AMLO: SE AGUDIZAN PROBLEMAS Y SE SOSTIENE LA POPULARIDAD TODO CONTRA ESTRADA FERREIRO Y EL QUÍMICO BAILE Y BAILE
DOMINGRILLA
AMLO: SE AGUDIZAN PROBLEMAS
Y SE SOSTIENE LA POPULARIDAD
TODO CONTRA ESTRADA FERREIRO
Y EL QUÍMICO BAILE Y BAILE
FRANCISCO CHIQUETE
Inflación, inseguridad, problemas muy serios con la salud y un ambiente de crispación que según muchos especialistas puede hacer estallar una problemática social, forman parte del paquete que parece ir en complot contra el presidente, pero su carisma, la amplia derrama de recursos económicos a la población en general y la esperanza que no termina de perderse, son la contraparte que sigue ganando la batalla por la nación.
Este mes se alcanzó una inflación sin precedentes en casi veinte años. La gente se irrita cada vez más al regresar de las compras, especialmente de alimentos, pues aunque el índice inflacionario general anda por el 7.75 por ciento, el de los productos indispensables, sobre todo la comida, anda por el doce por ciento.
Pero contra lo que pudiera esperarse, la gente no culpa al presidente y en muchos casos lo exculpa expresamente. Y no es porque sepan que se trata de un fenómeno importado de la economía mundial o porque cualquiera entienda que después de los confinamientos generados por la pandemia, la cadena productiva del mundo se trastocó. No, es solamente que el ciudadano común y corriente insiste en creer que Andrés Manuel López Obrador sí está haciendo bien las cosas, no como los anteriores: “el PRI robó más”.
Es cierto que cada vez es más elevado el porcentaje de quienes creen que hay un mal gobierno o malas decisiones respecto de problemas fundamentales, pero todavía no hay una tendencia para el cruce de caminos entre los que apoyan y los que desaprueban.
La polémica tan fuerte provocada por el rechazo a la Ley Bartlett, las reformas constitucionales sobre la producción de energía eléctrica, muestra el grado de irritación del presidente y su partido. Traidores a la patria dicen una y otra vez de quienes finalmente sólo tomaron una decisión que se encontraba encuadrada en las funciones legalmente establecidas de los diputados.
En Morena se dicen plenamente convencidos de la indignación popular por el rechazo ocurrido en la Cámara, y piensan que el pueblo en masa se va a volcar en reclamos y sobre todo en votos en contra en las elecciones de este año, las del 2023 y sobre todo las del 2024. Pero la verdad es que en la calle se sigue con atención la rispidez del debate, las acusaciones tipo “traidores a la nación”, señalamientos de corrupción, de ineficiencia, pero no hay una atención específica sobre el asunto de la electricidad y su manejo, especialmente porque ninguno de los contendientes llegó realmente al fondo del asunto, de suerte que los detalles creíbles están al alcance sólo de los especialistas y los informados.
Lo que sí está provocando esta rispidez es que el ambiente de confrontación escale poco a poco y pase de los círculos políticos a la población en general, donde los matrimonios, los hermanos y los amigos discuten acremente sobre lo bien o lo mal que a juicio de cada quien, está la marcha del gobierno.
En Sinaloa ya no se trata sólo de enfrentamientos verbales entre miembros de diferentes corrientes, sino de actos muy cercanos a hechos negativos.
Esta semana, por ejemplo, el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Sergio Torres Félix daba su acostumbrada perorata semanal contra el gobernador Rubén Rocha Moya y contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando apareció una persona equipada con una manta que gritaba consignas contra el propio Torres Félix, a quien señalaba como corrupto.
El hombre no llevaba ni un solo documento que probara sus dichos y ni siquiera elaboraba una lista de acciones concretas de las que se desprenda esa posibilidad, iba simplemente a reventar la conferencia de prensa. Los señalamientos del dirigente naranja son también acusaciones generales que el personaje no se siente obligado a probar; si acaso son opiniones sobre temas o decisiones de otros, pero pese a esa liviandad, evidentemente ya causaron escozor en el equipo gobernante o entre sus apoyadores. A decir de la gente de Movimiento Ciudadano, el detractor de Sergio Torres es parte del equipo político que comanda Feliciano Castro, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.
YA SACARON LA PISTOLA
¿LA IRÁN A UTILIZAR?
El propio Congreso aparece por cierto como parte muy actuante en otra manifestación de la violencia como medio para dirimir las diferencias. Se decidió ahí dar paso al proceso para determinar si se somete o no a juicio político al presidente municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro.
Los enfrentamientos entre el munícipe y el gobernador Rocha Moya han sido muchos y abiertos. A nadie escapa además que si alguien es cercano al gobernador, es el encargado del control político en la Cámara de Diputados, quien ya ha sido señalado públicamente por el propio Estrada, quien hasta el momento, con todo y sus necedades, no ha incurrido en nada que aconseje el uso de tamaño instrumento legal.
En las leyendas del viejo oeste destaca el consejo de pistolero a pistolero: jamás desenfundes tu arma si no la vas a utilizar.
