Edomex: focos rojos; Delfina se desploma
La intensidad luminosa de los focos rojos y el ensordecedor ulular de las sirenas alertó a todos en Palacio. Era los días previos al descanso de Semana Santa y, por esa razón, la orden del tirano fue contundente. Reunión urgente para evaluar los reportes que se habían recibido de la recién iniciada campaña de Delfina Gómez, en el Estado de México.
Sí, la hoja de ruta que contenía los resultados de los primeros reportes oficiales sobre la evolución electoral de la ex titular de la SEP arrojó una conclusión alarmante para todo el partido oficial.
Y es que el peligro de derrota parece inevitable.
Claro, a menos que desde Palacio se ponga en marcha el “Plan F”, que no es otra cosa que impulsar un “fraude de Estado”. Sí, una estratagema que, de ser autorizada, deberá ser operado y financiado desde lo más alto del poder presidencial.
Por lo pronto, los estrategas de Palacio –a quienes el propio mandatario encargó la elección mexiquense–, se dieron de plazo hasta el día de hoy para tomar una decisión sobre la estrategia que deberán seguir.
Es decir, rescatar una elección que, a pocos días de iniciada, ya aparece como “una derrota anunciada” en Morena.
¿Pero qué es lo que está pasando en la candidatura mexiquense del partido oficial, que ha provocado un desplome impensable en las preferencias de la abanderada, Delfina Gómez?
Vamos por partes.
1.- Por increíble que parezca, el problema más grave que enfrenta la señora Delfina Gómez en su candidatura al gobierno mexiquense no es la mala fama que le acredita su pasado de saqueadora del dinero público, sobre todo en la alcaldía de Texcoco y en la SEP.
No, el verdadero problema es su carencia total de liderazgo.
Y es que a pesar de que su candidatura fue una grosera imposición de Palacio, entre las estructuras mexiquenses de Morena son muy pocos los que la respetan; son menos los que la quieren y son muchos los que la detestan por sus abusos de poder y su pasado como extorsionadora profesional.
2.- Por eso, lo que muchos creían que sería el principal activo político de la ex titular de la SEP –la bendición y la imposición desde Palacio–, en los hechos se ha convertido en el principal lastre de la candidata de Morena.
3.- Un lastre al que habrá que agregar que no pocos de los cuadros históricos del PRD y de Morena en el estado de México, no parecen estar dispuestos a perder territorios y prebendas políticas y económicas que han cultivado por décadas.
4.- Por esa razón y por esas disputas a muerte, en los hechos se han producido abiertos actos de traición que –en el día a día de la política–, son imposibles de contener y de controlar desde arriba, ya que son expresiones de repudio de las bases a las que se les imponen no solo candidatos, sino cuotas y hasta el pago de facturas si no llenan los eventos a los que son convocados.
5.- Y el mejor ejemplo de las disputas territoriales y la falta de liderazgo de Delfina fue público el día del arranque de su campaña, en Toluca, en donde se produjo una campal, de manera literal, en torno al templete en donde la candidata debía mostrar su fuerza y el músculo político de su partido.
En efecto, muchos querían aparecer al lado de “la señora candidata”, pero eran muchos más los que reclamaron “su derecho político de piso” y, por tanto, se produjo una disputa a golpes entre no pocos de liderazgos regionales de Morena; los que antes lo fueron del PRD y mucho tiempo atrás del PRI.
6.- Luego de las primeras escaramuzas a golpes, en la primera semana de campaña los eventos de Delfina Gómez aparecieron desolados, al extremo de que abundan videos de personas que retiran miles de sillas de escenarios en donde apenas llegaron un centenar de seguidores, cuando se esperaban miles.
7.- Todo eso sin contar con un creciente rechazo a un eventual gobierno de Delfina Gómez. ¿Y por qué rechazo? Porque a pesar de las encuestas amañadas, a pesar del respaldo presidencial y de las mentiras de la propia candidata, lo cierto es que ha surtido efecto la voz popular que repite, minuto a minuto, que Delfina Gómez se robó el salario de los trabajadores de Texcoco y robó millones de pesos de la SEP.
8.- Sin contar con las pillerías de sus principales colaboradores, quienes pagan por desmontar propaganda de la candidata Alejandra del Moral.
9.- Pero acaso el mayor daño a Delfina Gómez sea el rechazo de su equipo de asesores y de ella misma a participar en un debate con Alejandra del Moral, de la coalición del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza. Debate del que no podrá escapar, ya que fue ordenado por el Instituto Electoral Mexiquense.
Pero que nadie se equivoque, el desplome de la candidatura de Delfina Gómez no es necesariamente una buena noticia para los comicios en el estado de México. ¿Y por qué no es una buena noticia?
Porque en los hechos será el detonante y la confirmación de que en el estado de México veremos un fraude electoral de Estado.
Al tiempo.
Con información de El Debate