Impunidad mantiene viva la desaparición forzada en Sinaloa: Óscar Loza
Daniela Flores
El presidente de la CEDH afirmó que, pese a contar con fiscalías, laboratorios y comisiones de búsqueda, y el despliegue de cientos de elementos de seguridad en el estado derivado de la crisis de seguridad “la desaparición forzada sigue siendo un cáncer social”
CULIACÁN._ La impunidad llevó a que la práctica de la desaparición forzada en el país se convirtiera en un “nefasto oficio”, una invitación a cometer este delito, advirtió Óscar Loza Ochoa, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Durante la presentación del libro “La memoria como trinchera” en la Feria Internacional del Libro Culiacán 2025, Loza Ochoa recordó que hace 50 años inició la práctica de la desaparición forzada en Sinaloa. En esta obra se documenta el primer caso registrado en el estado, el de Lourdes Martínez Huerta, desaparecida en 1975, a quien se dedica el libro.
“En México, la impunidad se cuece aparte. Son contados los casos en los que presuntos responsables de la desaparición forzada han comparecido ante un tribunal y que estén cumpliendo una sentencia por ello”.
“En Sinaloa tenemos dos casos apenas, ambos en el municipio de Ahome, con la particularidad de tener presos a quienes desaparecieron a personas, pero sin localizar, hasta hoy, a las víctimas, ni vivas ni muertas”, subrayó.
Criticó que, pese a la creación de fiscalías especializadas, laboratorios de genética, comisiones de búsqueda y organismos de atención a víctimas, se siga cometiendo este crimen.
E incluso, reclamó, la práctica de la desaparición continúa alimentándose ante el despliegue de cientos de elementos militares y policiales como parte del reforzamiento por la crisis de seguridad en el estado.
Enfatizó que, así como en países como Argentina, Chile y Uruguay se logró enjuiciar a los responsables, en México esa deuda histórica sigue pendiente.
“Todo ello nos resulta insuficiente para detener la práctica de la desaparición forzada. La abrumadora presencia militar y policial en el estado de Sinaloa y en otras entidades nos prueba que no son suficientes para inhibir la práctica de la desaparición”, apuntó.
“La desaparición forzada de personas es el cáncer de nuestro tiempo”, afirmó. Loza Ochoa explicó que el libro reúne testimonios de personas que vivieron la represión de los años setenta y de familiares que, generaciones después, continúan buscando a sus seres queridos.
El presidente de la CEDH enfatizó que solo la movilización ciudadana podrá frenar esta práctica.
“La desaparición forzada es un cáncer que amerita una acción social de mayor calado y un compromiso muy serio de parte de la autoridad para enfrentarlo.
“Al cumplirse 50 años de su desaparición, de esos textos aprendemos que solo tenemos una alternativa que no es huérfana porque se hace con la participación masiva de ciudadanos: la movilización social con la consigna de parar la práctica de la desaparición forzada”.
Con información de Noroeste



