Daniel González Delgadillo

Ciudad de México. La producción de maíz en Sinaloa caería a 1.5 millones de toneladas para este año por factores de la intensa sequía, la falta de proyectos hídricos para el campo y la inseguridad, estimó la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), al señalar que los rendimientos estatales en 2024 fueron de 2.5 millones de toneladas y en 2023 de 6 millones toneladas, cuya cifra solían cosechar en años anteriores.

Ante este panorama en el principal estado productor, Enrique Riveros Echavarría, consejero de la AARC, apuntó en entrevista con La Jornada que las exportaciones de maíz blanco desde Estados Unidos son históricas llegar a las 400 mil toneladas para este mes, cuando el año pasado fueron 229 mil toneladas.

Comentó que estas compras arriesgan la seguridad alimentaria del país -cuando se tienen leyes que prohíben su cultivo- y los estándares de calidad para ciertas industrias relacionadas, como el sector de la masa o la tortilla.

Sobre la baja producción, explicó que las cosechas cayeron a 200 mil hectáreas cuando en años previos alcanzaban las 600 mil hectáreas. Detalló que la falta de riego sobre los cultivos, ante la escasez de agua y las presas del estado en sus niveles más bajos, provocó un desarrollo deficiente del maíz, cuando 98 por ciento del que se siembra en el estado es blanco no transgénico.

Subrayó que este es el tercer año consecutivo que sufren caídas en sus precios, porque en la actualidad está en 6 mil pesos por tonelada a nivel local y hacia el extranjero aproximadamente en 5 mil 200 pesos (270 dólares), con base en la fórmula de la bolsa de Chicago, precios “que no reflejan el costo de los que es sembrar maíz aquí”.

Riveros, también ex presidente de la AARC, destacó que los gastos de los productores sinaloenses han incrementado, al tener pagos adicionales, como el bombeo de agua o la contratación de mayor seguridad.

“Los costos se nos han venido bajando y subiendo, y sencillamente ya no nos salen los números, ya no es rentable. Necesitaríamos aumentar muchísimo la producción, y eso no va a suceder en un futuro cercano. Los productores ya están entre la espada y la pared”.

Ante estos retos, llamó al gobierno federal a poner más atención al campo con programas serios. “Debemos buscar que el productor sea rentable, porque mañana o pasado se acabará la producción no sólo en Sinaloa, sino en los demás también”, resaltó.

Con información de La Jornada

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