El PRI, bajo presiones por su voto entorno al dictamen de las Fuerzas Armadas
A unas horas de que inicie el debate en el Senado sobre el dictamen que propone extender el uso de la fuerza militar en tareas de seguridad hasta 2028, los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrentan presiones tanto en contra de la reforma como a favor de ella. Así, voto a voto, se busca el apoyo de senadores del PRI en torno a la enmienda constitucional que se debatirá en el Senado este miércoles.
Al llamado en pro se han sumado gobernadores; en contraparte Acción Nacional (PAN) buscó incluso un voto adicional en contra, si la senadora priista con licencia, Vanessa Rubio, reasume su escaño. Es el caso del mensaje en Twitter que la senadora panista Kenia López Rabadán dirigió a la priista, quien se alejó de la política y a quien pidió reasumir el escaño. La exsubsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, solicitó licencia casi desde el inicio de la legislatura y se alejó de la política, en tanto que su suplente, Nancy Sánchez Arredondo se incorporó a Morena en 2020 y votará a favor de la reforma. En favor de los cambios, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, pidió vía Twitter, a los legisladores de su estado, votar a favor de extender otros cuatro años adicionales las funciones de las Fuerzas Armadas en la Guardia Nacional. El llamado específico fue al senador Mario Zamora Gastélum, del PRI, quien ha manifestado que está en contra de la propuesta, ya avalada por la Cámara de Diputados y que abordará hoy el pleno del Senado. El mismo senador fue conminado por el exgobernador del estado y hoy embajador de México en España, Quirino Ordaz, quien ayer hizo público en Twitter su deseo de que el legislador apoye la reforma. En redes, el gobernador de Hidalgo Julio Menchaca (de Morena) también pidió a los senadores priistas Miguel Ángel Osorio Chong y Nuvia Mayorga, votar a favor de la reforma y ‘hacer patria’. El presidente Andrés Manuel López Obrador demandó la semana pasada desde su conferencia mañanera, a los gobernadores de todos los partidos a hacer un llamado en pro de extender el uso de la fuerza militar en tareas de seguridad. EL 12 de septiembre, luego del llamado del Ejecutivo “pregúntenle a los gobernadores” si quieren a la Guardia Nacional, la gobernadora de Chihuahua y militante del PAN, Maru Campos, afirmó que “mientras haya miedo en el país tenemos que contar con la Guardia Nacional”, aunque no pidió el voto a favor de los cambios. La petición de López Obrador se debe a que mandatarios estatales del PRI, PAN, Morena, Movimiento Ciudadano, Verde y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han solicitado en diversos momentos el apoyo de la Guardia Nacional y al Ejército para enfrentar las olas de violencia que han vivido sus entidades.
Hasta el martes, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, manifestó que aún le faltaban 11 votos para completar la mayoría calificada de 85 votos, en caso de que se presenten los 128 senadores. Más tarde aumentó a 76 el bloque de senadores del bloque oficialista, con la sumatoria de Raúl Paz Alonzo, senador que del PAN se pasó a las filas de Morena. Aún así faltarían 10 sufragios para que la reforma prospere. El coordinador del PAN en el Senado, Julen Rementería, advirtió que ese paso del ahora expanista a las filas del partido guinda fue un “trueque” pues “el poder corruptor de Morena” busca comprar legisladores. A Paz le habrían ofrecido postulación a gubernatura en 2024, según el líder de los senadores blanquiazules.
Voto por voto
La semana pasada el Senado de la República aprobó reformas a leyes secundarias para que la Guardia Nacional quede operativa y administrativamente bajo control de la Defensa Nacional (Sedena) pero no se requirió mayoría calificada, aunque de acuerdo a la oposición con los cambios se modificaría el sentido de la Constitución. En bloque la oposición, incluido el PRI, votó en contra, y el senador morenista Ricardo Monreal se abstuvo. Pero ahora, ante la necesidad de votos a favor se han incrementado los cabildeos de Monreal y el cierre de filas de la contraparte, la oposición. Según ha trascendido hay presiones también al PRD, aunque sólo son tres senadores. El coordinador perredista Miguel Ángel Mancera ha garantizado su voto en contra, pero hay presiones hacia los senadores Antonio García Cornejo y Juan Manuel Fócil. Por el PRI presuntamente estarían en duda los sufragios opositores de los senadores Claudia Anaya, de Zacatecas, quien en la conferencia del pasado 6 de septiembre no fue específica, a diferencia de sus nueve compañeros priistas presentes, en manifestar su rechazo a la propuesta. En esa rueda el senador Manuel Añorve, de Guerrero, y Mario Zamora de Sinaloa, ambos del PRI, fueron tajantes en anunciar su voto en contra, aunque no hay certeza aún. Sin embargo en el caso de Zamora enfrenta el llamado directo a votar en pro, proveniente del exgobernador y hoy embajador, Quirino Ordaz, quien militó en el PRI y fue expulsado tras aceptar el cargo diplomático, una vez que dejó el cargo. El fin de semana y todavía este martes el grupo parlamentario del PAN cerró filas en contra de la minuta, aun sí ayer dimitió Paz Alonzo al PAN con lo que se perdió un voto de rechazo, y se presume que el sentido del voto de la legisladora panista Nadia Navarro, de Puebla, podría estar en duda. En el caso de los 11 senadores de Movimiento Ciudadano se asume un hecho el voto de rechazo a la militarización.
Con información de Expansión