De “La Perris” a “El Gavilán”: Ellos son los operadores de Los Chapitos que han sido asesinados
Al menos ocho operadores de alto perfil de Los Chapitos han sido asesinados en medio de la guerra interna del Cártel de Sinaloa.
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La estructura de Los Chapitos, facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, enfrenta su mayor crisis interna en más de una década. Desde mediados de 2024, una escalada de violencia en Sinaloa y otros estados ha desatado una serie de asesinatos, traiciones y capturas que han golpeado a la organización en su núcleo operativo y financiero.
En ocho meses, al menos ocho operadores de alto perfil han sido asesinados en circunstancias que van desde enfrentamientos con fuerzas armadas hasta emboscadas ejecutadas por grupos rivales, principalmente La Mayiza, célula asociada a la familia de Ismael “El Mayo” Zambada.
A esto se suman las filtraciones internas, las traiciones de figuras clave y una guerra soterrada por el control de rutas, recursos y lealtades en el estado de Sinaloa.
La muerte más reciente, registrada el pasado 23 de mayo de 2025, fue la de Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias La Perris, antiguo jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar. El 27, como también es conocido, fue abatido por Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano en Navolato. Su caída selló un capítulo de traiciones internas que ya había costado la libertad y, en algunos casos, la vida a varios de sus antiguos compañeros.
A continuación, un repaso cronológico de los operadores de Los Chapitos asesinados en este periodo de conflicto de lado de La Chapizza.

Juan Carlos, conocido como El Comandante Coco, fue líder del grupo armado Los Ranas, uno de los brazos operativos más cercanos a Los Chapitos en Culiacán. Murió el 9 de septiembre de 2024 durante un violento enfrentamiento registrado en la colonia La Campiña y sus alrededores, en medio de la guerra interna contra la facción de La Mayiza, encabezada por Ismael Zambada Sicairos, alias El Mayito Flaco.
Durante el tiroteo se localizaron tres vehículos abandonados con impactos de bala, rastros de sangre y una cubeta con ponchallantas artesanales: un Kia Río blanco, un Chevrolet Aveo gris y un Nissan Sentra color plata. La intensidad del combate paralizó sectores del sur de la ciudad y se extendió hasta la sindicatura de Costa Rica.
El Comandante Coco fue hallado sin vida, con múltiples impactos de bala. Vestía pantalón de mezclilla azul, camiseta negra y una capucha oscura. Una fotografía difundida en redes sociales lo muestra ya sin signos vitales, con una mujer llorando junto a su cuerpo.
De acuerdo con reportes locales, Juan Carlos tenía aproximadamente 32 años y habría sido el sucesor de Luis Alfonso Murillo Acosta, alias El Güero Ranas, jefe de seguridad de la familia Guzmán asesinado en 2016. Su ascenso al mando de Los Ranas lo colocó como una pieza clave en la estructura de seguridad y contrainteligencia de Iván Archivaldo Guzmán.
Marco Antonio Sánchez Muñoz, <i>El Bob Esponja</i>

Marco Antonio Sánchez Muñoz, conocido como El Bob Esponja, fue un presunto operador logístico de Los Chapitos, especializado en el transporte de droga y vinculado directamente a Fernando Pérez Medina, alias El Piyi, de quien era compadre. Operaba principalmente en Culiacán, Sinaloa, donde fue asesinado el 23 de enero de 2025.
Su cuerpo fue encontrado en el fraccionamiento Villa Bonita, al sur de la ciudad. Presentaba signos visibles de tortura, estaba esposado, con el rostro cubierto y con múltiples impactos de bala. Junto a él fue dejado un narcomensaje en una cartulina blanca.
Horas antes de su asesinato, circuló un video en redes sociales donde se le ve esposado, con la camisa rota, visiblemente golpeado e interrogado por presuntos integrantes de La Mayiza, grupo rival de Los Chapitos. En la grabación, El Bob Esponja confesó trabajar para Los Chapitos, identificarse como compadre de El Piyi y participar en actividades de logística y seguridad. Mencionó a varios integrantes del grupo, incluidos Kevin 29, El Pelón, El Facundo, William y El Chava Acme, así como a La Perris.
Mario Alberto Jiménez Castro, <i>El Kastor</i>

