Dos Bocas: el polémico regalo de AMLO al sureste
La inauguración de la refinería Olmeca, ubicada en Paraíso, Dos Bocas, Tabasco, significa el segundo proyecto emblemático que la llamada cuarta transformación entrega, aunque sea, sin estar terminada por completo.
Pero ahí eso no importa. Los overoles anaranjados van y vienen por las calles de Paraíso, todos ellos son empleados del megaproyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin importar su afinidad política o si están de acuerdo con el gobierno, lo único que les importa es que tienen trabajo.
La Secretaría de Energía ha reportado que con un avance de 87 por ciento, la construcción de la planta ha generado 130 mil 922 empleos directos e indirectos.
Edgar Betancourt es uno de esos 130 mil, es maniobrista. “Está bien el proyecto, nos dio chamba el viejito, mi tío Andrés Manuel. Espero en Dios que cuando se termine de construir siga teniendo trabajo”, explicó en su tiempo de descanso antes de regresar a trabajar.
Entre los trabajadores la discusión de la viabilidad de la refinería, sus consecuencias ambientales o la autosuficiencia energética no existe, sólo les importa que tienen trabajo y medianamente bien pagado.
Yesenia Xicoténcatl es topógrafa, ha trabajado aquí prácticamente desde que inició el proyecto y con lentes oscuros, casco y un balaclava corta cualquier cuestionamiento “estamos orgullosos de lo que estamos haciendo muchos, cómo te puedo decir, es pesado pero lo estamos sacando adelante entre tantas personas”.
Proyecto tardío
Para Abril Moreno, directora general de la plataforma Energía a Debate, la refinería Olmeca es un proyecto tardío, que está resultando más caro para las finanzas del gobierno y no contribuye a la transición energética que se vive a nivel mundial.
Aunque consideró que no es tan mala idea la refinería, dejó en claro que funcionaría el plan del gobierno si se hubiera construido antes o bien, se dedicara a la petroquímica y no a la refinación.
“Me parece que la refinería es un proyecto tardío para México, me parece que más en un momento en donde hay una transición energética a nivel internacional, en donde se está apostando por la disminución de las energías fósiles, el incremento de las energías renovables, además de que el presupuesto ha sido una refinería muy cara“, dijo.
La ex asesora de la Dirección General de Petróleos Mexicanos, tanto en la Coordinación Ejecutiva como en la Coordinación Regional, explicó a Milenio que la administración federal está utilizando la coyuntura política internacional para impulsar el proyecto de Dos Bocas que el presidente propuso desde su primera candidatura.
Sin embargo, detalló que esto contrasta con lo que están haciendo la mayoría de los países en el mundo que están transitando a una energía más limpia, con autos eléctricos y buscando reducir las emisiones principalmente en el transporte, que es responsable de utilizar el 60 por ciento de las energías fósiles en el mundo.
“Si esto se hubiera hecho unos años antes, hoy estaríamos en el momento ideal si esta refinería estuviera ya funcionando en su máxima capacidad, estuviera mejor el sistema de refinación, todavía sería un buen momento… En unos 20 o 30 años esto va a ir en decremento, los combustibles fósiles se van a seguir utilizando, pero hay una transición de uso también para que se puedan utilizar más para petroquímicos”, agregó.
“Si esto se hubiera hecho unos años antes, hoy estaríamos en el momento ideal si esta refinería estuviera ya funcionando en su máxima capacidad, estuviera mejor el sistema de refinación, todavía sería un buen momento… En unos 20 o 30 años esto va a ir en decremento, los combustibles fósiles se van a seguir utilizando, pero hay una transición de uso también para que se puedan utilizar más para petroquímicos”, agregó.
Segundo megaproyecto
La refinería Olmeca es el segundo megaproyecto que entrega López Obrador en su administración, pero es el primero para el estado donde nació, su tierra y agua como suele decir.
El 5 de julio de 2018, siendo virtual Presidente anunció que ya estaba casi listo el plan energético para su gobierno que contemplaba la construcción de Dos Bocas y la modernización de las seis refinerías existentes.
Y aunque no está completo el proyecto, mañana oficialmente se inaugura “la primera etapa constructiva”.
“No les importaba, no les interesaba el sureste ni siquiera para robar. Tenían abandonado por completo el sureste, y ahora es distinto ahora se atiende a esta región que quedó en el abandono durante mucho tiempo”, ha dicho en innumerables ocasiones López Obrador.
Dos Bocas producirá según el mandatario 340 mil barriles diarios y contará con 17 plantas de proceso, 57 tanques y 34 esferas de almacenamiento, además de talleres, cuarto de control, edificios administrativos y de servicios.
El proyecto original estaba presupuestado en 8 mil millones de dólares, pero el propio Presidente ha reconocido que el gasto se disparó 30 por ciento, es decir a 12 mil millones de dólares.
Este sitio fue considerado por el gobierno como ideal para el proyecto porque aquí llegan los ductos de petróleo, la materia prima, proveniente del litoral de Tabasco y de la sonda de Campeche, donde se extrae el 80 por ciento de hidrocarburos en México.
Con información de Milenio