Héctor Calderón Hallal
En el primer período gubernamental encabezado por una mujer en la historia
de nuestro país, no podemos omitir una consideración especial para la
presidenta de México, Claudia Sheinbaum y la mujer mexicana en general.
Su llegada al poder nos inspiró y alentó, ante todo. Sin embargo, hoy, ante la
su primera gran crisis de gobernabilidad provocada por un aferramiento a
una política de seguridad heredada de la administración anterior, cuyo titular
la adoptó con irresponsabilidad y hasta con imprecisiones ortográficas
(“¡Abrazos no, … balazos!”) es menester darle nuestro respaldo.
Y darle también un nuevo (no sé si el último) voto de confianza, para que
rectifique… reivindique de una vez por todas, esa política absurda de inacción
o de simulación, frente a las grandes mafias organizadas de la delincuencia,
que tienen materialmente secuestrado y postrado al país.
Para tal efecto es necesario que, desde el gobierno, se muestre una nueva
actitud de apertura y diálogo franco, con todos los sectores de la población…
absolutamente.
No importa, que no sean sectores alineados ideológica o electoralmente con
la 4 T; de hecho, eso sería lo idóneo.
Debe haber un gran viraje hacia la negociación y el consenso con todos los
sectores de la población mexicana… más allá de un simple ‘Plan Michoacán’…
o un ‘Plan Culiacán’… o un ‘Plan Guanajuato’…
Debe mostrarse en los hechos, desde el poder formal constituido, la voluntad
política suficiente para que ese ‘Plan México de Seguridad Nacional’ que
resulte, sea un acuerdo integral de gobernabilidad… con plazos fatales, pero,
además, con planeación para la alternancia y la coalición gubernativa.
En este país hemos tenido desde siempre muchos planes; demasiados…
Somos un país gobernado desde los años cincuenta, por una ‘clase política
plana’… más emparentada con los ‘terraplanistas’ y con los ‘econometristas’
de la CEPAL o de la corriente ‘monetarista’ -en ambos bandos se cuecen
habas- muy buena para planear, pero que casi nunca aterriza… como los
zopilotes.
Por tanto, siempre hemos asumido ese pésimo resultado, no obstante ser un
país rico en recursos: en materia administrativa, somos un país ‘plano’, más
que planificado.
Desde el supremo gobierno hemos escuchado salidas ociosas y hasta
grandilocuentes en los últimos años: “los miembros del crimen organizado y
los narcotraficantes también son pueblo… también tienen que ser
considerados”… “debemos atacar antes las causas y no las consecuencias del
narcotráfico”… y hasta lo más reciente y oprobioso… porque vino de la propia
jefa de las instituciones nacionales y primera mujer presidenta de México,
conocedora y protectora moral de los derechos humanos en general y del
humanismo mexicano , así como de la cultura cívica en términos generales:
“¡Ya estamos investigando de dónde proviene la iniciativa de hacer mega
manifestaciones para que la ciudadanía se pronuncie en nuestra contra!” …
Lo anterior, a propósito de la mega marcha organizada para el día de hoy,
sábado 15 de noviembre de 2025, por las organizaciones filiales al
movimiento denominado ‘Generación Zeta’, concurrente a la Plaza de la
Constitución de la Ciudad de México y en numerosas ciudades y poblaciones
del país, como una muestra de descontento de la juventud mexicana y de la
sociedad en general, ante los hechos deplorables, funestos, que ha generado
la violencia del crimen organizado sin control y sin gobierno en algunas
entidades de la República, particularmente del occidente del país como
Michoacán, donde recientemente resultaron cobardemente dos líderes de la
sociedad civil: el líder de los productores y exportadores de limón de que
habrían dedicado los últimos días de su existencia a encabezar cívicamente
las protestas contra las actuales políticas del gobierno contra la inseguridad
públicamente, las cuales se ha negado sistemática y empecinadamente a
revisar la autoridad e incluso a reconsiderar, no obstante el cúmulo de
crímenes y tragedias que se han perpetrado hacia la sociedad civil y en
muchos casos, ajena, como víctimas colaterales e inocentes de la dinámica
delincuencial de esos lugares.
