Aumento al Salario Mínimo, un espejismo para el 90% de los trabajadores
Alguien tiene que Decirlo
Samuel Sarmiento
Según la Ley Federal del Trabajo, el salario mínimo es la cantidad menor de dinero que debe recibir una persona por una jornada de trabajo de 8 horas y debe ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de una familia en lo material, social y cultural, así como proveer la educación obligatoria de los hijos.
Cabe señalar que, aunque el anuncio del aumento al salario mínimo lo hace el Presidente de la República, la realidad es que quienes tienen el mérito de las negociaciones, cabildeos y acuerdos son los integrantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
En este sentido, la semana pasada, el Presidente anunció un aumento del 20% al salario mínimo, que entrará en vigor a partir del 1ero de enero del 2024 y que será de $248.93 el salario mínimo general y de $374.89 en la frontera.
Con este aumento, los trabajadores del país ganarán como mínimo $7,572 mensuales, eso representa $1,262 adicionales y en la frontera, el salario mínimo quedará en $11,403 mensuales, un aumento de $1,900.
Eso significa que, durante este sexenio, el salario mínimo se ha incrementado 182%, al pasar de $88.36 diarios en el 2018 a $248.93 en el 2024. Mientras que, con Enrique Peña Nieto, el salario mínimo se incrementó 42% y con Felipe Calderón y Vicente Fox, el aumento fue del 28%.
Por otro lado, la inflación acumulada durante el actual sexenio ha sido del 28.5% y la inflación en alimentos, es decir, el incremento de los precios de la canasta alimentaria ha sido del 46%.
Si comparamos el aumento del 182% del salario mínimo, con el aumento de la inflación general o de los alimentos, a primera vista podríamos pensar que hay un aumento del salario real en favor de los trabajadores y de los consumidores, pero no es así, por lo siguiente…
El salario mínimo es sólo una referencia, que a lo mucho beneficia a 6 millones de trabajadores de los 59.4 millones de trabajadores del país, eso quiere decir que, para más de 53 millones de trabajadores, que representan el 90% de la fuerza laboral, el aumento del salario mínimo es sólo un espejismo que ven a la distancia, pero que en nada los beneficia.
Además, el aumento del salario mínimo fomenta el desempleo y la informalidad, ya que, para las micro y pequeñas empresas, que generan más del 70% de los empleos en el país, los aumentos del salario mínimo significan mayores costos de operación, restándoles competitividad y atentando contra su supervivencia.
Ante esta situación, las Mipymes optan por reducir su planta laboral formal y en su lugar, contratan trabajadores informales, es decir, sin prestaciones laborales, seguro social, aportaciones a vivienda ni retiro.
O en su caso, aumentan los precios de sus bienes y servicios, generando más inflación, lo que impacta a todos los consumidores.
Asimismo, los aumentos del salario mínimo han sido el resultado de las presiones de Estados Unidos y Canadá, con quienes tenemos un Tratado de Libre Comercio y quienes alegan “dumping salarial”.
En conclusión, es con inversión productiva y no con Decretos, como se reduce la pobreza y se mejora la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, es decir, con la atracción de inversiones nacionales y extranjeras, que soliciten, capaciten y paguen mano de obra especializada de alto valor.
Por eso, le pregunto estimado lector, ¿conoce a algún trabajador que en los últimos 5 años le hayan aumentado el sueldo en 182%, tal y como ha sido el aumento del salario mínimo? yo no…