LOS CAPITALES

Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ

 

El mundo está entrando a una etapa de estancamiento económico, disminuyendo drásticamente el movimiento de capitales y, principalmente, los flujos de la Inversión Extranjera Directa (IED). Dicho fenómeno también lo está resintiendo la economía de Estados Unidos. En un reporte de investigación de fDi intelligence, empresa dedicada al análisis de inversión extranjera directa global, encontraron que las nuevas inversiones en manufactura en la principal economía del mundo, se desaceleraron a mínimos desde que se tienen registros del 2014, a pesar de que se esperaba una llegada importante de flujos.

En este sentido, el reporte de fDi calcula, con información del Buró de Análisis Económico (BEA), que la nueva inversión extranjera en manufactura se ubicó en 42.9 billones de dólares en 2023, después de que en 2022 se captaron 63.9 billones y en 2021 un total 123 billones, mostrando una clara tendencia a la baja. La caída se considera inusual, si se toma en cuenta que el gobierno de EU impulsó dos programas para atraer inversión extranjera directa: 1) el Inflation Reduction Act (IRA) y 2) el Chips and Science Act (CSA). Ambos, sin buenos resultados.

Al respecto, INTERCAM, nos recuerda que en México, es una realidad que la IED ha alcanzado máximos históricos, sin embargo, recientemente se ha argumentado que, derivado de que las nuevas inversiones no muestran un comportamiento positivo, el fenómeno del nearshoring no resulta evidenciable. Ello, pese a que las nuevas inversiones contabilizadas en la IED han disminuido en prácticamente todo el mundo. Incluso en EU. Hay que recordar que parte del nearshoring resulta de la necesidad de disminuir la exposición al riesgo de China del principal mercado del mundo.

Por otra parte, en un seguimiento del indicador de comercio internacional World Trade Monitor (WTM) de la Oficina de Análisis de Política Económica de los Países Bajos (CPB), podemos observar que el comercio mexicano se ha movido en línea con las tendencias económicas a nivel global. En este sentido, la desaceleración del comercio mexicano que se observó desde 2023 podría responder en parte al dinamismo internacional. Así, en los últimos meses observamos un repunte en el comercio internacional, lo cual podría significar un impulso para nuestro país en los próximos meses.

En su publicación más reciente, el WTM señala que el comercio internacional creció 0.7% en junio, acorde a cifras con ajuste estacional, y revirtiendo la caída de mayo -0.3%. De esta forma podemos observar mejoría en las tendencias globales de comercio al cierre del segundo trimestre del año. Esto también lo pudimos observar en nuestro país donde si bien se mantiene débil, existe una mejoría respecto al inicio de año.

Avanza la fuga de talentos mexicanos al mercado de Estados Unidos.

En los últimos años, el mercado laboral en México ha visto cómo cada vez más profesionales calificados buscan oportunidades más allá de las fronteras nacionales. Y si bien uno de los principales motivadores era el obtener mejores ingresos, la diáspora de talento internacional o también conocida como “fuga de cerebros” se ha convertido en un fenómeno multifacético que va más allá de las consideraciones salariales. En los recientes cinco años, más de un millón de mexicanos emigraron del país, casi medio millón más que en el periodo anterior. La mayoría de estos colaboradores inició su travesía por motivos relacionados con el trabajo y una cuarta parte de ellos están altamente calificados.

Según Ivonne López, de Brand & Communications Manager de Pandapé, “En un mercado laboral global cada vez más competitivo, donde las oportunidades trascienden fronteras, los colaboradores buscan más que un buen sueldo; buscan experiencia, reconocimiento y propósito. De ahí que las empresas pueden desarrollar estrategias efectivas que les permitan atender estas necesidades antes de que las personas decidan partir, o bien generar ofertas atractivas para que regresen, o bien para sumar su talento”.

De acuerdo con la experta, aunque a menudo se pensaba que el principal motivador salarial era lo que más pesaba cuando alguien decidía emigrar, en realidad, otros factores no económicos juegan un papel igual o incluso más importante. De hecho, son estos aspectos los que suelen ser la verdadera razón detrás de la decisión de partir por parte de la fuerza laboral calificada.

Entre estos se encuentran la formación de nuevas habilidades, el reconocimiento ―social y/o empresarial―, cursar nuevos estudios, incluido el de idiomas, vivir la experiencia cultural, hacer algo nuevo o emprender una aventura en el extranjero. Y si bien muchos colaboradores desean regresar al país, actualmente sólo 11% lo hace por motivos laborales.

México se ubica actualmente como el segundo país con mayor migración laboral del planeta (después de India). La fuga de talento tiene un impacto profundo en el desarrollo económico. Uno de los más notables es la pérdida de la inversión en educación, pues se dedican recursos significativos a formar a los profesionales que, al migrar, terminan beneficiando a otras economías.

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