Yo Campesino / ¿Toma distancia?

  • ”Estate quieto” de Sheinbaum a legisladores de morena. Se ¿Moderará?

Miguel A. Rocha Valencia

 

Aunque la virtual presidenta electa de señales claras de que continuará con “el segundo piso” de la 4T, la verdad es que ya son varias ocasiones en las cuales hace planteamientos más mesurados en la ruta de reformas y cambios que de hecho, le ordena el ganso de Macuspana. Y no es para menos, quien cargará con el paquete los próximo seis años será la científica quien además no tiene las mismas frustraciones y revanchas de quien se va a ir a La Chingada al finalizar septiembre.

Se nota que si está preocupada por los efectos que pueden tener las reformas del tabasqueño en su administración ya que si bien existe la oferta de inversiones extranjeras directas por 40 mil millones de dólares que está trabajando quien habrá de ser secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrad, podrían volverse humo si los empresarios ven peligrar su dinero o no se dan las condiciones para hacer un buen negocio.

Los dueños del dinero no son hermanas de la caridad, buscan la ganancia pero para tenerla, primero necesitan estabilidad y seguridad jurídicas, misma que no tuvieron con el profeta cuatrotero. Y si el marco legal no es lo que ellos quieren, simplemente no arriesgan más. Lo mismo sucede con la inversión privada nacional donde según los hombres de negocios, pondrán a los pies del nuevo régimen hasta 47 mil millones de dólares para emprender proyectos especialmente constructivos de la próxima administración, pero si no se dan las condiciones, harán lo mismo que en este sexenio al que le ofrecieron un mínimo de 36 mil millones de dólares que no se vieron.

El fenómeno es tan palpable para quien asumirá la presidencia que el mismo Inegi reporta que el segundo trimestre del año registró un “crecimiento” anualizado de 1.1 por ciento que hace prever que las expectativas para este sexenio serán de menos del uno por ciento del PIB en promedio, lo cual es nada para la dinámica de un país como México, cuya dinámica financiera se mantuvo a base de créditos que superaron los seis billones de pesos y la “inversión” de dinero gratis que alimentó la economía y la inflación. En su más reciente declaración en torno a las reformas, la señora Claudia Sheinbaum puso orden en la casa y ante la calentura de los diputados de su partido en torno al dictamen para extinguir los órganos autónomos, advirtió que eso no es prioridad para ella quien antes sacará las relativas a otros temas.

Esta es la primera vez que la favorita del rey recuerda a los diputados y senadores de hoy que no serán ellos quienes aprobarán o rechazarán las iniciativas presentadas por el todavía machuchón de Palacio Nacional, sino serán los de la siguiente legislatura quienes los hagan y obviamente, en los términos que les ordene la ya para entonces, presidenta constitucional.

No es poca cosa el mensaje, ya que ni siquiera los famosos foros sobre la reforma donde participan los actuales legisladores son garantía de algo que vaya a suceder pues es obvio que al entrar la nueva administración y legislatura las señales pueden ser distintas con todo y la llamada sobre representación.

Eso en economía es bueno porque la pérdida de dinamismo observada en los últimos tres trimestres es de llamar la atención, sobre todo si como dice el Inegi, se acentuó en la primera mitad de este año especialmente en los temas generadores de mano de obra y alimentos. Ese 1.1 por ciento y la tendencia hacia abajo, es parea no descuidarse y agravarlo con cuestiones que pueden esperar como dice la ganadora de las pasadas elecciones.

Para qué precipitarse a reformar un marco legal que ya de por sí nos puso en la mira sobre todo por su inestabilidad, centralismo y opacidad. Porque sin duda, más allá del tema de la Conabio del que habló Claudia Sheinbaum, está el INAI, la COFESE, y desde luego la de Competencia Económica.

De ahí que el estate quieto de la próxima inquilina de Palacio a los actuales legisladores es una buena noticia y por qué no, algo podría cambiar en materia Judicial no por cuestiones democráticas sino para no comprar calenturas ajenas con precipitaciones especialmente en un inicio sexenal que ya de por sí será muy difícil especialmente en lo económico por las presiones de las deudas, ausencia de fondos para arrancar y la expectativa empresarial que espera señales positivas.

Lo cierto es que quien llegará a Palacio, tendrá cosas más urgentes e importantes que doblegar a un poder Judicial que en pocos meses será colonizado y acabar con organismos autónomos que ofrecen una cara de certeza ante el mundo. Veremos.

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