Chiapas vive una guerra entre cárteles por afán de poder, lamenta monseñor Rodrigo Aguilar
Monseñor Aguilar Martínez reveló que la situación en Chiapas es incierta, con lugares concretos con riesgo para entrar a cualquier hora del día.
La violencia que se vive en Chiapas es producto de una guerra entre cárteles, señaló monseñor Rodrigo Aguilar Martínez.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula el obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas refirió que los hechos delictivos están generalizados en el estado, pero también se focalizan en algunos municipios.
Es una guerra entre cárteles por afán de poder, y como Chiapas es un estado fronterizo y que resulta ser camino para la droga, para la trata de personas, entonces quien tenga el poder de estos territorios es para beneficio de sus grupos”, refirió.
Monseñor Aguilar Martínez reveló que la situación en Chiapas es incierta, con lugares concretos con riesgo para entrar a cualquier hora del día y algunos en los que el peligro es de noche.
En el caso de San Cristóbal de las Casas, expuso, predomina lo económico, el poder y el control, dejando de lado la convivencia sana y humana.
Era una población muy tranquila y muy pacífica, y ya no está siendo así. Hay momentos en que parecería que no sucede gran cosa, pero hay balaceras aquí y allá”, indicó.
Por ejemplo, dijo el obispo, el grupo de Los Motonetos ha estado presente en la región desde hace varios años, pero tras él han surgido otros que han captado la atención de grupos más fuertes.
Abundó que los pequeños grupos locales son captados por los grupos poderosos a nivel nacional, que están en búsqueda del dominio de territorios.
Es captar personas para su provecho. Les ofrecen negocio, pero a vender su libertad; sí tienen que someterse a los criterios del grupo”, lamentó.
Como Diócesis, insistió monseñor Rodrigo Aguilar, se esmeran en construir la paz con justicia, verdad y libertad auténtica. Subrayó en que “es posible sembrar paz aunque parece que vence la violencia y el terror”.
No queremos perder la esperanza en que estos valores sean los que predominen en las familias y a su vez las familias construyan paz alrededor.”
Con información de López-Dóriga Digital