LOS CAPITALES

por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ

 

A unas horas de que cambie la conducción del país, con la toma de posición de la presidenta electa Claudia Shinebaum, la economía mexicana y en general el sistema financiero, se encuentra estable, no obstante, con la posibilidad de que se repitan periodos de volatilidad e incertidumbre, como los experimentados recientemente en algunos mercados financieros locales, incluso de forma más acentuada. Estos podrían estar asociados, entre otros factores, con cambios abruptos en las perspectivas para la política monetaria o al resultado del proceso electoral en Estados Unidos, así como con la evolución de las tensiones geopolíticas o los conflictos comerciales a nivel internacional.

Así lo estimó el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, durante su quincuagésima séptima sesión ordinaria, en la que reconoció que el sistema financiero mexicano se mantiene sólido y resiliente para hacer frente a los retos presentados por la coyuntura actual. El organismo está integrado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien lo preside, la Gobernadora del Banco de México, el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dos Subgobernadores del Banco Central, el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y el Secretario Ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.

También recordó que los mercados financieros a nivel global registraron episodios agudos de volatilidad e incertidumbre desde la última sesión del Consejo, principalmente asociados con la publicación de datos de empleo, actividad económica e inflación en Estados Unidos, aunque también han influido eventos en distintas jurisdicciones en los ámbitos monetario, electoral, geopolítico e, incluso, de las tecnologías de la información. A pesar de las fluctuaciones que dichos episodios han inducido, las condiciones financieras globales acumulan un movimiento hacia una menor restricción durante el tercer trimestre del año.

Asimismo, se mantiene latente la posibilidad de que ocurran eventos sistémicos que afecten al sistema financiero global, con implicaciones para los mercados nacionales, como lo hizo patente un incidente global reciente en materia de tecnologías de la información. En última instancia, la materialización de estos y otros riesgos, como la posible prolongación de las presiones inflacionarias, podría provocar que las condiciones financieras globales sigan una trayectoria más restrictiva que la prevista actualmente y, por esta vía, afectar al buen funcionamiento del sistema financiero.

En México, los mercados financieros también se vieron afectados por los señalados episodios de volatilidad e incertidumbre registrados a nivel internacional. Además, se ha sumado un mayor sentimiento de aversión al riesgo asociado con factores idiosincráticos. Desde la última sesión del Consejo, el peso mexicano acumula una depreciación cercana a 8 por ciento con respecto al dólar estadounidense y las tasas de interés de los valores gubernamentales disminuyeron en todos sus plazos, si bien de manera más pronunciada en el segmento medio de la curva de rendimientos.

En este contexto, el sistema financiero mexicano en su conjunto mantiene una capacidad adecuada para absorber choques. Esto se debe, en lo fundamental, a que el sector bancario comercial cuenta con niveles de capital y liquidez que exceden holgadamente los requerimientos mínimos regulatorios. Por su parte, además de las dificultades que algunos intermediarios financieros no bancarios enfrentan en lo particular, cabe destacar que estas entidades son generalmente vulnerables a disminuciones en el ritmo de la actividad económica dado el segmento de la población y empresas que atienden, por lo que una desaceleración como la prevista podría ocasionar deterioros en su calidad crediticia. Sin embargo, dicha situación no representa un riesgo de alcance sistémico, debido a la baja participación de este sector dentro del sistema y su poca interconexión con la banca del país.

Permanece el bloqueo a la vía del tren en la ruta Veracruz-Ciudad de México.

Desde el pasado 24 de septiembre por la tarde un grupo de personas de la Comunidad de Puente Colorada en Chapulco, Puebla, en la ruta Veracruz-Ciudad de México, retiene vehículos y bloquean la vía del tren, también secuestraron a personal de la compañía, liberándolos horas después, atribuyendo demandas relacionadas con el abasto de agua, como una condicionante constante para paso del tren en la zona. Este ha sido un mecanismo cíclico de extorsión por parte de la comunidad a la industria ferroviaria, que llega a ser insostenible al demandar el abasto de agua y de garrafones de agua, sin obviar que es un delito federal, la interrupción de una vía federal de comunicaciones.

La afectación al sector agrícola es preocupante debido a que este bloqueo impide desalojar 20 mil toneladas diarias de grano con destino al centro del país, lo que encarecerá el alimento balanceado de animales. Asimismo, es crítico el desabasto de cloro para la CDMX. También se afecta el tráfico ferroviario de la carga general contenerizada que llega al puerto de Veracruz, dada la temporada alta de inventarios de fin de año.

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