Estos son los factores que diferencian a La Nueva Familia Michoacana del CJNG y el Cártel de Sinaloa
EEUU ofrece hasta 8 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga.
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La Nueva Familia Michoacana se ha posicionado como el tercer grupo criminal más relevante en México, por detrás del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Aunque comparten el escenario de la violencia y el crimen organizado, su estructura, métodos y modelo de negocio son distintos.
La organización, encabezada por los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias El Pez y La Fresa, enfrenta actualmente una fuerte presión por parte del gobierno de Estados Unidos, que ofrece una recompensa de hasta 8 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
A diferencia de sus rivales de Sinaloa y Jalisco, los Hurtado han construido un imperio criminal con estrategias centradas en la extorsión, el control político local y la infiltración en las estructuras municipales, más que en el trasiego de drogas hacia el extranjero.
Un modelo criminal diferente
De acuerdo con el consultor en programas de gobierno y especialista en seguridad pública, David Saucedo, la diferencia más notable de La Nueva Familia Michoacana frente a los grandes cárteles mexicanos es la diversificación de sus ingresos, donde la extorsión sistemática representa su principal fuente de financiamiento.
Cobran derecho de piso a prácticamente cualquier tipo de actividad económica en las zonas que controlan, desde tortillerías, dulcerías y pequeños comercios, hasta empresas extranjeras de gran tamaño, detalló en una entrevista para La Saga de Adela Micha.
El especialista señaló que uno de los errores más graves de los hermanos Hurtado, que detonó la actual persecución estadounidense, fue precisamente intentar extorsionar a una cadena departamental internacional y a una empresa refresquera global.
También se ha documentado que la organización extorsiona a productores de aguacate en Michoacán, lo que impactó directamente en el precio del producto en el mercado estadounidense. Además, grupos relacionados con esta organización criminal habrían secuestrado a inspectores fitosanitarios estadounidenses encargados de supervisar la exportación de aguacate libre de plagas hacia Estados Unidos.
“El tema económico es muy relevante para los norteamericanos”, explicó Saucedo. “El aumento en los precios del aguacate y la presión sobre las cadenas de suministro pusieron en el radar de Washington a la familia michoacana, que de por sí ya acumulaba otros antecedentes”.
Expansión territorial e infiltración política
Aunque su cuna es Michoacán, La Nueva Familia Michoacana ha logrado expandirse hacia Morelos, el Estado de México, Guerrero, Oaxaca e incluso algunas zonas de la Ciudad de México. Esta expansión no se ha basado únicamente en la violencia armada, sino también en una estrategia de infiltración política.

La Nueva Familia Michoacana
Saucedo detalló que los hermanos Hurtado han financiado campañas electorales, impuesto candidatos afines y, en varios casos, amedrentado a rivales políticos para asegurarse el control de gobiernos municipales.
De acuerdo con el especialista, la organización ha conseguido insertar a sus propios sicarios en las nóminas de las policías municipales, quienes cobran salarios como si fueran elementos de seguridad pública.
Además, controlan áreas estratégicas dentro de los ayuntamientos, como las direcciones de fiscalización, responsables de supervisar bares, cantinas y centros nocturnos, y la organización de ferias regionales, las cuales manejan presupuestos significativos para la contratación de artistas y espectáculos.
“El empresario más grande en muchos municipios no es un empresario privado, es el propio gobierno local por los fondos del Ramo 33″, explicó Saucedo. Estos recursos federales destinados a obras de infraestructura social son aprovechados por el grupo de El Pez y La Fresa, que participa directamente mediante constructoras creadas con prestanombres, pero controladas por el grupo criminal.
Propiedades de lujo a nombre de políticos locales

(FGJEM)
A diferencia de otros capos del narcotráfico que viven en la clandestinidad, El Pez y La Fresa han ostentado su poder mediante la adquisición de propiedades de lujo. Entre ellas se encuentran ranchos con albercas, canchas de tenis y zoológicos privados, principalmente en el Estado de México.
Según la información compartida por Saucedo, algunas de estas propiedades están registradas a nombre de un exalcalde del Estado de México, quien facilitó los trámites de construcción y permisos de uso de suelo. Actualmente se desconoce el paradero de ese exfuncionario.
“La Familia Michoacana tiene esta característica: primero convierte a alguien en aliado y luego en víctima”, señaló el especialista, sugiriendo que es poco probable que se conozca el destino de ese exalcalde.
Drogas y operación
A pesar de que su presencia en el negocio del fentanilo es menor en comparación con el CJNG y el Cártel de Sinaloa, los de Michoacán se mantienen en la producción de metanfetaminas y ha intentado expandirse en este ámbito.

Su negocio es más por la metanfetamina (Gobierno de Chihuahua/Ilustrativa)
Este conjunto de acciones explica por qué el gobierno estadounidense decidió ofrecer una recompensa de hasta 8 millones de dólares por la localización de los hermanos Hurtado, quienes han ido escalando en la jerarquía criminal tras la captura o muerte de líderes históricos como Nazario Moreno y Servando Gómez, alias La Tuta.
Por otro lado, mientras que el CJNG y el Cártel de Sinaloa concentran su poder en el trasiego internacional de drogas, rutas de narcotráfico y la producción de fentanilo a gran escala, LNFM basa su expansión en el control político, la extorsión local y la participación en la obra pública.
“Ellos encontraron una manera de convertirse en gobierno sin necesariamente estar en la boleta electoral”, aseguró Saucedo. La estrategia de la organización michoacana no se enfoca en las rutas globales del narcotráfico, sino en dominar el entorno político y económico de las regiones donde opera.
En la mira de EEUU

Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga son los líderes de La Nueva Familia Michoacana, organización del narcotráfico (Foto: DEA)
El gobierno de Estados Unidos anunció una recompensa de hasta 8 millones de dólares por información que permita la captura o condena de los hermanos Hurtado Olascoaga. De acuerdo con la vocera del Departamento, Tammy Bruce, la recompensa incluye hasta 5 millones de dólares por información sobre Johnny Hurtado y hasta 3 millones de dólares por datos que lleven a la detención o condena de su hermano José Alfredo Hurtado, en cualquier país.
Esta es la primera vez que se emite una oferta de recompensa relacionada con un cártel designado como organización terrorista extranjera (FTO) y como terroristas globales especialmente designados (SDGT), categoría que el Departamento de Estado otorgó a la LNFM el pasado 20 de febrero.
Según datos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), la LNFM opera principalmente en el Estado de México, Michoacán y Guerrero, y estaría involucrada en el tráfico de más de 36 toneladas métricas de metanfetamina, 12 toneladas de heroína mexicana y 12 toneladas de cocaína al año hacia el territorio estadounidense.
La medida complementa las acusaciones presentadas por el Departamento de Justicia en el Distrito Norte de Georgia, donde los hermanos Hurtado enfrentan cargos por conspiración para fabricar y distribuir drogas, incluyendo fentanilo, con conocimiento de que serían importadas a Estados Unidos. Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro anunció sanciones adicionales contra los dos líderes y otros integrantes del cártel.
Con información de Infobae