Mario Alberto Jiménez Castro, alias El Kastor, fue un operador financiero de alto perfil de Los Chapitos, señalado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos como uno de los principales lavadores de dinero del Cártel de Sinaloa mediante el uso de criptomonedas. Se le atribuía la recolección de fondos provenientes del tráfico de fentanilo en Estados Unidos y su conversión en activos digitales para ser enviados de regreso a México.
El gobierno estadounidense ofrecía una recompensa de un millón de dólares por información que condujera a su captura, acusándolo específicamente de lavado de dinero derivado del tráfico de drogas, principalmente fentanilo, hacia territorio estadounidense.
El 2 de febrero de 2025, fue asesinado en Calimaya, municipio del Estado de México, cuando se encontraba en la colonia San Andrés Ocotlán, dentro del fraccionamiento Villas San Fernando. Una cámara de seguridad captó el momento en que un hombre encapuchado cruzó la calle, se acercó y le disparó a quemarropa, para luego huir en un vehículo Sedán color vino, donde lo esperaba un cómplice.
Cuando llegaron las autoridades, El Kastor ya no presentaba signos vitales. Su cuerpo quedó boca abajo con heridas de bala en el torso, y junto a él se halló una licencia de conducir expedida a nombre de Gerardo Castro Medina, con domicilio en la colonia Las Vegas de Culiacán, expedida el 26 de abril de 2024, lo que sugiere que se encontraba operando bajo una identidad falsa.
Era cuñado del influencer sinaloense Jesús Miguel Vivanco García, alias El Jasper, quien también fue asesinado el 23 de noviembre de 2024 en Culiacán.
Juan Luis Castro Morales, <i>El Gavilán</i>

Juan Luis Castro Morales, alias El Gavilán, fue jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar y uno de los principales encargados de la logística y protección directa del líder del grupo criminal. Su liderazgo se consolidó tras el autoexilio de Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias La Perris, en octubre de 2024, cuando este último comenzó a ser perseguido por las autoridades y se refugió en zonas rurales.
El Gavilán era originario de Culiacán, Sinaloa, nacido el 12 de diciembre de 1990, y al momento de su muerte tenía 34 años. Antes de ocupar el cargo máximo de seguridad, trabajó como operador directo de El 200 (Kevin Alonso Gil Acosta) y de El 300 (Karim Elías Gil Acosta), todos integrantes de la misma estructura armada al servicio de Iván Guzmán.
Su imagen se volvió conocida por tatuajes distintivos: en los nudillos tenía inscritas las siglas GDIA (Gente de Iván Archivaldo), y en los brazos, un tatuaje de un arma y el número 200, en alusión a su antiguo jefe.
Su figura trascendió al mundo criminal a través de narcocorridos, especialmente “El Gavilán” y “El Gavilán II” de Peso Pluma, y “Si no quieres no” de Luis R. Conriquez y Netón Vega. En las letras se hacía referencia a su lealtad, táctica militar, uso de vehículos blindados y vida de lujo: “A mí sí me mandan los Guzmanes, les hago un cagadero en caliente”, dice uno de los versos.
De acuerdo con Milenio, El Gavilán fue abatido el 6 de enero de 2025 durante un enfrentamiento con Los Rugrats, brazo armado de La Mayiza, en el fraccionamiento Fovissste Diamante, en Culiacán. Según fuentes de inteligencia, Iván Archivaldo ordenó ocultar el asesinato para evitar desmoralización y deserciones dentro de sus filas. Incluso, se aseguró que el cadáver de El Gavilán fue preservado en un congelador improvisado durante varios días, antes de ser entregado discretamente a una funeraria local.
El clan de los Elenes

Noel Elenes Higuera y Eonofre Valdez Elenes eran operadores de Los Chapitos pertenecientes al clan de los Elenes, una red familiar señalada desde 2017 por el gobierno de Estados Unidos por su participación en el tráfico de metanfetamina, cocaína y heroína, así como en operaciones de lavado de dinero.
Ambos fueron asesinados el 22 de abril de 2025 en Culiacán, Sinaloa, cuando se trasladaban en una camioneta RAM negra por el sector La Conquista, en el fraccionamiento Pradera Dorada. Fueron emboscados por sicarios que dispararon desde otro vehículo en movimiento. Tras el ataque, su camioneta se impactó contra un poste de alumbrado público. Cerca del lugar, se localizó un Honda abandonado con impactos de bala, presuntamente usado por los agresores.
Según reportes de la DEA y el Departamento de Justicia de EE.UU., El Juri y El Cofre formaban parte de una estructura criminal familiar que operaba en ambos lados de la frontera, especialmente en Los Ángeles, California, donde facilitaban cargamentos mediante cuentas bancarias en Wells Fargo y Bank of America.
Ambos estaban implicados en el uso de dispositivos Blackberry y códigos cifrados para coordinar operaciones desde México hacia Estados Unidos, principalmente a través del puerto de entrada de San Ysidro.
Eonofre Valdez Elenes, alias El Cofre, también era conocido como Manny Silva. Era parte del núcleo familiar de los Cázarez Elenes, parientes directos de Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, hija de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Uno de los miembros de la familia, Édgar Cázarez, está casado con Alejandrina desde 2020.
El asesinato de El Juri y El Cofre ocurrió pocas semanas después del asesinato de Jorge Cázarez Elenes, alias Koki (25 de marzo de 2025), y fue interpretado como una escalada directa en la guerra interna dentro del Cártel de Sinaloa, en la que la familia Zambada busca desmantelar redes financieras de Los Chapitos.
Eleazar Pulido Landeros, <i>Delta 10</i>

