La Espinita

Andy S. K. Brown

  • ¡Estamos Jodidos Mexicanos!
  • Contrastante civilidad ciudadana
  • Apoyos bolivarianos para Morena

 

No hubo casilla en la que votaran morenistas en las que los asistentes no les mostraran su repudio.

Casillas en donde las largas filas de ciudadanos esperando turno para emitir sus votos, rechazaban que los morenistas se saltaran la hilera y llegaran ante las mesas como Pedro por su casa.

Hacia el mediodía la enorme participación auguraba el sufragio mayoritario en contra de los candidatos de la llamada Cuarta Transformación.

Y fue entonces cuando se dio la orden de que la maquinaria de Morena y sus satélites se echara a caminar a todo vapor. Por eso fue que, en algunas casillas, había votantes después de las seis de la tarde. Los enviados de ese viejo priísta que López Obrador ostentosamente lleva dentro.

Estaba cantado. El presidente que se pasó por el arco del triunfo todas las leyes electorales no tenía por qué jugar limpio el día de los comicios.

Por eso la proclama de que Claudia Sheinbaum dicen que ganó el proceso.

¡Malas noticias para México y para los mexicanos!

Ahora sí estamos jodidos, queridos paisanos.

Más de lo mismo que el país ya no tolera ni aguanta más.

Seguirán la polarización, los abrazos y no balazos, el largo camino de la salud hacia Dinamarca, la corrupción, la desaparición de la Corte como la conocemos, del INE, del INAI…

Seguirán los mismos subsidios y chantajes a medios como Televisa y a las empresas que conforman la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión que se apresuraron, por mero interés, a felicitar a la candidata oficialista.

Seguirá, entonces, la manipulación de la información.

¿Qué sigue?

¿Voto por voto?

¿Casilla por casilla?

¿Ocupamos un par de meses el Zócalo y el Paseo de la Reforma con tiendas de campaña durante un par de meses, por lo menos?

* * *

Pese a las candentes condiciones climáticas, la gran afluencia de electores a las casillas en el territorio nacional y en el extranjero muestra el alto grado de civilidad y responsabilidad política de una población ávida de vivir en democracia.

Y esa civilidad, lamentablemente, no es correspondida por quienes buscaron alcanzar cargos en posiciones ejecutivas y legislativas, y tampoco por los líderes de sus partidos y coaliciones.

Anoche, ¡todos se dijeron ganadores!

A diferencia de lo que sucede en democracias consolidadas, ningún aspirante a gobernador reconoció su derrota. Tampoco lo hicieron las dos candidatas presidenciales. Salieron a proclamar sus triunfos.

¿Todos ganaron, entonces?

No. Todos intentaron asestarnos “madruguetes”.

Los morenistas, leyendo un guion que seguramente les escribieron en Palacio Nacional. Las mismas frases. Idénticos agradecimientos a la población. El mismo reconocimiento de todos al “líder” López Obrador.

Los de la Coalición con gran ánimo, pero pidiendo a las ciudadanía vigilar las casillas, los conteos y los traslados de las actas. Pero también declarando triunfos en la Presidencia y en seis gubernaturas, Guanajuato, Yucatán, Puebla, Veracruz y Morelos, incluida la jefatura de Ciudad de México.

Cuando menos no declararon “carro” completo, como sí lo hicieron los morenistas.

Quienes deberían dar clases de democracia defraudaron, como siempre.

Los políticos mexicanos no están a la altura de nosotros.

* * *

¿Para qué trajo AMLO al bolivariano Evo Morales, exdictador derrocado de Bolivia?

¿Para apoyar en el fraude?

¿Para que, por si las dudas, le brindara apoyo moral?

¿Para que le prestara su hombro para llorar sobre él?

@AndySKBrown1

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