Estrada Ferreiro es necio e irritante como el solo, y está generando los pretextos legales necesarios para que se le enfrente con la figura del juicio político, pero no ha incurrido en una falta escandalosamente grave, como la responsabilidad de una o varias muertes por malas decisiones, o el robo descarado de recursos oficiales. Incluso sus desobediencias a disposiciones legales o judiciales, cuentan con respaldos leguleyos pero reales, que se dirimen en los tribunales.
Hay quienes piensan que todo este circo se arma con la idea de colocar contra la pared a Estrada Ferreiro y obligarlo a negociar para que adopte una mejor actitud, pero si esto es cierto, se pierde de vista que el alcalde es un tozudo de primera y que menos aceptará rendirse bajo presión; si la Corte le da la razón en sus alegatos, quienes lo enjuicien estarán haciendo el ridículo; los tiempos están demasiado confusos como para que el partido en el gobierno se dé el lujo de guerras intestinas. Y si al final de todo Estrada Ferreiro se alza con la victoria, su reacción será peor que la actitud actual.
Si en realidad piensan desaforarlo y retirarle el cargo, estarán resolviendo el problema de matar a una mosca zumbona que les molesta, utilizando un cañón Berta dentro de una oficina (para usar un ejemplo anticuado, pero muy gráfico).
Entonces, concluye uno, si así se tratan entre la clase política, si así se tratan incluso entre ellos ¿Qué se puede esperar de la lucha entre contrarios?
OTRA VEZ DE MODA
Nuevamente está de moda la vieja gracejada en que dos personas, afuera del Congreso, escuchan voces que gritan señalamientos muy fuertes: ¡corrupto! ¡Entreguista! ¡vendepatrias! ¡Lambiscón! ¡ladrón! Y así por varios minutos. Escucha, dice uno de los que están fuera: se están peleando los diputados. No, le corrige el otro: están pasando lista.
EJERCER LA AUTORIDAD
O DISFRUTAR LA FIESTA
El viernes anterior, los mazatlecos presenciamos con estupor una sucesión de hechos cuya intensidad no tenía precedentes.
Si bien la noche del jueves nos parecieron risibles los videos compartidos en redes sociales en que el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres aparecía vestido de biker, o bailaba con jóvenes asistentes a la inauguración de la semana de la moto manejando con libertad caderas y caderazos, a la mañana siguiente hasta las burlas cambiaron.
Por principio de cuentas un restaurante de mucho prestigio fue escenario de una desbandada porque hombres armados se metieron a privar de la libertad a un joven. No hubo reporte oficial, pese a las decenas de testigos que incluso hablaron de patrullas cercanas en el momento de los hechos. Más tarde empezaron los accidentes, cada uno más bestial que el anterior y finalmente, por la noche, el asesinato de un motociclista en un atentado directo del que por supuesto, no hay detenidos ni perseguidos visibles.
El gobierno municipal renunció a la potestad del orden. Bajo la idea de que se trata de un evento turístico de muy alto impacto, sobre todo económico y de proyección, se retiró todo tipo de vigilancia. No había agentes de tránsito en todo el paseo costero, de modo que los motociclistas pudieron hacer maniobras, carreras, arrancones, caballitos y sobre todo alcanzar velocidades que costaron vidas.
Tampoco se vieron patrullas de las corporaciones policíacas, mucho menos de la guardia nacional, a pesar del grave antecedente de semana santa, cuando se denunció el levantón y desaparición de tres jóvenes procedentes de Monterrey, involucrando a una patrulla municipal.
¿Y las autoridades? ¡bien, gracias! El más visible fue el presidente municipal, Luis Guillermo Benítez Torres, quien ajeno a todo asomo de realidad, siguió con la fiesta, en medio de una marabunta en que no faltó ni la champaña, ni las comilonas ni las curvas. Sin explicar nada, sin comprometerse a nada, dejó que las cosas siguieran y campante, encabezó desde un triciclo motorizado el desfile anual de las motos, cumpliendo quizá el sueño juvenil vivido desde el viejo Cine Reforma, donde se estrenó allá por 1968 o 1969, la película The Born to Lose (nacidos para perder).
Muchas fueron las voces que exigieron se suspendiese la Semana de la Moto, y aunque la gravedad de los hechos parecía dar autoridad a quienes reclamaban, la verdad es que se trata de un evento demasiado grande como para acabalo de un momento a otro. Es mucha la derrama económica, son muchos los intereses.
Una autoridad eficaz, interesada en conducir adecuadamente a su comunidad, podría establecer reglas (ya vigentes, y determinadas en las leyes y reglamentos) en lugar de entregarse a la dolce vita. Claro que eso reduciría la asistencia, pero tengamos la certeza de que sería una reducción menor, y sobre todo, se excluirían aquellos que sólo vienen al desmadre, no a la convivencia y el disfrute de su pasatiempo, que es a lo que viene la mayoría.
Pero no, aquí lo que importa es eldisfrrute vital de un señor de setenta y más, que se siente adolescente.