Consumo privado acelera el ritmo; crece más de lo previsto en septiembre
El consumo de bienes importados tuvo un crecimiento de 1.8 por ciento mensual en septiembre.
El consumo privado en México ganó fuerza en septiembre y apunta a una mayor fortaleza al cierre de año, sustentado en el desempeño del mercado laboral, las remesas y el crédito.
Avanzó 0.8 por ciento mensual, su mejor dato en cinco meses, con un comportamiento que podría extenderse incluso en el 2024, de acuerdo con los analistas.
Este rubro se vio impulsado por los bienes, componente que mostró un avance de 1.2 por ciento, desde una contracción de 0.3 por ciento, al tiempo que el consumo de servicios incrementó 0.5 por ciento, luego de tres meses con avances moderados.
En tanto, se observó que el consumo de bienes importados tuvo un crecimiento de 1.8 por ciento mensual en septiembre, que, si bien es sólido, marcó una desaceleración desde el 3.6 por ciento del mes previo.
Respecto a septiembre, pero del año pasado, el IMCP mostró un crecimiento de 5.0 por ciento, su mejor dato en ocho meses y con el que sumó 30 meses con datos positivos.
Alejandra Marcos, directora de análisis y estrategia en Intercam Casa de Bolsa, estimó que durante el último trimestre del año el consumo se va a mantener fuerte, no solo por la temporada de promociones, sino también porque hay fundamentales que le dan solidez.
Identificó como los factores detrás de la fortaleza a “las remesas, un México en pleno empleo, los programas sociales, y una inflación que ha continuado en el camino de desinflación con mejores condiciones de precios en general”.
Analistas de Citibanamex señalaron que la fortaleza del mercado laboral ha sido una de las principales razones que le han permitido al consumo expandirse con solidez.
Para Banorte, es probable que el consumo se acelere hacia finales del año, ante las ganancias salariales una aceleración en las remesas, y los préstamos al consumo.
“Es probable que el consumo en noviembre sea muy positivo, con una derrama significativa de distintas promociones como El Buen Fin, Black Friday y Cyber Monday, por mencionar algunas. Tras esto, las compras de fin de año y otras rebajas probablemente consolidarán el dinamismo el resto del 2023″, apuntaron.
Seguirá resiliente
En el corto plazo el panorama del consumo privado luce positivo ante los bajos niveles de desempleo, sin embargo, se avizora un escenario de debilidad a medida que la actividad económica se modere, dijo Ángel Huerta, analista de Ve por Más.
“Por un lado, la desaceleración que se tiene prevista para la economía en los próximos trimestres restará fuerza al mercado laboral y a la confianza de los consumidores. La inflación iría cediendo a un ritmo menos marcado y se mantendría relativamente elevada”, dijo Huerta.
En este sentido, analistas de Deutsche Bank apuntaron que si bien el consumo será resiliente en el futuro, eventualmente tendrá una caída gradual ante la reversión de la tendencia del gasto de los hogares.
“Un debilitamiento gradual del mercado laboral y la desaceleración del crecimiento de las remesas pesan sobre el impulso brindado por el aumento de los ingresos reales”, indicó la institución financiera.
Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs, señaló que un crédito al consumo firme, el incremento del salario mínimo, una inflación moderada y un contexto firme en el mercado laboral deberían ofrecer cierto apoyo a la demanda interna.
Salario, el catalizador
Pese a los factores que podrían restar fuerza en los próximos meses, Alejandra Marcos, consideró que el consumo va a mantener la tónica positiva y hacia el 2024, junto con la inversión, van a ser los principales factores que expliquen la actividad económica y en el que el PIB llegue a crecer entre 2.2 y 2.4 por ciento.
Banco Base estimó que este año el consumo privado crezca 4.3 por ciento y sin descartar que siga su ritmo al alza, “pues se espera que el incremento al salario mínimo del 20 por ciento para 2024 aprobado en diciembre de este año incentive a los consumidores mexicanos”.
De hecho, en el acumulado enero-septiembre el consumo reportó un avance de 4.0 por ciento, aunque por debajo del 5.9 por ciento del mismo periodo del 2022, según cifras originales.
Los bienes importados acumularon un crecimiento de 17.3 por ciento, lo que sería su mejor comportamiento desde el 2000, si se excluye el rebote de 33.4 por ciento del 2020. Mientras que los bienes y servicios nacionales reflejaron un avance de 1.7 por ciento.
Con información de El Financiero