Estrategia fallida: violencia paraliza la vida y economía en Sinaloa
A diez meses del estallido de la guerra entre las facciones de “Los Chapitos” y “Los Mayos” en Sinaloa, la violencia continúa agravándose, especialmente en la capital estatal y en la zona centro, con severos impactos sociales, económicos y de seguridad.
De acuerdo con información publicada por Proceso, los efectos acumulados del conflicto hacen prever que la recuperación de Sinaloa será lenta y complicada. Con una economía golpeada, un gobierno rebasado y una ciudadanía sometida al miedo, el estado enfrenta su peor crisis desde 2017.
Récord de violencia
Sinaloa cerró junio como la entidad con más homicidios dolosos en el país, con 207 casos en ese mes, 30 de ellos en un solo día. En total, van mil 590 asesinatos desde el inicio del conflicto, lo que marca un nuevo récord en violencia.
La pérdida de vidas coincide con un deterioro profundo del empleo. Según el IMSS, Sinaloa ha dejado de registrar 44,239 empleos formales, casi 15,000 tan solo en el último mes.
Entre septiembre y diciembre de 2024, se contabilizaron 668 asesinatos, cifra que fue superada por los 883 del primer semestre de 2025. El ritmo de ejecuciones no ha disminuido pese a los cambios en mandos policiacos.
Desde el estallido del conflicto, la vida en Culiacán se paralizó. Las escuelas cerraron, los comercios bajaron sus cortinas y la ciudadanía quedó atrapada entre el fuego cruzado y la falta de acción gubernamental.
Estrategia fracasada
Una estrategia lanzada en marzo para reactivar la vida nocturna en zonas comerciales fracasó luego de que una cabeza humana fue dejada frente a Plaza Fórum, en una zona patrullada por fuerzas federales y estatales.
El gobierno estatal busca replicar la iniciativa en el Paseo del Ángel, pero la desconfianza ciudadana persiste. La violencia ha cambiado los hábitos de consumo, esparcimiento y convivencia.
En el sector educativo, niños y docentes han tenido que adaptarse a los “protocolos de seguridad” frente a balaceras. El ciclo escolar comenzó y terminó bajo condiciones de riesgo.
Al menos 40 menores de edad han muerto desde septiembre de 2024. El saldo humano del conflicto es especialmente grave en la zona rural, donde las autoridades tienen poca o nula presencia.
Con información de El Diario de Yucatán