Gustavo Adolfo Infante, periodista mexicano, recordó la última vez que acudió al restaurante La Polar, actualmente clausurado tras el fallecimiento de una persona, y mencionó que tuvo que irse del lugar tras la advertencia de uno de los meseros.

El periodista lamentó que el negocio se le haya ido de las manos a los dueños debido a que en el lugar había un buen ambiente y la gente se la pasaba muy bien.

Durante la transmisión de su programa en YouTube, Gustavo Adolfo Infante compartió que las dos últimas ocasiones que fue al restaurante ‘La Polar’ no se la pasó muy bien. El conductor explicó que la primera vez fue testigo de una pelea en el lugar.

“Las dos últimas veces que fui, una vez fui y se agarraron a trancazos en la mesa de al lado”, explicó el conductor.

Tras esa experiencia, el periodista explicó que acudió otra vez para quedarse de ver con un amigo y mientras esperaba, contó que uno de los meseros le ofreció cambiarse de mesa tras la llegada al lugar de un grupo de personas.

 Ante la solicitud Gustavo Adolfo Infante cuestionó al mesero sobre los motivos de querer cambiarlo de mesa, y éste le explicó que el grupo de gente que llegaba siempre terminaba en bronca.

“Después fui y quedé de verme con mi compadre ahí entonces llega el mesero y me dice ‘Gustavo te voy a cambiar de lugar’ y yo le digo ‘¿por?’, ‘¿ves a estos cuates que están aquí?’ Estaban llegando a una mesa contigua donde estaba yo, eran como 12, 14 no sé. Todos de playera corta, cadenas, gorras de pato, tatuados, con bolsitas cruzadas, con mariconeras”, detalló.

“Entonces empezaron a pedir botellas de tequila y de mezcal. Me dice (el mesero) ‘Gustavo, al rato va haber bronca con estas personas, vente para acá, cámbiate de lugar’. Dije, no, vámonos, ‘buenas noches’ a mí no me dijeron nada”, explicó el conductor

Para finalizar, Gustavo Adolfo Infante lamentó que el restaurante estuviera pasando por los graves problemas que lo aquejan actualmente ya que, destacó, era un lugar en el que había buen ambiente y destacó que a la dueña se le fue el lugar de las manos.

“Doña Trini que es la dueña, pobre mujer, se le fue de las manos el lugar. Había buen ambientacho”, finalizó.

 

Con información de Milenio

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