El mexicano Tomás Alva Edison/ Tercia de ases de Xóchitl: B. Paredes, Mario Zamora y E. De la Madrid.
Desde los olvidados anales de la historia mexicana, consignada por algún humilde templo católico de los primeros años de vida turbulenta e incierta, pletórica de invasiones, guerras, pestes, dictaduras y precariedad de esta sufrida Nación nuestra, la nación mexicana, emerge admirable y esperanzadora, entre los escombros de la dificultad y la pobreza, la historia de un niño que aunque nació en suelo mexicano; creció y se formó como ciudadano estadounidense.
Su estatura intelectual y humana lo dimensionaron desde hace muchos años al nivel de ciudadano universal; hay que decirlo de una vez… nos referimos a Tomás Alva Edison.
El brillante científico de origen humilde que no solo alcanzó el “sueño americano”… sino que sus aportaciones al progreso humano cobraron notoriedad mundial.
Quiso el destino demostrarnos con uno de esos inexplicables caprichos anecdóticos, como el origen de Alva Édison (Thomas Alba Edison en Estados Unidos)… que del destino nadie huye… y sobre todo, que el hombre es la única criatura sobre la faz de la Tierra, capaz de autoflagelarse como especie, imponiéndose fronteras territoriales, lo que bien pudiera invocarse como una forma de coartar su propia libertad.
Tomás Alva Édison es producto de la biculturalidad y del esfuerzo desplegado en el trabajo fecundo y creador, hay que decirlo también con todas sus letras.
Porque lo primero que se aprende del ascetismo cristiano no católico que ha sustentado en gran medida al sorprendente como admirable desarrollo material y humano del pueblo de los Estados Unidos de América, es su apego a la obligación, al trabajo arduo, a una vida sin ostentaciones, ausente de vicios y temerosa de Dios… ahí está el gran secreto, camuflajeado al interior del texto de una de las obras de Max Weber : “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”.
De tal suerte que el inmenso genio que pudo estar incubado en el tímido y enfermizo niño mexicano Tomás Alva, para poder llegar a su resplandor, hubo que curtirse en millares de horas de esfuerzo, trabajo y muy probablemente de sacrificios, pues el talento por sí solo, no es nada cuando no está soportado por el trabajo.
Otro gran científico y político estadounidense, que vivió siglo y medio antes que él y que es uno de los padres fundadores de la Unión Americana, Benjamín Franklin, lo dijo claramente: “El éxito requiere un 95% de esfuerzo y sólo un 5% de intelectualidad”.
Álva Edison fue el menor de cuatro hermanos, nació el 11 de febrero de 1848 en el entonces pueblo de Sombrerete, Zacatecas, en una modesta casa que se ubica en la calle de Hidalgo # 19, junto a una de las parroquias de esa –ahora- pequeña ciudad, donde hay una discreta placa alusiva recordando ese feliz acontecimiento.
Su padre se llamó Samuel Alva Ixtlixóchitl, oriundo de Pachuca, Hidalgo, Ingeniero en Minas y su madre, Nancy Edison Elliot, quien era de ascendencia canadiense y antes de casarse, ejerció como maestra de escuela.
El pequeño Tomás tomó sus primeras lecciones en la escuela de este municipio que, posteriormente, se convirtió en la Escuela Normal para Profesores Zacatecanos (*).
Para 1855, México se encontraba en bancarrota, la derrota frente a Estados Unidos y la pesada carga que significaba la dictadura de Santana, constantemente en guerra, por lo que siempre inventaba nuevos impuestos a la población, había propiciado el levantamiento en armas del liberal Juan Álvarez, desconociendo al gobierno del dictador.
Fue en 1857, cuando la familia Alva Edison decidió trasladarse hasta Canadá por la inestabilidad de nuestro país y ante el inminente peligro de los grupos armados que surgían por todos lados.
El viaje a través de Estados Unidos fue muy penoso y la familia tuvo que hacer una escala forzosa en un diminuto poblado llamado Milán, Ohio, debido a que el pequeño Tomás, de 9 años, se contagió de escarlatina y no podía viajar, lo que le ocasionaría una sordera progresiva en el futuro.
La pequeña población de Milán fue marginada por el ferrocarril y entró en crisis.
Samuel Alva perdió el trabajo que había conseguido con dificultad en Canadá, a donde iba dejando a su familia en Milán, Ohio.
A partir de ahí , el padre de Tomás, decide de nuevo trasladarse con su familia a otro lugar donde hubiera más oportunidades y este lugar fue Port Huron, Michigan, donde sería su residencia definitiva.
Estalla la Guerra Civil en aquel país y la familia Alva Edison sin tener otra opción y para poder sobrevivir, se naturaliza estadounidense.
Por razones obvias, la historia de Estados Unidos establece que este físico y gran inventor contemporáneo, nació en Milán, Ohio en el año de 1847 y describe que fue descendiente de holandeses e ingleses… ahora sabemos la realidad; era nacido en México y tenía ascendencia canadiense por su madre… y mexicana, por su padre.
Cabe destacar que en nuestro país no existió un registro civil en esa época en que nació el niño Tomás Alva Edison en Zacatecas, sino hasta unos años después, al arribo del Presidente Benito Juárez, quien instaura entre otras cosas, el Registro Civil y el Registro Público de la Propiedad, modernizando el naciente Estado mexicano; por lo que solamente se asentaban los nacimientos en los libros parroquiales.
A finales de ese siglo 19, se establecieron los primeros registros civiles y los jueces de ese entonces exigieron la entrega de los libros parroquiales para los archivos de la Presidencia Municipal y entre ellos la de Sombrerete, Zacatecas.
