultos mayores. ¿Cuánto tardará en apretar la presión social de estos sectores de la población?
EL GABINETE 2.0
La primera comalada del próximo gabinete presidencial fue muy exitosa. Cada nombre fue recibido con aprobación y los mercados reaccionaron positivamente, lo mismo que el tipo de cambio, aunque sólo lo haya hecho con timidez. De eso se trataba: la gente del dinero estaba preocupada por el anuncio presidencial de que la reforma judicial se hacía porque se hacía durante mes de septiembre, en cuanto se dispusiera de la mayoría calificada y antes de acabar el sexenio.
Fueron dos pésimas señales: se acaba la Corte como hoy la conocemos, con una inminente pérdida de autonomía; y se mantiene el mando de López Obrador. El relevo presidencial no traerá ningún cambio. El peso se volvió a caer.
Fue bueno que no apareciese ningún personaje controvertido del morenismo en la lista de Claudia. La segunda parte no fue tan espectacular, pero también fue bien recibida. Sigue la duda por supuesto, de áreas tan sensibles como Gobernación y Seguridad, o la de Bienestar, que jugó un papel tan importante en el éxito electoral.
El otro aspecto muy notorio es el que deja entrever el Wall Street Journal: los recorridos conjuntos de AMLO y Claudia no parecen una entrega del mando, sino una reafirmación de quién tiene la autoridad y la simpatía popular. ¡Cuidado!
LOS LLANTOS DE LLOROÑA
Todo ha ido bien dentro de Morena. Los fundamentalistas todavía no se desesperan porque no los han llamado. El pastel sigue siendo grande como para que muchos alcancen y la fortaleza de López Obrador les da confianza en que no serán olvidados.
Incluso hay quienes razonan la necesidad de presentar una cara diferente sin que ello signifique que se abandona la ide original de la Cuarta Transformación, que lo de Continuidad con Cambio es sólo un maquillaje temporal. Para eso ganaron como ganaron.
(En Sinaloa pasó algo así cuando Juan Sigfrido Milán ganó la elección de gobernador: tras la dura contienda interna por la candidatura priísta, JSM empezó a llamar a colaboradores cercanos del rival Lauro Díaz Castro, garantizando la unidad. Los millanistas puros entendieron que debían aguantarse en pos del bien superior, que era el triunfo. Cuando arrancó el gobierno, los lauristas eran muchos adentro y más todavía los millanistas afuera, por lo que se empezaron a explicar que todo sería temporal. Pero como cantaba Chalino Sánchez, entonces de moda, “ya se fueron las nieves de enero/ y llegaron las flores de mayo/ ya lo ves me he aguantado a lo macho/ y mi amargo dolor me lo callo.)
Pero ahora ya apareció el primero que no se calló su amargo dolor.
Gerardo Fernández Noroña se levantó a gritar que no era justo lo que le estaban haciendo: el compañero presidente decidió quiénes competirían por la candidatura y ofreció los puestos de compensación para los perdedores. El segundo lugar coordinaría al Senado, pero el segundo fue Marcelo y le regateó en triunfo a Claudia, de modo que no estuvo en condiciones de ser el coordinador. Siendo él, Noroña, el tercer lugar, esperaba que le cayese la coordinación y no fue así, pero tampoco le cayó un lugar en el gabinete, como ofreció el compañero presidente. Le duele que esa coordinación senatorial se la den a Adán Augusto López, porque quedó debajo del quejoso y además, Ricardo Monreal, que quedó todavía más abajo, será coordinador de los diputados.
Y encima el desaire: los puesos ofrecidos eran para los integrantes de Morena y Noroña no lo es. Es de primera, es muy querido, pero es del PT y ni siquiera milita en el PT, dijo AMLO. El puchero debe haber sido más grande que el ancaboronamiento, como escribe Catón.
Por supuesto, dice que no va a romper ni hará escándalos, que se va a quedar donde lo dejen, por lo pronto como “senador de a pie”, pero insiste en dejar constancia de la injusticia.
Eso sí, le disgustó mucho cuando Pepe Cárdenas le refirió un meme en que se decía “Noroña está como los perros de rancho: los sueltan cuando hay bronca y los amarran cuando hay fiesta”.
¿Se imagina usted el efecto que generaría un personaje como Noroña encabezando a la Cámara de Senadores, o en una secretaría de Estado? Naturalmente él no quiere ver que por su propia personalidad como gatillero verbal es impresentable para otras tareas que no sean las de la pendencia, pero técnicamente tiene razón. Inesperadamente para la dirigencia y para el público, tuvo más apoyos que Adán Augusto, cuya carísima campaña, su uso de las estructuras gubernamentales y su cercanía con López Obrador parecían generarle mejores condiciones. Y luego ganarle a Ricardo Monreal también es notorio, aunque el zacatecano ya estaba quemado porque quiso ponérsele al brinco al presidente y al final tuvo que ir a lamer suelas.
Otro meme le cambió acertadamente el nombre, de Gerardo Fernández Noroña a Lloroña.
TODOS PIERDEN
Como por arte de magia, el Congreso del Estado decidió no combatir el amparo obtenido por la UAS contra la nueva Ley de Educación Superior, lo que da un triunfo importante al grupo de Héctor Melesio Cuén quien por lo pronto se quita una amenaza de quienes pretenden arrebatarle el mando de la institución.
Nadie ha querido explicar a qué se debe este cambio de actitud. Ni siquiera el gobernador, cuya principal característica es que su pecho no es bodega, y suele soltar hasta las situaciones más incómodas que lo llevan a decidir contra sus posiciones iniciales.
Esta victoria cuenista llega cuando el gobernador está en su plenitud política: arrasó en las elecciones federales y locales. Aunque a diferencia de hace tres años perdió cinco municipios, se llevó todos los distritos electorales federales y si no se llevó los 24 distritos locales es porque interesadamente compartió seis con el Partido Verde, lo que le permitirá obtener además tres curules plurinominales para una sobrerepeesentación de escándalo. Y el profesor Manuel de Jesús -Many- Guerrero Verdugo, todavía quiere una cuarta, que por cierto sería suya.
¿Cómo entonces puede Rocha renunciar a lo que ha sido una de sus metas más acariciadas?
Acaba de decir que ni el presidente lo ha instruido para hacerlo, ni la secretaria de Gobernación le ha tocado el tema. Eso sí: se acoge a lo que dijo el presidente, que se pueden llegar a acuerdos, pero no perdonar la corrupción, de modo que Rocha disfruta advirtiendo que el rector suspendido Jesús Madueña Molina y el encargado de Rectoría, Robespierre Lizárraga Otero, tendrán que seguir enfrentando los juicios que los entretienen desde hace tiempo.
Si Rocha se va sin descuenizar a la Universidad Autónoma de Sinaloa, habrá sufrido una derrota política de gran magnitud; si Cuén, aún conservando el mando universitario, no puede rescatar a sus dos principalísimos colaboradores y subalternos, habrá perdido un round también de enormes dimensiones, aunque por supuesto, gana la sobrevivencia. Y la plataforma de 70-90 mil votos que le dé esperanza de volver a er candidato a gobernador.
LÁSTIMA
Hay quienes no saben entender la dinámica de las sociedades y se indignan cuando alguien, aunque para ellos sea una turba, los contradice. Lo curioso es que su reacción para recobrar la impolutez es meterse a los lodazales para tratar de lavarse la cara mientras pretenden ensuciar la de otros. Lástima por ellos.