Paúl Chávez

Todo el mundo es sabio… una vez ocurrido el evento. ¿Tus estrategias no consiguen dar el salto o el cambio deseado?

Esto requiere atenderse.

El país ha cambiado drásticamente lo que obliga a innovar y a planear estratégicamente de otra forma. En ello va el futuro de tu negocio. Hacerlo como antes no responde a las nuevas señales que vivimos. Hay un nuevo juego con un nuevo pitcher que lanza con la zurda, asesorado con equipos adversarios de nuestro socio principal, lo que hace peligrar el T-Mec, además Trump juega como manager.

Ahora es buen momento.

Nos quedan 40 días incluyendo las fiestas; el país va por un declive que presentará mayores desafíos, requerimos nuevos ojos para descubrir nuevas oportunidades. Se les da más peso a las dificultades, a las cosas, que a la forma en cómo las vemos, ¿Cuál crees que sea más importante? Gracias a tu percepción tomas decisiones y arriesgas.

En el diagnóstico de las fortalezas, debilidades, oportunidades y en la revisión de las tendencias, hay una trampa invisible que puede ser muy peligrosa para definir las estrategias, justo porque no se ven ni se huelen: son los sesgos cognitivos.

Cuidado con ellos.

Los métodos más avanzados de análisis proyectivos no garantizan detectarlos, si te encantan las nuevas metodologías ten en cuenta algo que quizás no hayas advertido: un sistema sólo producirá resultados creados por ese sistema, o sea, esos lentes caros no te permiten ver todo el panorama, nada suple la flexibilidad de enfoque. Además, y aquí está el detalle, hay otras razones claves, por más información actualizada que tengas, detectarlos depende a nuestro juicio de 4 factores epistemológicos de otro nivel:

1. Elevar el nivel de conciencia, o sea, que te des cuenta que te das cuenta, para detectarlos y advertirlos; 2. Otro más inusual, salirte de la pecera para que la veas de lejos, se dice fácil pero es posible, tenemos técnicas; 3. Creatividad en el planteamiento de enfoques y de los problemas, los nuevos problemas requieren nuevos enfoques; y 4. Innovar la manera de planear y de tomar decisiones estratégicas, en la cultura empresarial hay sesgos inadvertidos.

Un asesor externo experimentado puede captar estas cuatro condiciones justo porque no está contaminado. Esto explica en parte por qué tus estrategias no consiguen dar el salto o el cambio deseado: partieron de viejos vicios que no se corrigen por estar acostumbrados, especialmente los que afectan la sinergia del grupo.

Patadas debajo de la mesa.

Incluso los conflictos departamentales, las luchas de poder, acaparar al exponer, el exceso de confianza, culpar a otros, sabotean subrepticiamente los buenos análisis y las proyecciones que hagas; la gente a la hora cuida más su pellejo que decir la verdad.

Un sagaz director de pronto sorprendió a sus ejecutivos en una larga junta semanal preguntándoles “¿Qué es la verdad?” Todos callaron sorprendidos, “es lo que nunca me van a decir aquí”. El miedo también sesga. Las viejas mañas impiden renovarse, por eso “el vino nuevo se echa en odres nuevos”.

A toro pasado y la incertidumbre.

Por otro lado sintetizar el presente es difícil por no abarcar ni saber de la multiplicidad de variables, cuáles incidirán en lo deseado; y las sorpresas. Es más fácil explicar el pasado… cuando se conoce. Además, por más aguda que sea la capacidad de observación, siempre habrá algo que se escapa o que no se ponderó bien. El acierto no puede asegurarse por mejores métodos matemáticos usados; las predicciones del futuro son eso, predicciones.

¿Qué afecta los sesgos?

Acompañando a dueños y directores nacionales y extranjeros detectamos 10 factores que afectan los sesgos, por razones de espacio no los incluimos, los resumimos:

1. Los sesgos influyen en la percepción, en el razonamiento y en los procesos, ellos se encuentran en la frontera de los paradigmas, influyen en ellos y son influidos por estos; los saltos vienen al detectar los paradigmas, de otro modo harás más de lo mismo con nuevas variantes, 2. La costumbre dificulta valorar lo inédito, 3. Las creencias permiten ver lo que se espera y no ver lo que no se cree. 4. No captarlos por ser demasiado obvios y 5. Sorpréndete: por tu dominancia del hemisferio cerebral izquierdo o derecho, en efecto, para unos es natural ver lo que los otros ni idea, muchos directivos han hecho cambios sorprendentes al conocer su Dominancia Cerebral porque descubrieron lo que no se habían imaginado, además la mayoría no es como cree que es.

Las repercusiones prácticas:

No haber ponderado en su momento las serias consecuencias del primer Culiacanazo en las estrategias de crecimiento fue un error que ha cerrado empresas, este fue un parteaguas nacional donde el narco se impuso rompiendo las reglas. El segundo Confirmó el terrorismo. Esperar a que las cosas se normalicen ya no será como antes. El país ya cambió drásticamente, muchos no lo han asimilado: estamos ante una dictadura en ciernes que se irá endureciendo, la democracia ya es historia.

Resultados: inversiones inmobiliarias sin vender, otras cerrando, cambios en el consumo, el transporte, los crecientes cobros de piso, éxodo, más de 37 mil ricos se fueron a España y a Portugal (Forbes). Pero hay nuevas oportunidades para los más sagaces.

Se trata de invertir bien las canicas y cuidar mucho las que quedan. Nuestra Metodología Prudencial ha ayudado a empresas a dar saltos en sus estrategias, con cautela y creatividad, viendo la pecera y el entorno.

Solicita una consulta gratis, escríbenos: paulchavez@gmail.com

$!Los sesgos son invisibles al principio.
Los sesgos son invisibles al principio.

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