En el año de 1911 los revolucionarios tomaron Zacatecas y en Sombrerete, el 18 de mayo de ese mismo año, se dice que atacaron la Presidencia Municipal; en el combate, uno de los petardos incendió el edificio perdiéndose los archivos y todo registro del nacimiento de Tomás Alva Edison.
Solo queda el testimonio de aquellos que fueron sus vecinos y ascendientes y los descendientes de éstos, quienes dieron testimonio, que supieron o conocieron a esta singular familia.
El gran científico mexicano-estadounidense inventó:
1) El teléfono de carbón.
2) La cámara fotográfica (rústica/fija/original).
3) La transmisión sin hilos a larga distancia.
4) El foco de la luz incandescente o bombilla incandescente.
5)La iluminación de pueblos y ciudades como Nueva York, y después a todo el mundo.
6)El dinamo.
7)El generador de corriente eléctrica.
8) El cinescopio.
9) El cinematógrafo, combinándolas con el fonógrafo, hizo que el cine fuera sonoro.
10)Fundó además, el gigante de la electricidad; la compañía General Electric, pionera del progreo industrial americano.
Tomas Alva Edison viajo por toda Europa recibiendo honores y condecoraciones.
Para 1928, su reputación era mundial pues tenía 1033 patentes registradas y era inmensamente rico.
A nuestro paisano se le considera el gran competidor de Nikola Tesla, por su trascendencia en el mundo de la innovación científica y tecnológica.
Murió en Glemont, New Jersey el 18 de octubre de 1931.
Tomás Alva Edison es un feliz suceso desprendido de la biculturalidad, ni duda cabe.
Entendamos por biculturalidad, a un proceso propio del desarrollo de los pueblos; a la genuina civilización.
Ser una persona bicultural se refiere a una persona que es profundamente competente en ambas culturas que integran el conjunto de conocimientos, habilidades y aptitudes que debe adquirir un individuo para adaptarse a los requerimientos mínimos de convivencia y funcionalidad.
Con frecuencia se asume el concepto de biculturalidad erráticamente, según algunos estudiosos de lingüística y filología. Consideran por ejemplo, a los casos de México y Canadá, como casos de culturas definidas y unitarias, pues se ha logrado a lo largo del tiempo la amalgama de las dos culturas que dan origen a una nueva cultura propia en esos países, en este caso, la anglo-francesa en Canadá y la hispano-indoamericana, en México. Se dice que esas, por sí solas, son culturas unitarias.
Que se asume por el contrario, la biculturalidad, cuando se va de México o de otro país latinoamericano, por ejemplo, hacia un país como Estados Unidos, Canadá, Europa o Asia, a residir definitivamente y asumir, una nueva educación mediante un proceso de aculturación y adaptación.
No… no es un proceso fácil.
Para la población migrante, con frecuencia es asumida como problemática aunque no lo parezca para quienes nos quedamos en teritorio nacional. Más allá de las razones de partida del país de origen y de la indispensable necesidad de adaptarse al nuevo entorno. El emigrante no desea perder su carnet, su vínculo con su país o región cultural de origen.
Sin embargo, más que un problema, quien emigra termina por asumir su nueva realidad con el coraje y a la vez la objetividad suficiente para iniciar un proceso de adaptación… no de resistencia al cambio.
Tomás Alva Edison: su nombre y su historia bien pueden y deben, ser invocados a propósito de toda la sublime historia nacional mexicana, al igual que se hace desde hace muchos años, en la historia oficial reconocida de la Unión Americana.
Al igual de todos y cada uno de los migrantes mexicanos que radican en la Unión Americana y Canadá, pues desde hace mucho tiempo, debieron ser considerados poseedores de la nacionalidad mexicana, sin perder uno solo de sus derechos cívicos y políticos; pues desde donde están, siguen haciendo patria y poniendo el nombre de México muy en alto.
(*) En alusión a cartas, fotografías y testimonios citados en el libro, “Quién es quién en la Nomenclatura de la Ciudad de México”.
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Este viernes se llevó con éxito, un Encuentro y Diálogo con el Sector Agroalimentario Mexicano, denominado “¡Aquí está el campo!”, organizado impecablemente por el senador por Sinaloa, Mario Zamora Gastélum, próximo integrante de la Cámara de Diputados, abanderado por el Frente Amplio Opositor “Fuerza y Corazón Por México”.
Es de entenderse que el evento contó en primerísimo lugar con la presencia de la virtual candidata a la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez Ruíz y, de dirigentes de movimientos, organizaciones sociales y cámaras patronales del sector Agroalimentario de nuestro país.
El evento se verificó en un salón amplio y funcional de un reconocido hotel de la zona de Polanco en la Ciudad de México y ahí se dieron cita centenares de asistentes, todos con representación del tema que los congregaba; que escucharon las ponencias puntuales de destacados especialistas del tema: Leticia Barrera, dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC); Juan Cortina, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA); Juan Carlos Anaya, presidente de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) y José Milton, presidente de la Confederación Nacional Agronómica, entre otros.
Destacó, aparte de la gran capacidad de convocatoria al interior del sector Agroalimentario del priísta Mario Zamora Gastélum, dada no solo porque proviene de una entidad eminentemente agroindustrial y desciende de familias de productores, que le saben al tema… sino por su indiscutible liderazgo y conocimiento al interior de ese sector.
Y sí… si se nos preguntara en este momento, quiénes son los tres especialistas temáticos, con mayor capacidad y liderazgo, al interior del equipo de Xóchitl Gálvez… los que más le aportan dentro de su “inner circle”, digamos, indiscutiblemente que destaca esta tercia de ases: Beatriz Paredes, Mario Zamora y Enrique De la Madrid.
En la próxima entrega tendremos más detalles.
Autor: Héctor Calderón Hallal
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