La presidenta Claudia Sheinbaum se expresa… ¡Como si el monopolio de la
expresión del descontento popular lo tuviera el partido que hoy gobierna
abrumadoramente y al cual pertenece ella misma!…
¡Como si nadie más en el país, al margen del pensamiento “de izquierda
radical”, como el de los miembros del actual régimen, tuviera permitido
expresar su desavenencia y hasta su protesta por medidas y políticas
erráticas y hasta ocurrentes, que se han implementado sin rubor alguno!…
Y asume inmisericordemente, además, sus problemas y desencuentros
personales, de manera abierta y franca frente a la opinión pública nacional,
arrastrando al resto de la población mexicana a sus “pleitos personales y
facciosos”, como si esta no tuviera más fronteras y preocupaciones, más allá
de la sobrevivencia misma en estos duros momentos: La mandataria
mexicana responsabiliza a un personaje como Ricardo Salinas Pliego, el
principal moroso fiscal del gobierno en estos días y dueño de una de las cinco
fortunas más abultadas en México de hoy, quien ha sabido anteponer su
valor cívico y su talento como líder, para llamar la atención de este gobierno
mexicano y del resto de la población y el mundo… pues ha atinado en
reprocharles tácitamente que como pueblo, sí podemos negarnos a pagar un
impuesto que está destinado a un gasto ocioso y hasta poco transparente,
como el que dedica desde hace siete años a nivel federal el partido en el
poder (Morena), para garantizar su cuota de votantes mediante la dispersión
de dinero en efectivo, entre el sector poblacional identificado como
“seguidor” del partido en el poder (Morena).
¡Basta, ciudadana presidenta!… No es posible seguir este desempeño tan
errático al momento de transmitir la autoridad y el control social.
¡Usted debe imponerse … y tomar las riendas de las decisiones desde el
Ejecutivo!… ¡De lo contrario, van a terminar de rebasarla por la derecha y
posiblemente … hasta derrocándola!… Recuerde usted que uno de los
principios de la física es ese: “Todos los espacios huecos del mundo tangible
tienden a ocuparse, a llenarse… ninguno permanecerá vacío para siempre…
siempre…” La analogía opera para los espacios con vacíos de autoridad o
decisión.
No es posible que nadie en su cuerpo de asesores le elabore una tarjeta
sintética por lo menos y, le recuerde, algo que usted no debe ignorar
seguramente, como figura empoderada del mundo…. Como lideresa de una
de las 15 principales economías del mundo: “La teoría general de los sistemas
sociales, del alemán Niklas Luhmann, uno de los pensadores más relevantes
del siglo XX.
Entender a Luhmann, le dará a usted presidenta, la proporción exacta para
proceder en medio de un sistema complejo como el que atravesamos en este
momento en México.
Donde es necesario reconocer, que el todo social, está integrado de
subsistemas temáticos como el subsistema económico, el jurídico, el político,
el social… y otros más; donde es evidente que esa gran complejidad social, es
evidente que no la podemos erradicar de tajo; tan solo reducirla al mínimo y
llevarla a niveles manejables.
La mejor muestra de esa complejidad, es la del fenómeno de la violencia y la
narcodelincuencia; fenómenos que, como ya se han estudiado y deducido
hasta el cansancio, están vinculados de manera más directa al subsistema
económico; el crecimiento de estos flagelos sociales, se debe de manera más
directa y proporcional, al acopio de recursos económicos que han tenido los
grupos delincuenciales en los últimos 30 años en México y, que han servido
para cooptar autoridades y gobiernos enteros, para su apertrechamiento,
expansión e incluso para la inversión en fórmulas de inteligencia y desarrollo
como industria.
“¡Follow the money!”… como bien dicen los que saben.
Pero no depende estrictamente y como erróneamente lo han dejado sentir
desde el Gobierno mexicano y en voz de la propia presidenta Sheinbaum, del
susbsistema jurídico, ni del político o del social, en ninguna medida.
El error prevalece en muchas expresiones a lo largo del planeta, pero
definitivamente no se vale que se reproduzca esa confusión en la dignataria
de un país como el nuestro…
De entrada, todo mundo, cuando hay una tragedia social producto de un
delito…. como un asesinato, individual o en masa, cualquier individuo “de a
pie” de inmediato recurre a: “que se incrementen las penalidades por estas
conductas” …”es que faltan policías en las calles… o los pocos que hay no
sirven, están corrompidos… no hacen su trabajo, están amenazados o forman
parte de la nómina del capo” … “es que no ponen la demanda en las agencias
del M.P., solo se quejan” … entre otras expresiones.
