Durmiendo con el enemigo
La seguridad empeora, ni el gobierno ni el despliegue del ejército resuelve el terrorismo local ya crónico, estamos a la deriva, resolvamos esto nacional e internacionalmente.
Dejémonos de cuentos.
En vez de especular si la presidente resolverá en serio la inseguridad del país con el plan de Harfuch, mejor basémonos en los hechos para ganar objetividad. Pero antes ¿Qué necesitamos hacer los ciudadanos para resolver el terrorismo en Culiacán, en Chilpancingo y en donde apremia? ¿Acudir a instancias internacionales para ser atendidos y presionar más?
Comprometámoslos a resolverla con indicadores más realistas. Los publicados miden el nivel de violencia, pero hay otros no vemos que miden la eficacia: 1. Cuantos desaparecidos aparecen vivos y fallecidos, 2. # de personas liberadas secuestradas, 3. # autos recuperados en buenas condiciones y prontitud, 4. # de delincuentes atrapados, 5. Midamos la impunidad, 6. # de extorsiones resueltas, 7. % de denuncias atendidas y resueltas, etc.
¿Dónde están los empresarios?
Ahora bien ¿Dónde está la unidad de los empresarios? Los hay buscando soluciones seriamente invitando a la sociedad a participar. Vemos muy pocas cámaras activas, ¿Y los partidos políticos? Señores empresarios las lisonjas a la presidencia podrían darles algunos beneficios, pero la realidad del país requiere actuar con valentía y con inteligencia. No les den la espalda a sus empleados, a sus clientes, porque la sociedad que los sostiene está cimbrándose. Hoy por ti, mañana por mí.
A pesar de la creciente presencia del ejército, de sus bajas y heridos que lamentamos mucho, la situación empeora, la sensación es que estamos solos… a la deriva.
Ante las cámaras del C 4 y la vigilancia aérea, los narcos circulan, son filmados en el día levantando gente, robando autos, con frescura usan una retroexcavadora para intentar llevarse un cajero y hacen 2 viajes al mismo local para robarse 50 motos y otras linduras.
Seguimos al caer la noche en un estado de sitio autoimpuesto por sugerencia de los narcos y no vemos soluciones ni nadie cree que el gobierno lo resolverá.
¿Miedo?
La presidente blindó el recinto de su toma de protesta como un bunker y no viene, Harfuch caminó una calle de Culiacán con 5 vehículos artillados, el gobernador sinaloense, dicen, duerme en palacio, la de Guerrero se desaparece, ellos tienen más miedo que nosotros.
¿Quién manda?
La tolerancia está a punto de romperse, los narcos envían mensajes de que ellos mandan y que son tolerados ¿Hay buena fe del gobierno?
La crueldad del edil de Chilpancingo y el terrorismo de Culiacán dieron la vuelta al mundo otra vez. En países avanzados ya hubieran cesado a la presidente y a los gobernadores cómplices e ineficaces, pero los retienen. Las sospechas se convierten por los hechos en certezas.
Un sistema agotado
El narco sistema ya es insostenible y provoca caos, es un sistema depredador que se ataca a sí mismo, mata y envenena a la sociedad y eventualmente es traicionado por el gobierno por las presiones sociales y por EEUU, lo que provoca que sus aliados se vuelvan enemigos.
Entiéndalo: parapetar este sistema va en contra del gobierno, mantener esas alianzas es contraproducente. Quien sirve a dos amos queda mal con uno y eso es lo que nosotros y el mundo palpamos.
A no ser, dadas las experiencias de Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y en Colombia, que el gobierno sella una alianza con ellos para mantener a la gente a raya defendiéndose y no pueden impedir los abusos cometidos por los presidentes. Si esto es así México está condenado al caos.
Urge credibilidad
Simular la solución ya es insostenible, al nuevo gobierno le urge credibilidad y sacudirse la herencia del anterior, si no la gana con hechos contundentes la gobernabilidad del país empeorará, se irá a pique.
Sigamos, hay hechos reveladores:
1. La guerra constitucional. La presidente y su partido en los congresos avivaron en otra guerra vs el Poder Judicial, les urge concentrar todo el poder y decidir quiénes serán los jueces simulando “democracia”, desacatando 105 suspensiones giradas por los jueces para impedir su “reforma”, violar la ley les vale. Mal ejemplo no poner el ejemplo.
2. Fraudearon las elecciones, ella prometió cambiar la constitución a modo, están sobornando a jueces del IFE, a la misma Judicatura Federal, a los congresistas de la oposición, para dominar en las cámaras e imponer sus reglas e ideología. Ya casi lo consiguen.
3. La directriz presidencial “no se combatirá al narco”, y ¿qué vamos a usar? prevención, inteligencia, atención a las causas y presencia”. Los punteros siguen los movimientos de las tropas y con su inteligencia y poderío disminuyen su eficacia. ¿Por qué no le llaman terrorismo? ¿Por qué no encarcelan a los jefes?
4. Militarizaron la Guardia Nacional que dependerá de la presidente como una guardia pretoriana. Mientras la GN crece la violencia crece. Desarmaron a los policías locales en varios poblados con el pretexto de que están coludidos ¿Quién no?
5. El ejército seguirá construyendo nuevos trenes, ocupado en otras cosas.
6. Vemos una distancia igual a la observada con los ciudadanos por los accidentes del Metro protegiendo a la responsable, de una mujer se espera más empatía.
Salgamos del atolladero
Estamos en un “Twilight”, una zona donde el ejército da una relativa seguridad, pero la situación empeora. Necesitamos tomar medidas inéditas, un problema no puede ser resuelto en el mismo nivel de pensamiento en el que fue creado.
¿Esperas más seguridad? Saca tus conclusiones, dormimos con el enemigo.
Con información de Noroeste