Eleazar Pulido Landeros, conocido como Delta 10, fue un jefe operativo del grupo armado “Los Deltas”, una célula de sicarios al servicio de Los Chapitos que operaba en el norte del país, principalmente en el estado de Sonora. Su muerte fue confirmada el 23 de mayo de 2025, cuando su cadáver fue localizado por autoridades en una zona desértica del municipio de Pitiquito, una región conocida por los enfrentamientos entre organizaciones rivales del narcotráfico.
Delta 10 era considerado uno de los principales operadores criminales en la región noroeste de Sonora y contaba con órdenes de aprehensión por homicidio calificado con alevosía y ventaja, así como por asociación delictuosa. Su nombre figuraba en la lista de objetivos prioritarios tanto del gobierno estatal como de agencias federales.
Según la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES), Delta 10 fue identificado como uno de los autores materiales del asesinato de Nicholas Douglas Quets, un exmarine estadounidense asesinado el 18 de octubre de 2024 cerca de la carretera Altar-Pitiquito. El caso provocó tensión diplomática entre México y Estados Unidos. Tras el asesinato, las autoridades ofrecieron una recompensa de 500 mil pesos por información que llevara a su captura.
La muerte de Delta 10 marcó la disolución práctica de la célula de Los Deltas, según informó la FGJES.
Jorge Humberto Figueroa Benítez, <i>La Perris</i>

Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias La Perris o El 27, fue uno de los operadores más violentos, temidos y cercanos a la cúpula de Los Chapitos.
Nacido el 2 de septiembre de 1989 en Culiacán, Sinaloa, La Perris inició su carrera delictiva con la facción de Los Dámaso, pero tras la caída de El Licenciado y la entrega de Mini Lic a EEUU, se pasó con Los Chapitos, integrándose al brazo armado conocido como Los Ninis.
Se convirtió en el jefe de seguridad personal de El Nini y luego en coordinador de protección y logística armada de Iván Guzmán, al grado de ser considerado uno de los hombres con más información operativa dentro de la organización.
Participó activamente en el Culiacanazo del 2019. También se le atribuye su presencia en la guerra entre Los Chapitos y Los Rusos en Tepuche (2020), donde presuntamente participó en la ejecución de sicarios del grupo rival.
En abril de 2023 fue incluido en una acusación formal en Estados Unidos junto a Iván, Ovidio y Alfredo Guzmán. En ese documento se le señala como responsable de actos de tortura, incluyendo experimentos con fentanilo inyectado en víctimas secuestradas. En septiembre de 2023, el Departamento de Estado de EEUU lo sancionó, y desde entonces, la DEA ofrecía una recompensa de un millón de dólares por información que llevara a su captura.
En 2024, tras la captura de El Nini, La Perris asumió un mayor control de las operaciones de seguridad de Los Chapitos. Sin embargo, en el último trimestre de ese año fue desplazado por el avance de fuerzas federales, lo que lo llevó a buscar un cambio de bando.
Como parte de esa negociación, traicionó a Iván Archivaldo Guzmán, filtrando a las autoridades la ubicación de al menos cuatro de sus operadores más cercanos. Estas acciones debilitaron gravemente el entorno de Iván y acentuaron la ruptura interna de Los Chapitos.
El 23 de mayo de 2025, La Perris fue abatido por Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano durante un operativo en la colonia Ciudades Hermanas, en Navolato, Sinaloa. Se encontraba en una vivienda de un piso, color rojo, con doble salida para facilitar la huida. Durante el ingreso, hubo detonaciones de arma de fuego, pero el Ejército actuó “en legítima defensa”, según confirmó Omar García Harfuch.
Con información de Infobae