Alguien tiene que decirlo

Samuel Sarmiento

 

AMLOFEST, nada que celebrar

El Presidente de la República, quien se ha convertido en “el Rey de los Informes” con 17 informes y contando, celebró este 1 de julio el AMLOFEST edición 2023, en un culto a la personalidad que lo eleva a dimensiones casi religiosas y sagradas, al más puro estilo de cualquier Dictador comunista.
Pero, la gran pregunta que los ciudadanos deberíamos hacernos es: ¿realmente hay algo que celebrar?
López Obrador prometió que la economía mexicana crecería al 6% cada año, pero la realidad es que estamos creciendo 0.2% promedio anual.
Prometió que no habría crisis económicas y en el 2020, enfrentamos la peor crisis de los últimos 90 años, expresado así, no por la oposición, sino por el propio Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Prometió un sistema de salud como Dinamarca y eliminaron el Seguro Popular e implementaron el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que fue un total fracaso, al grado que ellos mismos lo eliminaron, y como consecuencia colateral, por el pésimo sistema de salud, más de 330 mil personas han perdido la vida por el Covid-19.
Prometió la creación masiva de empleos permanentes y bien pagados, pero la realidad es que hoy, el 70% de los trabajadores mexicanos no puedan comprar la Canasta Básica.
Prometió acabar con la pobreza, y hoy, por el mal manejo de la economía, 4 millones de mexicanos de clase media pasaron a situación de pobreza.
Prometió que en 6 meses acabaría con la violencia y que retiraría al ejército de las calles, y hoy, tenemos el sexenio más sangriento de toda la historia de México.
Prometió que la gasolina costaría a $10 y la realidad es que el precio aumentó a $23 el litro, lo que golpea la economía familiar y presiona al alza la inflación.
Prometió acabar con la corrupción y la impunidad, pero según el Índice de Percepción de la Corrupción, México se ubica en el lugar 126 de 180 países. Somos uno de los países más corruptos de América Latina, sólo superado por Haití, Nicaragua y Venezuela.
El ejemplo más claro de corrupción es SEGALMEX con más de 15,000 millones de pesos de desvíos de recursos y fraudes, señalados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Para el campo, prometió Precios de Garantía y a los maiceros les ofreció $7,000 por tonelada, pero la realidad es que SEGALMEX estableció una estrategia de comercialización que protegió a sólo 2 millones de toneladas de maíz a un precio de $6,965 y dejó en la incertidumbre y ante la voracidad de los compradores a 4 millones de toneladas, es decir, 2/3 partes de la producción que se están rematando a precios entre $4,800 y $5,000 por tonelada.
Prometió créditos a los productores, pero eliminó la Financiera Nacional, una institución que era un ejemplo en dispersión y recuperación de crédito con enfoque social.
Prometió apoyos para el campo, pero hoy los productores de 21 estados del país están a punto de quebrar por los bajos precios internacionales, el aumento de los costos de producción y la falta de apoyos del Gobierno Federal.
Además, mientras que el Presupuesto de Egresos de la Federación ha crecido 57% del 2018 al 2023, los recursos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) todavía no alcanzan al presupuesto que tenía SAGARPA en el 2018.
La realidad es que para quienes nos informamos con datos e indicadores y no con las mañaneras, López Obrador está en la ruta de convertirse en “el peor Presidente de la historia de México”.

Por eso, le pregunto estimado lector: ¿hay alguna meta o indicador que celebrar? o simplemente el AMLOFEST ¿es un culto a la vanidad del Presidente?

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