El pago de pensiones en México es una bola de nieve que crece año con año. De acuerdo con cifras del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022 aprobado en la Cámara de Diputados, se destinará 1.172,2 millones de pesos para el pago de pensiones, un crecimiento de 6,2% respecto a lo autorizado para este año. Esta cifra incluye el pago de pensiones para los trabajadores de toda la Administración pública, así como a los del IMSS, ISSSTE, Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Se trata de una cifra histórica, ya que 16,5% del total de los recursos públicos aprobados para este año serán destinados al pago de jubilaciones de las personas pensionadas bajo el esquema de pensiones de 1973. “Se trata de una mala planeación en el sistema de pensiones que se corrigió hasta 1997 y que seguirá creciendo durante los próximos cinco o seis años”, dice en entrevista Ricardo Velázquez Luna, experto en pensiones y director general de la firma Asesores Patrimoniales.

Tan solo del presupuesto aprobado para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de más de un billón de pesos, se tomará 636.461 millones de pesos para cubrir estos pagos, es decir, 63% del presupuesto será para los jubilados. “Si se toma en cuenta que se designaron 8.552 millones de pesos para la construcción de nuevos hospitales, el pago de pensiones es demasiado alto, se tienen que destinar recursos que bien podrían emplearse en la salud de los mexicanos”, refiere Velázquez.

En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se repite la historia: El 70% de su gasto será destinado a cubrir los pagos para las personas mayores, al destinar 278.180 millones de pesos de los 396.948 que le serán otorgados el próximo año. En el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se contempla 69.376 millones de pesos para pensiones; mientras que para la CFE serán 48.831 millones de pesos.

Según un análisis del Centro de Investigación de Economía Presupuestaria (CIEP), la proporción de gastos ineludibles ha aumentado cada año, lo que disminuye el presupuesto disponible para hacer política pública. “Es necesario que los recursos disponibles se dirijan a los sectores que tengan un impacto positivo en el desarrollo social y el bienestar de la población, como la salud o educación”, dice Lizeth Mondragón, investigadora del CIEP.

En el caso del programa Pensiones para el Bienestar de los Adultos mayores, uno de los programas insignia del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se tienen contemplados pagos por más de 238.014 millones de pesos en 2022, un aumento de 76% respecto al monto otorgado este año, que fue de 135.065 millones de pesos. “La única alternativa viable es aumentar la base para la captación de impuestos”, comenta Velázquez.

Tras la crisis por el coronavirus en el país, los niveles de informalidad, es decir, de personas que no hacen ningún pago al fisco ni contribuciones de seguridad social, llegó al 56% de la población económicamente activa, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), una bola de nieve que pone en riesgo el manejo de recursos públicos y de crecimiento económico.

 

Con información de El País

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