Indiscutiblemente, ese es un tramo del camino a la solución, el avanzar en la
implicación del subsistema jurídico para su mejoría, con mejores leyes, con
más inversión gubernamental, con una campaña simultánea de reivindicación
del agente policial y todos los servidores del ámbito de la seguridad pública y
la justicia en general; con campañas de moralización completas al interior de
la sociedad… pero a veces ni con todo el dinero público del mundo destinado
a estas acciones, se puede competir con el gran cúmulo de recursos
financieros que están detrás del narcotráfico y la delincuencia organizada
trasnacional.
Ciertamente se requieren acciones en el plano social; muchas y muy
reivindicadoras; en el plano político, en el moral… pero básicamente aquí, ya
se concentra todo, básicamente, en el plano financiero, económico pues.
Según la teoría de Niklas Luhmann, ciertamente “todo tiene que ver con
todo”, pues “todos los elementos se comunican entre sí al interior del todo
social, dado que ningún subsistema prevalece sobre el otro”… sin embargo,
el investigador alemán propuso un imaginario nivel de irritabilidad en la
membrana que protege a cada subsistema, para indicar que cuando las
señales de intercomunicación entre uno y otro subsistema, son
desproporcionadas entre sí (unas son más que otras), provocan reacciones
de resistencia y hasta de irritación entre sí; se alienta a que aparezca en esos
casos una especie de función de “autopoiesis”, que es aquello que resana y
reconstruye a cada o elemento o subsistema en su interior; hay cierto
acoplamiento estructural en el interior de cada uno de ellos… pero
definitivamente, al final, cada subsistema social trabaja con sus propios
elementos y no se contamina con los de los demás.
Pero, en materia de violencia e inseguridad pública, la preponderancia que
asume en los últimos tiempos el subsistema económico de la sociedad
moderna…. Es innegable.
La presidenta Sheinbaum con frecuencia, en las conferencias mañaneras, ha
caído en la confusión… en el error, varias veces, en los últimos meses: todo
se lo quiere atribuir al aspecto jurídico. Desde ahí quiere transformar a
México… desde ahí solamente, de entrada, estarían mal, ella y su ‘speech
team’.
Si fue cuando vivía el finado alcalde de Uruapan, Michoacán, Calos Manzo,
ella sostenía que “no caerían en las provocaciones, ni las exigencias de la
derecha por conformar un régimen represor, ni en Michoacán ni in ningún
otro estado.
Si fue cuando había que definir al inicio de su sexenio, la política de
seguridad, ella optó por mantener la política de su antecesor López Obrador,
ella optó y se pronunció varias veces por la presencia del Ejército, la Marina y
la Guardia Nacional en las calles, los caminos y los poblados de nuestro país.
(“Mano dura, pura y dura”).
Si fue ahora, recientemente con el deplorable suceso donde un sujeto –
aparentemente desconocido o ajeno a la presidenta- osó hacerle
‘tocamientos’ incómodos, propios del acoso sexual, desencadenó –
seguramente por sus instrucciones- con el endurecimiento de medidas
infractoras en los bandos y códigos penales locales del país.
Y lo último… Claudia Sheinbaum está buscando quién es el organizador o
patrocinador de esta ‘megamarcha’ de hoy miércoles 17 de noviembre, para
tomar represalias políticas o hasta jurídicas seguramente…
Para todo recurren a la salida más fácil… endurecer penas; buscar acciones
de fuerza contundente…con la ley por delante…. Cuando hay salidas, está
comprobado, mucho más eficaces, como las sociales, las políticas y hasta las
morales, educativas y éticas; que tienen que volver a intentarse.
El Derecho al final … está “sólo para lo que sirve”; es un lenguaje abstracto
para conocer e interpretar los hechos y los actos que implican
responsabilidad con respecto a los demás y a su entorno natural y social.
Todas las soluciones las queremos encontrar trastocando el sistema jurídico
(subsistema) y no es por ahí.
Menos en los temas de la violencia y la inseguridad pública.
Ojalá que este sábado, durante la protesta cívica-juvenil en todo el país, las
fuerzas del orden no se atrevan a tocar a ni un solo joven participante… y que
los contingentes que marchen, observen el mismo cuidado…
Por el bien de la historia del México contemporáneo, que hoy se empieza a
reescribir… estoy cierto.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@pequenialdo, @CalderonHallal1

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