La intención del Gobierno federal de alcanzar la autosuficiencia alimentaria se aleja cada vez más, pues el consumo nacional va al alza y las cosechas de algunos importantes granos básicos a la baja, lo que llevó a que en los primeros cuatro meses del año el País marcara un nuevo récord en la compra de granos en el extranjero.

Las menores crecimientos en cosechas surgen no obstante la bolsa de casi 27 mil millones que pesos de apoyos asistencialistas que el Gobierno abrió desde el 2019 a pequeños productores para que, a través del programa Precios de Garantía, elevaran la oferta de granos básicos.

“Frente a la mayor demanda interna, es lamentable que no aumente la producción de granos”, expuso Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

“Pero es derivado en parte por los problemas que hemos tenido de la sequía, pero principalmente de políticas de apoyo mal definidas. La demanda se está cubriendo con importaciones, que cada vez marcan nuevos récords”.

 

De acuerdo con un análisis de GCMA, con base en cifras del SAT, en el primer tercio del 2021 las importaciones totales de cereales, frijol y oleaginosas sumaron 13.3 millones de toneladas, 11 por ciento más que las del mismo periodo del año pasado.

Esas compras implicaron el pago de una factura 51 por ciento mayor, no sólo por el volumen adicional, sino también por el encarecimiento que sufrieron los precios internacionales de estos insumos.

El volumen importado estuvo impulsado principalmente por las compras de maiz, que crecieron 15.7 por ciento, a 5.9 millones de toneladas, nivel no visto para un primer cuatrimestre de año.

El maíz, el trigo y el frijol son algunos de los granos que el Gobierno está impulsando a través de Precios de Garantía, pero en lugar de que las cosechas estén creciendo, van a la baja.

En el caso del primero, de enero a abril pasados su producción registró una baja de 2 por ciento respecto a la del mismo lapso del 2020.

Con base en ello, a las proyecciones de cosechas del 2021 y al mayor consumo nacional, GCMA estima que la seguridad alimentaria de México en maíz bajará este año 5 puntos porcentuales, al 61.2 por ciento.

En cuanto al trigo, las compras al extranjero aumentaron casi 6 por ciento, mientras que la producción nacional bajó 6.1 por ciento y GCMA proyecta que la seguridad alimentaria en este alimento bajará del 45.5 por ciento en el 2020 a 39.9 por ciento en este año.

Del frijol, las importaciones subieron 135 por ciento, a 99 mil toneladas, y la producción cayó 3.7 por ciento, sin embargo GCMA estima que las cosechas nacionales descenderán 13.9 por ciento al cierre del 2021.

“El programa Precios de Garantía a pequeños productores se debe revisar y acompañar de paquetes tecnológicos que aumenten la productividad, rentabilidad e ingreso de los productores, se debe también regresar los programas de fomento a tecnología, innovación y uso de semillas híbridas”, sostuvo Anaya.

 

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