El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, respondió a las más recientes acusaciones del yerno de Donald Trump, Jared Kushner, y descartó que la administración del republicano lo haya presionado para que México redujera los flujos migratorios a Estados Unidos.

Negó que México haya cedido a las presiones de la Casa Blanca, como sugiere el libro de Kushner, quien en esa época se desempeñaba como el principal asesor de su suegro.

En el texto, el esposo de Ivanka Trump relata que una vez que su suegro hizo el anuncio de la imposición de aranceles a través de su cuenta de Twitter, el canciller le pidió inmediatamente una reunión en Washington para hablar sobre el tema.

“Mira, están en campaña, ¿sí? Son documentos hechos para ganar votos. Yo diría solamente, brevemente, lo siguiente: lo que quería el gobierno de Trump era que México aceptara el tercer país seguro, eso es lo que quería. Sólo basta con revisar lo que fue el debate en esa época, y México les dijo que no”, reviró Ebrard al salir del Palacio de Minería, donde participó en la presentación del libro La Tabla de los Elementos.

“Mira, están en campaña, ¿sí? Son documentos hechos para ganar votos. Yo diría solamente, brevemente, lo siguiente: lo que quería el gobierno de Trump era que México aceptara el tercer país seguro, eso es lo que quería. Sólo basta con revisar lo que fue el debate en esa época, y México les dijo que no”, reviró Ebrard al salir del Palacio de Minería, donde participó en la presentación del libro La Tabla de los Elementos.

Según lo relatado por Kushner en el libro Rompiendo la Historia: Memorias de la Casa Blanca, en ese momento se comunicó con Trump para decirle:

—Tu engaño funcionó. El canciller me mostró sus cartas. México se está doblando.

—No fue un engaño. —respondió el presidente republicano— Será mejor que inventen algo bueno, o seguiré adelante con los aranceles. Quiero que se resuelva (el problema en) la frontera.

También, relata que en una cena privada en la que él mismo y el ex secretario de Estado, Mike Pompeo, le ofrecieron un pacto a Ebrard, donde le dejaron claro cuál sería la postura de la administración Trump con México y la crisis migratoria en la frontera.

“Nuestra relación va a ser muy simple. Pongan atención a estos datos (de cruces ilegales). Si suben, vamos a tener problemas. Si bajan, tendrán un increíble socio aquí que les ayudará con cualquier prioridad que tengan”, dijo Pompeo a Ebrard, según el libro de Kushner.

“Nuestra relación va a ser muy simple. Pongan atención a estos datos (de cruces ilegales). Si suben, vamos a tener problemas. Si bajan, tendrán un increíble socio aquí que les ayudará con cualquier prioridad que tengan”, dijo Pompeo a Ebrard, según el libro de Kushner.

Ante tales aseveraciones, el canciller insistió que México nunca concedió el ser un tercer país seguro.

“Ser un tercer país seguro es un tratado. Llegamos a un consenso en el Senado de la República con todos los partidos, yo estuve ahí, y les dijimos: eso no lo vamos a admitir. Entonces, ya todo lo demás es campaña”, subrayó.

“Ser un tercer país seguro es un tratado. Llegamos a un consenso en el Senado de la República con todos los partidos, yo estuve ahí, y les dijimos: eso no lo vamos a admitir. Entonces, ya todo lo demás es campaña”, subrayó.

Frente la reiteración de los cuestionamientos realizados por la prensa, sobre todo ante la posibilidad de que México haya militarizado sus fronteras a petición de Estados Unido bajo la amenaza de sufrir las consecuencias de un aumento de hasta 25 por ciento en todos los aranceles, que el canciller fue categórico en negar que hubiera alguna negociación de esa índole, como el propio Trump había asegurado a inicios de años en un mitin.

“No es a lo que se refiere. Lo que ellos querían era el tercer país seguro. Lo que querían era el tercer país seguro, yo sé lo que te digo. Ya lo dije”, insistió, antes de cortar la conversación con los medios de comunicación y salir apresurado del Palacio de Minería.

“No es a lo que se refiere. Lo que ellos querían era el tercer país seguro. Lo que querían era el tercer país seguro, yo sé lo que te digo. Ya lo dije”, insistió, antes de cortar la conversación con los medios de comunicación y salir apresurado del Palacio de Minería.

 

Con información de Milenio

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *