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Los llamados megaproyectos no derivan en desarrollo, sino que “son sólo los corredores comerciales abiertos para que el crimen organizado tenga nuevos mercados”, dijo el capitán Marcos en un comunicado titulado Adagios, difundido la noche de este jueves 15 de agosto.

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- El capitán Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), reapareció de nuevo en la escena pública a semanas de que concluya el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. En los últimos días ha lanzado cuatro comunicados para criticar los megaproyectos, los desplazamientos, la violencia del crimen organizado, las desapariciones y el quehacer político de la derecha y de la izquierda progresista.

Los llamados megaproyectos no derivan en desarrollo, sino que “son sólo los corredores comerciales abiertos para que el crimen organizado tenga nuevos mercados”, dijo en un comunicado titulado Adagios, difundido la noche de este jueves.

Afirmó que “la disputa entre cárteles rivales no es sólo es por el tráfico de personas y drogas, es sobre todo la disputa por el monopolio del cobro de piso en lo que se mal llama ‘Tren Maya’ y ‘Corredor Transístmico”.

Y es que expuso que como “a los árboles y animales no se les pueden cobrar cuotas, en cambio sí a las comunidades y a las empresas que se asienten en esa otra inútil frontera en el sureste mexicano”; con ello, “se asegura así el crecimiento de las guerras por el control territorial, en las que estará ausente el holograma del Estado Nación”.

El líder zapatista sostiene que a “partir del criterio de que la violencia de lo que llaman ‘Crimen Organizado’ es una anomalía del sistema, no sólo es falso, también impide entender lo que sucede (y obrar en consecuencia). No se trata de una irregularidad, sino de una consecuencia. El objetivo es consensuado: el Estado quiere un mercado abierto (‘libre: de intrusos -o sea de pueblos originarios-), y los otros quieren el control de un territorio”.

Expone: “a imagen y semejanza de lo que se dio en llamar Capitalismo Monopolista de Estado, en el que el Capital esperaba que el Estado creara las condiciones para su implantación y desarrollo, ahora se trata de lo que los militares llaman una ‘maniobra de pinza’: ambos –Estado y Crimen Organizado-, atenazan un territorio, lo destruyen y despueblan, y luego entra el gran Capital a reconstruir y reordenar.

“Mienten quienes dicen que hay una alianza entre los gobiernos y el crimen organizado. Así como no hay alianza entre una empresa y sus clientes. Lo que hay es una simple -aunque costosa- operación mercantil: el Estado ofrece una ausencia y el cártel en cuestión ‘compra’ esa ausencia y suple la presencia del Estado en una localidad, región, zona, país. La ganancia es mutua entre vendedor y comprador, la pérdida es para quienes sobreviven en esos lugares. ‘Quien paga o presta, manda’, es el añejo aforismo que ‘olvidan’ los analistas y los científicos sociales’”.

En cuanto a lo que se llama el “Crimen Organizado”, añadió, “el Estado y el Capital hacen un cálculo equivocado (es usual): suponen que el empleado se va a sujetar a lo convenido. Y no que va a operar por su cuenta”.

Marcos relata que así “pasó con el aliento y creación de grupos paramilitares, que, como estaban formados por indígenas, se pensaba que se podían controlar. Después de todo, se trataba de personas ignorantes y manipulables; entonces vino Acteal”.

Por eso refirió como Las Abejas de Acteal, describen que la matanza de 1997, con su crueldad y la impunidad consiguiente, fue sólo el preludio de la pesadilla actual. “El Estado piensa que los del llamado Crimen Organizado son sus sirvientes y van y vienen según se les indique o se le obligue. Por esa creencia es que se llevan las sorpresas que padecen”.

El jefe zapatista lanza la pregunta: ¿Por qué en un estado federativo militarizado por 30 años, ahora florecen los cárteles y sus enfrentamientos con el beneplácito gubernamental de quienes invadieron el suroriental estado mexicano de Chiapas, alegando que evitaban así la ‘balcanización’ de la república? Sí, parece que el territorio mexicano está más fragmentado que nunca”.

La fosa clandestina que se llama México

El pasado 8 de agosto en un texto que llamó: un pico y una pala; de la solidaridad, la empatía y la valentía, Marcos señaló que en “la fosa clandestina que se llama México” y “la monstruosidad de un sistema, se ha creado otra ocupación: la de madre buscadora”, labor que llevan a cabo cientos de mujeres por todo el país es “la más terrible, angustiante, penosa y anacrónica de todas las ocupaciones”, que hay en México.

“En los gobiernos ha pasado ya todo el espectro político electoral, todas las banderas electorales, todas las siglas partidarias y la presión de buscadora crece”.

Las buscadoras, acentuó Marcos, “no solo buscan a sus ausentes, también buscan la vergüenza, la dignidad y la humanidad que se perdieron con un puesto gubernamental, un renglón en la tabla Excel del pago en nómina por claudicaciones”.

Señaló que, “las personas desaparecidas, su actualidad y la indiferencia que provocan arriba, son la prueba contundente de que la frivolidad y el cinismo son virtudes en el quehacer político de la derecha… y de la izquierda progresista”.

El indigenismo en México, una simulación: EZLN

El 2 de agosto en un escrito titulado: Supongamos, sin conceder, el líder del EZLN se suma a la campaña por la liberación del indígena chol José Díaz Gómez, base de apoyo zapatista, quien fue liberado dos días después. Dijo que “el indigenismo en México es una simulación. Todos los sistemas de justicia modernos son irreformables, pues se basan en un supuesto que la realidad desmiente cotidianamente, porque quien paga, manda”.

“Supongamos, sin conceder, que su pueblo originario de usted, su lengua, su cultura, su modo, pues, es el chol, pueblo de raíz maya, que habita en los surorientales estados mexicanos de Chiapas, Tabasco y Campeche. Que, como todos los pueblos originarios, usted ha sufrido desprecios, racismo, injusticias, golpes, engaños y burlas –además, claro, de desapariciones forzadas, encarcelamientos, violaciones y asesinatos–, sólo por ser quien es: un indígena chol”.

Recomenzamos

El uno de agosto, el capitán Marcos lanzó el primer comunicado en el que critica la violencia, los desplazamientos y los megaproyectos de la Cuarta Transformación. Marcos usó líneas del poema “Romance Sonámbulo”, de Federico García Lorca, donde deja entrever una intención de regreso. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?”.

Hizo alusiones al viento, enalteció fortaleza desde donde dijo encontrarse: “las montañas del Sureste Mexicano”. “Podría decirles la fecha exacta, pero no viene al caso o cosa, según. Puede que no se entienda esa firme pero aparente resignación o resistencia: la montaña en soportar uno y otro zarpazo; el viento en su aparente replegarse, darse por vencido para regresar luego. Siempre lo mismo, siempre diferente”.

Dijo que en el tema de los desplazados y en el desalojado de la vida por la extorsión, “el Estado no es una solución sino un problema”.

Criticó los megaproyectos del gobierno de morena. “Son estos atropellados requiebros los que le preocupan a la montaña. Ha visto peores, si es que le preguntan. No, las que le ocupan son las tormentas que llegan con trascabos, máquinas excavadoras, buscadores de minerales, empresas turísticas, fábricas, centros comerciales, trenes, gobiernos que simulan ser lo que no son, destrucción, muerte. En suma: el sistema”.

“Escuchan el viento en La Polvorilla y en la herida que el Tren Transístmico, llaga supurante se hace en el corazón de los originarios que luchan (…) en el Haití torturado y en los cenotes mayas mancillados por los rieles de la demagogia”.

Con información de Proceso

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