Finalmente ayer el gobernador del estado firmó la declaratoria de desastre que se envió al Instituto Nacional de Protección, con el fin de obtener los recursos necesarios para comenzar la reparación de toda la infraestructura que se vio afectada por el paso de la tormenta tropical Norma, donde las carreteras y escuelas fueron las que más detalles presentan, además de que se está apoyando económicamente a las miles de familias que terminaron damnificadas al sufrir inundaciones en sus viviendas, perdiendo muchas de ellas lo poco que tenían, así que las autoridades buscarán compensarles eso de alguna manera.

Rubén Rocha Moya reconoció que solo en el tema de los tramos carreteros que acabaron sufriendo serios daños en la entidad, se necesitan por lo menos 200 millones de pesos para atender esas vías de comunicación, mientras que en el caso de las viviendas que acabaron damnificadas, hasta ayer llevaban contabilizadas 6 mil casas, lo que les representaría una derrama de 36 millones de pesos, pero la cifra podría crecer, pues el personal de la Sebides apenas anda realizando los censos hogar por hogar, ya que la idea es que todos los afectados tengan acceso a esos apoyos y puedan comprar los artículos que más les apremien.

Las escuelas es otro tema que el estado también habrá de priorizar, ya que muchos planteles en diversos municipios no pudieron reanudar sus clases porque quedaron en mal estado tras el paso de “Norma”, amén de que algunos ya venían arrastrando deficiencias; de ahí la relevancia que el gobernador ya haya declarado zona de desastre a Sinaloa, esperando que la respuesta de la federación sea rápida, pues ese tipo de necesidades no pueden esperar más.

Con información de El Debate

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