A un mes del estallido de la guerra entre Los Chapitos y El Mayito Flaco, el gobernador de Sinaloa pidió más militares para reforzar la seguridad en el estado.

Por Ernesto Jiménez

Este miércoles se cumplió un mes desde el estallido de la guerra entre Los Chapitos y La Mayizaentre el 9 de septiembre y el 9 de octubre se contabilizan 180 homicidios dolosos y 19 muertes durante enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y civiles armados, según fuentes oficiales; además, el colectivo Sabuesos Guerreras identifica 278 carpetas de investigación abiertas por desaparición de personas entre los meses de agosto y septiembre.

Después de ocho días en el cargo, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) acudió a Sinaloa -custodiado por un fuerte operativo militar-; después de su reunión con el gobernador Rubén Rocha Moya, éste último afirmó que se enviarán Fuerzas Especiales del Ejército y más elementos de la Guardia Nacional para reforzar la estrategia de seguridad.

La situación de violencia en Sinaloa es crítica, a pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum resaltó que Guanajuato tiene más homicidios dolosos. Para entender el porqué de la ingobernabilidad en la que se encuentra el estado, podríamos basarnos en los cuatro indicadores que planteó el politólogo Philippe Schmitter:

  • Cuando algunos ciudadanos intentan influir en las decisiones públicas por métodos violentos o ilegales: Han sido ampliamente difundidos los presuntos nexos del gobernador Rocha Moya con Los Chapitos; su nombre llegó a figurar en un volante junto a los rostros de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar; también se tiene evidencia de grupos criminales haciendo propaganda y participando de manera violenta en las elecciones de 2021 y 2024.
  • Inestabilidad expresada por el fracaso de la élite para conservar sus posiciones de dominación: Los últimos tres gobernadores de Sinaloa han emanado de partidos diferentes: PAN (Mario López Valdez), PRI, (Quirino Ordaz) y Morena (Rubén Rocha Moya); éste último enemistado con Héctor Melesio Cuén Ojeda por el control de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ambos señalados de estar citados a una reunión con los líderes del Cártel de Sinaloa. Hipótesis de periodistas expertos en temas de seguridad apuntan a que nada y nadie podría gobernar en el estado sin la venia del Mayo Zambada y Chapo Guzmán. Pero esa estabilidad se rompió cuando El Chapo fue extraditado (2017) a Estados Unidos y terminó por quebrarse el 25 de julio con la detención del Mayo: las verdaderas élites de dominación en Sinaloa.
  • Ineficacia de políticos y burócratas para alcanzar los objetivos deseados por el Estado: Previo al estallido de la guerra entre Chapitos y Mayiza Rubén Rocha Moya presumía que el estado era uno de los más seguros del país; para septiembre, Sinaloa se ubicó en el puesto siete con más homicidios dolosos (125). El caos para el gobierno local comenzó con la detención del Mayo Zambada y el asesinato de Melesio Cuén (ambos el 25 de julio); a ello se sumó una investigación desaseada de parte de la FGE que terminó por dejar el caso en manos de la FGR y obligó a su extitular, Sara Bruna, a renunciar al cargo; por si fuera poco, el propio Mayo Zambada afirmó que se reuniría con el gobernador, lo que alertó a la FGR -quien ya lo investiga. Desde entonces Rocha Moya ha intentado mandar un mensaje de tranquilidad a los pobladores, para lo cual pidió más militares que estén cerca de los habitantes y los hagan “sentir seguros”.
  • Ilegalidad de parte de actores con gran poder corporativo que logran evadir restricciones constitucionales en búsqueda de ventajas y de su propia supervivencia: Aunque El Mayo Zambada ya se encuentra detenido en Estados Unidos, 13 de sus empresas -según una investigación del portal Animal Político– siguen operando en México: están ubicadas en Culiacán y ligadas a algún integrante de su familia. Y es que parte del poder del exlíder del Cártel de Sinaloa se debía a que “invirtió” el dinero ganado con el tráfico de drogas en negocios legales: ganado, leche, parque acuático, constructoras, inmobiliarias y hasta una estancia infantil, son algunos de las empresas utilizadas para lavar dinero y que no han sido tocadas por las autoridades mexicanas y estadounidenses. Además del Mayo Zambada, otros de sus presuntos cómplices en Sinaloa han sido identificados como importantes miembros de la industria ganadera (Jesús Vizcarra y Faustino Hernández); durante la guerra, La Mayiza ha vinculado a Los Chapitos con el gobernador Rocha Moya, en aras de su sobrevivencia y que los ataques del Estado se enfoquen en sus rivales; La Chapiza ha hecho lo propio y dice que El Mayito Flaco cuenta con protección federal.

 

Con información de Infobae

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