Gertz se va
Alejandro Gertz no vería mal a Arturo Zaldívar como su sucesor; el problema es López Obrador, quien se desencantó por la forma en que el ministro de la SCJN se ha conducido.
DÍGASE LO QUE se diga, el estado de salud del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, le impide seguir al frente de las funciones que su responsabilidad le exigen.
El fiscal ya aceptó dejar el cargo y lo que está en la mesa con la Secretaría de Gobernación es el mecanismo de transición, en el que el propio Gertz llevará mano para firmar el nombre de su sustituto.
En Palacio Nacional no quieren seguir la vía formal de mandar una terna al Senado por el alto costo político que implica dejar en manos de Ricardo Monreal la designación de un nuevo Fiscal General.
La ruta más factible, y en la que el propio Gertz incluso estaría más cómodo, es en la de palomear a un vicefiscal encargado del despacho que nombraría directamente el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tiene que ser alguien de toda la confianza del tabasqueño y del propio Gertz Manero, quien aseguraría un blindaje a sus dos principales colaboradores y operadores: Juan Ramos y Germán Castillo Banuet.
Un candidato que llena el perfil y que en los últimos diez días se empezó a mover es el ministro Arturo Zaldívar, quien desde hace por lo menos un año ha venido sonando como posible relevo de Gertz.
Aunque hoy está impedido legalmente, la ley presenta un resquicio que le permitiría acceder como vicefiscal encargado del despacho y mantenerse así los próximos dos años, en lo que vence su impedimento.
Gertz y Zaldívar trabajaron en términos generales armoniosamente y el primero no lo vería mal como su sucesor; el problema es López Obrador, quien se desencantó por la forma en que aquél se ha conducido.
No sólo no operó a favor de Yasmín Esquivel en su reemplazo al frente de la Suprema Corte de Justicia, sino que se empeñó en apoyar a Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena, el ministro cuestionado por AMLO.
Con información de El Financiero