Estamos ante un fraude maquinado a la Constitución: Alcocer sobre distribución de plurinominales
Para el fundador de la revista ‘Voz y Voto’, la trampa del oficialismo se encuentra en el reparto ilegal de las plurinominales, que será el doble de la representación que permite la ley electoral de 1996.
El analista Jorge Alcocer es tajante: “Estamos ante lo que jurídicamente se llama fraude a la Constitución. No puede ser que tengamos una burla de este tamaño a la Carta Magna”.
Durante una entrevista en Aristegui en Vivo, explica que el término “fraude” fue utilizado por dos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJCN), Fernando Franco y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en el caso del exgobernador Jaime Bonilla Valdez, quien intentó quedarse en el cargo del ejecutivo de Baja California por más tiempo del establecido por la ley.
¿A qué se refiere, específicamente, el analista político?
Responde, sin cortapisas:
“En 1986, el número de diputados plurinominales se duplicó de 100 a 200. Y se introdujo la llamada cláusula de gobernabilidad, en la que se establecía que al partido que tuviera más constancias de mayoría -a condición de que no hubiera un partido que hubiera ganado la mitad más uno de la votación por la Cámara, que ya era de 500 diputados- se le otorgarían plurinominales hasta que alcanzara 251, sin importar su porcentaje de votación. Eso sucedió hasta 1996″.
En ese año se llevó a cabo una reforma al artículo 54 de la Constitución, que estableció dos límites “clarísimos” para las mayorías en la cámara baja: ninguno de los partidos podía tener más de 300 diputados y ninguno, tampoco, tener más ocho puntos porcentuales de sobrerepresentación, que se mide como diferencia entre el porcentaje de votos y el porcentaje de curules obtenidos para integración de la Cámara de Diputados.
Ese texto del 96 -detalla- es el vigente en materia electoral, “y no se ha modificado desde entonces”. Precisa que todavía en aquel año era posible que los partidos políticos pudieran transferir votos entre sus respectivas coaliciones por convenio antes de la celebración de las votaciones. Pero, aún así, la ley establecía que a la coalición debía tratársele como un sólo partido. Subraya que, al ser así, ninguna de las coaliciones podría tener más de 300 diputados ni más de 8% de representación. En 2007 se estableció que las “transferencias” de votos no estaban permitidas.
A partir de ese año, dice el fundador de la revista Voz y Voto, las contiendas electorales se dirimieron bajo esa premisa, pero todo cambió en 2018. “A partir de hace seis años se comenzó con la estrategia de transferencia de curules. Ya no de votos, sino de curules. Se entregaron por anticipado. Para que, con la ayuda de los partidos pequeños, los grandes se beneficiaran con un doble efecto: mantiene un máximo de curules de mayoría y conserva una votación baja para beneficiarse de la plurinominal. En ese año, al Partido Encuentro Social Morena le entregó 75 distritos de mayoría, a pesar de que había ganado solamente 56, con 2.6% de la votación, lo que lo llevó a perder el registro. Ese diputados terminaron en Morena. Fue un fraude maquinado”.
En este año , precisa Alcocer, Morena ganó 143 distritos electorales, de los 300 que tiene el país. Al Partido Verde le entregó 71 -ganó sin alianza 57- y al Partido del Trabajo 46 -38, sin alianza. Así, mientras el PVEM tiene 9% de la votación, el PT 5%, pero obtuvieron 57 distritos. “A la hora de distribuir los plurinominales, Morena no rebasa los 8 puntos porcentuales, como tampoco el Verde ni el PT: no rebasan formalmente esa cifra, pero si sumamos sus porcentajes significan 16% : el doble de lo que permite la Constitución. El PRI, el PAN y MC se subrrepresentan en ese sentido. Sumados Morena, PT y PVEM pretenden tener 373 diputados. Si se suman sus porcentajes de votación alcanzan 56%, pero en conjunto tendrán 74.4% de la Cámara de Diputados en la próxima legislatura”.
Jorge Alcocer repite, igual de tajante:
“No puede ser que tengamos una burla a la ley y a la Constitución de este tamaño. Y el INE parece mirar para otro lado. Esto es un engaño”.