El Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), que atiende a los estudiantes que viven en las regiones más rezagadas del país, pagó 128 millones de pesos a empresas que ni siquiera fueron localizadas en su domicilio o no entregaron la totalidad de los productos requeridos como uniformes, materiales educativos y cubrebocas durante 2020.

Estos pagos irregulares representa 30% de los 425 millones de pesos revisados por la  Auditoría Superior de la Federación (ASF) del presupuesto del programa “Educación inicial y básica comunitaria”, que tenía el objetivo de “contribuir a que las niñas, niños y adolescentes de localidades de alta y muy alta marginación o rezago social concluyan cada uno de los niveles de educación inicial y básica comunitaria. Así como garantizar apoyos económicos a las figuras educativas y útiles escolares a los alumnos”.

Los contratos se entregaron durante la administración de Cuauhtémoc Sánchez Osio, director del Conafe destituido por presuntamente favorecer a compañías con más de 400 millones de pesos en contratos, y acusado penalmente de acoso laboral.

Como parte de la tercera entrega del Informe de Cuenta Pública de la Auditoría Superior de la Federación, publicado este domingo, el organismo determinó “un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal” por “no reintegrar a la Tesorería los recursos que fueron registrados como gastados sin la recepción de los bienes contratados con diversos proveedores y recursos falta de aclaración de gasto que suman 128 millones 334 mil pesos”.

Por ejemplo, se presume un daño al erario por 48 millones de pesos del contrato firmado con la empresa Mujeres Insurgentes por México, S.A. de C.V. el 25 de noviembre de 2020 para la adquisición de uniformes escolares: hasta 280 mil 236 playeras tipo polo para niña y hasta 287 mil 402 piezas de playeras para niño.

La representante legal dijo a la Auditoría que “hasta el momento la empresa no ha recibido recursos públicos federales a la fecha actual, correspondientes al ejercicio fiscal 2020”. Mientras que el almacén central del CONAFE “generó una Nota de Entrada de Almacén sin contar con la remisión correspondiente y sin que hayan ingresado los bienes”.

Esto significa que el Conafe no adquirió los bienes, pero tampoco “realizó el reintegro a la Tesorería por 48 millones 595 mil pesos que fueron registrados como devengados, sin contar con la evidencia de la recepción de los bienes durante el ejercicio 2020”.

Otro caso más ocurrió en plena pandemia, cuando el Conafe hizo una contratación por 2 millones 800 mil pesos para comprar hasta medio millón de cubrebocas para niños y maestros, que debían ser entregados en un plazo de 48 horas en los estados prioritarios como Chiapas, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán.

Mientras que en 72 horas debían recibirlos los estados no prioritarios, como Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Morelos, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala y Zacatecas; en ambos casos, contadas a partir de la notificación de adjudicación, el 13 de mayo de 2020.

 

Aunque en el contrato se estableció la obligación de que el pago se realizaría solo hasta que el Conafe confirmara la recepción en tiempo y forma, “el CONAFE no proporcionó el documento donde conste el visto bueno” de haber recibido los cubrebocas, pero aún así pagó la totalidad del contrato el 22 de mayo de 2020.

Durante la revisión del gasto, la ASF acudió al domicilio, pero “no fue localizado el proveedor en dicho domicilio fiscal. Posteriormente, se identificó un segundo domicilio fiscal en el cual tampoco se encontró al proveedor”.

La Auditoría tampoco localizó en el domicilio registrado a la empresa Cid & Cid, S.A. de C.V., que debía entregar 696 mil 639 morrales para niños por 7 millones 878 mil pesos. El Conafe sí pagó el monto, aunque no hubiera prueba de la adquisición de los artículos.

Con la empresa Punto Europeo, S.A. de C.V., el Conafe hizo un contrato el 25 de noviembre de 2020 por 41 millones de pesos para comprar uniformes escolares que consistía en hasta 117 mil 527 faldas de mezclilla para niña y hasta 283 mil 819 piezas de pantalón para niño.

Sin embargo, “el Conafe no proporcionó las remisiones de la entrega de los uniformes escolares en los almacenes de las Entidades Federativas, ni tampoco realizó el reintegro a la Tesorería por 41 millones 965 mil pesos”, advierte la auditoría.

 

Grupo Papelero Gutiérrez, S.A. de C.V. debía entregar útiles escolares y material para el aula del Conafe, con fecha límite de entrega del 10 de septiembre de 2020; pero no entregó la totalidad de los solicitado.

Pese a ello, “el Conafe no informó de las penas convencionales aplicadas al proveedor Grupo Papelero Gutiérrez, ni acreditó haber realizado el reintegro por 6 millones 565 mil pesos a la Tesorería derivado de la diferencia entre los pagos realizados y la documentación comprobatoria proporcionada”.

Solarimex Desarrollo y Soluciones a Comercios Mexicanos, S.A. de C.V. debía entregar 2 mil 25 paquetes de instrumentos médicos por un costo total de 182 mil pesos, pero tampoco hay evidencia de entrega.

 

Con información de Animal Político

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