Human Rights Watch pide a legisladores rechazar reforma electoral de AMLO, advierte que es “regresiva”
Human Rights Watch (HRW) calificó la reforma electoral como “regresiva” y advirtió de los riesgos en derechos humanos que con lleva la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A través de un comunicado, la organización señaló que “los cambios constitucionales podrían socavar gravemente la independencia de las autoridades electorales, lo cual pone en riesgo la celebración de elecciones libres e imparciales”.
De acuerdo con HRW, los legisladores deberían rechazar los cambios propuestos, los cuales contravienen los estándares internacionales de derechos humanos.
“La iniciativa presidencial eliminaría varios controles para preservar la independencia de las dos autoridades que quedarían a cargo de la supervisión de todas las elecciones en el país“, menciona la organización.
Tyler Mattiace, investigador para México de HRW, resaltó que “los cambios propuestos por López Obrador facilitarían que cualquier partido que gobierne coopte las instituciones electorales del país para mantenerse en el poder”.
De acuerdo con Mattiace, “resulta alarmante que los legisladores consideren una propuesta tan regresiva que debilitaría la independencia de las autoridades electorales”.
Cambios con la reforma electoral
En su página, la organización explica que la iniciativa eliminaría todos los organismos y tribunales electorales de orden estatal, que son las autoridades independientes que administran la mayoría de las elecciones estatales y locales, aplican las normas de campaña y resuelven controversias electorales.
“Sus responsabilidades se transferirían al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que se convertirían en los únicos árbitros de todas las elecciones locales, estatales y nacionales en México”, detalla.
Además, HRW menciona que con la reforma electoral se cambiaría la forma en que se designa a los consejeros del INE y a los magistrados del Tribunal Electoral, lo cual “eliminaría las protecciones destinadas a asegurar su independencia del gobierno”.
Asimismo, la organización resalta que “al reducir la cantidad de autoridades responsables de administrar las elecciones, sería más fácil que el gobierno influya en el proceso de selección, y ello debilitaría la independencia de las autoridades electorales“.
HRW recomienda que “a fin de proteger el derecho de los ciudadanos a votar, los Estados deben garantizar que exista una autoridad electoral independiente que pueda supervisar las elecciones de manera justa e imparcial“.