Francisco Garfias

Pésima señal la que mandó Claudia Sheinbaum al no invitar a su toma de posesión al rey de España Felipe VI. Rudeza innecesaria que adelanta el carácter excluyente de la próxima Presidenta de México.

El desaire no fue al gobierno de España. Únicamente al monarca. El presidente de gobierno de ese país, Pedro Sánchez, socialista, está invitado a la histórica ceremonia en la que por primera vez una mujer será Presidenta de México. No asistirá.

¿Qué mensaje quiere mandar con ese desaire al jefe de Estado español? ¿Gritarle al mundo que detesta las monarquías? ¿Le cobra factura a Felipe VI por no haberle pedido disculpas a México por los crímenes ocurridos durante la Conquista?

No podemos descartar que haya sido por consejo o “sugerencia” de López Obrador. Es público que el Presidente saliente no simpatiza con el monarca español.

En marzo pasado, AMLO criticó al rey de España por recibir y premiar a las madres de desaparecidos en México. “No hay una buena relación”, dijo entonces el Presidente.

La reacción de otro lado del Atlántico fue del tamaño del desaire. En un comunicado, el gobierno español calificó de “inaceptable” la decisión de no invitar al monarca. No habrá representación de España “a ningún nivel” en la ceremonia de toma de protesta.

* Una de las grandes preguntas que nos hacemos muchos mexicanos es si a partir del 1 de octubre tendremos una administración nueva, con plena autonomía o si tendremos la última versión del maximato.

 

Hablamos del tema con Ricardo Anaya, a partir no sólo de la inclusión de Andy López Obrador como secretario de Organización de Morena, sino del trato de subordinada que el Presidente saliente le da a Claudia Sheinbaum. Nomás no. No la suelta.

 

 

“Hacemos votos –dijo el excandidato presidencial del PAN– para que haya absoluta independencia respecto a la administración saliente, aunque es un hecho que usted acaba de mencionar, es una señal en el sentido contrario. Vamos a esperar a los hechos para fijar nuestra posición. Al país le conviene un Poder Ejecutivo fuerte, autónomo y absolutamente independiente del Presidente saliente”, puntualizó.

Lilly Téllez es la piedra en el zapato de Noroña. La aguerrida senadora del PAN no le da tregua al presidente de la Mesa Directiva del Senado. Ayer se la volvió a aplicar, luego de que el senador morenista hiciera el recuento de los ataques físicos y verbales que han sufrido legisladores y figuras del oficialismo.

Habló del botellazo lanzado contra López Obrador en Veracruz, y de la agresión sufrida por la ministra Loretta Ortiz en Tabasco por trabajadores del Poder Judicial. Pero también de la “irrupción violenta” de estudiantes y trabajadores del Poder Judicial en el salón de plenos del Senado, cuando se discutía la Reforma Judicial.

De la agresión que él mismo sufrió en la sala de espera VIP en la terminal 2 del AICM por parte de un abogado de un despacho transnacional, que también vinculó a la aprobación de la reforma judicial. Apenas terminó de hablar, Lilly pidió la palabra para dejarle una caja de pañuelos y revirar: “Aquí traigo unos Kleenex, senador Fernández Noroña, para que pueda llevar su hipersensibilidad. Me conmueve que usted sea de piel tan delgadita ante el repudio del pueblo”.

Enseguida le reprochó que haya utilizado a la Cámara alta para defenderse de su “agresor.” El Senado interpuso acciones jurídicas en contra del ciudadano que libremente expresó su repudio a Fernández Noroña, dijo Téllez. Y más: “No se pueden usar recursos públicos para defender intereses particulares, como los del senador Fernández Noroña”.

El presidente de la Mesa Directiva la quiso interrumpir con el alegato de que se había terminado su tiempo. Téllez siguió hablando: “Fernández Noroña no estaba trabajando. Estaba botaneando en una sala VIP del aeropuerto e iba rumbo a Saltillo a un evento partidista”.

La senadora del PAN advirtió al Jurídico de Morena que, de probarse que los hechos sucedieron como el “bellaco” los relató, ellos podrían ser penalmente sancionados por falsedad de declaraciones ante el Ministerio Público federal. No fue todo. La senadora de Morena, Yeidckol Polevnsky arrebató el celular a Lilly mientras la panista grababa un video en Facebook.

* El expanista Miguel Ángel Yunes Márquez, cuyo voto ayudó al oficialismo a obtener la mayoría calificada requerida para aprobar la reforma jurídica, recibió su premio: fue designado secretario de la Comisión de Justicia del Senado, por paradójico que parezca.

Ya que estamos: la salida de los Yunes complica la situación del PAN en Veracruz. Son ellos los que dominan el Comité Directivo Estatal y la Permanente Estatal. Una idea cobra fuerza para deshacerse de los afines al clan Yunes: desaparecer el citado Comité y crear un nuevo órgano directivo del partido en el estado

 

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