“Efecto Landau” en Sinaloa: Rocha elude una boda en Arizona e Insunza no quiere ir a reuniones en Washington

 El contrapunto entre el Gobierno mexicano y la agencia Reuters por la filtración sobre el supuesto planteo de Christopher Landau a Claudia Sheinbaum de ir a fondo contra políticos mexicanos ligados al narco tuvo efectos al interior del morenismo.

Si bien la Cancillería negó que ese tema se abordara en la reunión de ayer miércoles, en la constelación oficialista la visita de Landau tuvo efectos inmediatos, especialmente en Sinaloa, en el grupo político que comanda el gobernador Rubén Rocha.

Y es que, según mencionan en Culiacán, Rocha tendría una invitación para un festejo cercano a su familia en el estado de Arizona. El gobernador, desde ya, estaría considerando no asistir, aunque, por otro lado, esa ausencia evidenciaría, una vez más, su temor a ser arrestado en el país vecino por su todavía dudosa participación en el secuestro que devino en la captura de Ismael “Mayo” Zambada.

Días atrás, Rocha se mostró en el consulado de Estados Unidos de Hermosillo para dar la señal de que no tiene cuentas pendientes al otro lado de la frontera. Visitó al cónsul en un movimiento operado por Alfonso Durazo, que también vive horas bajas por el desastre de la elección judicial en Sonora.

Al día siguiente, el gobernador se encargó de que ese compromiso en Hermosillo circulara en la prensa nacional.

No asistir al convivio de Arizona, de hecho, no hacer ningún viaje a Estados Unidos, alimenta los rumores más variopintos, desde que Rocha ya perdió su visado hasta el temor a una detención sorpresiva.

Lo mismo sucede con su delfín, el senador Enrique Inzunza, que acaba de ser nombrado en la comisión de Asuntos Políticos Internacionales de la Cámara Alta. Insunza ya habría rechazado algunas invitaciones a Washington por temas ligados al T-MEC, los temores son los mismos de Rocha. La visita de Landau, lejos de arrojar calma, encendió nuevas alarmas.

Y es que, tal como se evidenció en la conferencia matutina de Sheinbaum, la visita del segundo de Marco Rubio no tuvo demasiadas buenas noticias que ofrecer ni tampoco habría sido demasiado funcional a la estrategia del encargado de América del Norte, Roberto Velasco, de reemplazar a Esteban Moctezuma en la embajada en Washington.