Garantizar el derecho a aprender requiere el compromiso conjunto de autoridades, escuelas y sociedad civil. La recuperación de aprendizajes debe fortalecerse y asumirse como una prioridad ante los desafíos que enfrentan niñas, niños y jóvenes. urante el ciclo escolar 2024–2025, la educación básica en Sinaloa enfrentó importantes desafíos, como las interrupciones de clases por la violencia, la falta de infraestructura y equipamiento adecuado, y las dificultades que enfrentaron las comunidades escolares para implementar la Nueva Escuela Mexicana (NEM). Al mismo tiempo, se registraron avances, como aumentos presupuestales dirigidos a la formación docente y la atención a la primera infancia, así como el inicio de estrategias para la recuperación de aprendizajes. En lo que corresponde a la violencia, la crisis de inseguridad provocó la pérdida de más de 30 días de clases entre septiembre de 2024 y enero 2025, sin considerar los descansos obligatorios. A ello se suma la lamentable cifra de más de 50 menores de edad asesinados en Sinaloa hasta los primeros días de julio de 2025. A esto se suman las carencias en infraestructura educativa, las cuales evidencian que todavía 18% de las escuelas en Sinaloa no cuenta con agua potable, el 13% carece de sanitarios adecuados, el 4% no tiene electricidad y un alarmante 74% no se encuentra adaptada para estudiantes con discapacidad. Estas condiciones reflejan una deuda estructural con la equidad educativa y que se ha manifestado también en la suspensión de clases debido a las carencias en la energía eléctrica que tuvieron 39 planteles escolares a comienzos del año 2025.

Además de estas carencias, se identificaron numerosos retos relacionados con la implementación de la NEM, ya que las comunidades escolares tuvieron que adaptarse a nuevos enfoques pedagógicos, contenidos y formas de evaluación, muchas veces sin contar con la formación, materiales ni acompañamiento suficiente. Esta situación generó incertidumbre e inequidades en la aplicación del modelo, especialmente en escuelas con menores recursos y mayores necesidades. Balance educativo del ciclo escolar 2024–2025 en Sinaloa: desafíos y oportunidades COMUNICADO 1 D 2 En ese sentido, se reconoce la intención de la autoridad educativa estatal de impulsar una estrategia de recuperación de aprendizajes, sin embargo, se requiere fortalecerla, ya que el reto es mayúsculo, y la más reciente Evaluación Diagnóstica de Mejoredu mostró apenas ligeras mejoras: en promedio, en el área de matemáticas, los estudiantes de educación básica en Sinaloa obtuvieron solo 53 % de respuestas correctas en primaria y 52 % en secundaria. Estas cifras confirman que la crisis de aprendizaje persiste y que se requieren esfuerzos sostenidos, con políticas de largo plazo y continuidad institucional. En lo que corresponde al presupuesto, reconocemos que en el presupuesto educativo 2025 hubo avances relevantes, como el incremento en la formación docente y la asignación de recursos para infraestructura y primera infancia. No obstante, también observamos recortes preocupantes en programas clave para la equidad, como la atención a estudiantes migrantes y la educación especial. Esta contradicción evidencia la ausencia de una estrategia que garantice recursos donde más se necesitan.

Con el fin de aportar al fortalecimiento del derecho a aprender, desde Mexicanos Primero Sinaloa proponemos a la autoridad educativa lo siguiente:

1.- Institucionalizar un área u organismo estatal especializado para que, mediante instrumentos rigurosos, pueda evaluar los aprendizajes de niñas, niños y jóvenes en el estado. 2.- Desarrollar un sistema de información que permita conocer los logros y áreas de oportunidad alcanzados en el aprendizaje, las condiciones de infraestructura, y las necesidades de personal de las escuelas. 3.- Fortalecer la formación continua y el acompañamiento de docentes y directivos, respetando su autonomía, reduciendo la carga administrativa y proporcionándoles los materiales suficientes para el desarrollo de su función. 4.- Implementar un plan integral de recuperación de aprendizajes, basado en un diagnóstico claro, con objetivos medibles, inversión sostenida y continuidad transexenal, para garantizar que todas y todos los estudiantes recuperen los aprendizajes fundamentales. 5.- Presentar una ruta clara para garantizar condiciones mínimas de infraestructura para aprender y corregir las fallas estructurales urgentes como: energía eléctrica, agua potable, baños funcionales, espacios seguros frente al calor y violencia. 6.- Garantizar un presupuesto educativo progresivo y equitativo, con mecanismos de monitoreo en el ejercicio del gasto que priorice la atención de estudiantes y grupos históricamente excluidos.

Desde Mexicanos Primero Sinaloa reconocemos el esfuerzo y compromiso de las comunidades escolares. Gracias a docentes, directivos, familias y estudiantes, las escuelas siguieron siendo, a pesar de las adversidades, espacios de contención, cuidado y aprendizaje. No obstante, garantizar el derecho a aprender no puede recaer únicamente en ellos. Este balance evidencia que se requiere una respuesta corresponsable. Como sociedad civil, estamos convencidos de que solo a través del diálogo, la colaboración y el compromiso conjunto con las autoridades podremos construir condiciones más equitativas, seguras y propicias para que cada niña, niño y joven en Sinaloa aprenda y se desarrolle plenamente. En Mexicanos Primero Sinaloa trabajamos desde la sociedad civil para garantizar que el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes se cumpla en cada rincón del estado. Nuestra labor es ciudadana, independiente y basada en evidencia, y parte de la firme convicción que la educación es un derecho, no una promesa, por eso, observamos, analizamos y damos seguimiento a las políticas públicas educativas.

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