Inauguran el Gran Acuario
EN LA GRILLA
Inauguran el Gran Acuario
Mazatlán Mar de Cortés
Las espectaculares peceras y el edificio
icónico están formalmente abiertos;
“¿ño que ño?” exclama Ernesto Coppel
FRANCISCO CHIQUETE
El Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés fue inaugurado este martes, con una sencilla ceremonia de corte de listón, y recorrido a lo largo de sus espectaculares peceras.
Durante el recorrido posterior, el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués y el gobernador Rubén Rocha Moya compartieron el asombro ante el concepto en que se desarrolla una narrativa de respeto y exaltación de las especies, y sobre todo, el carácter recreativo y educativo del nuevo organismo.
Fue, explicó el empresario Ernesto Coppel Kelly un esfuerzo de diez años que fructifica, y que da a Mazatlán un atractivo adicional a lo que tiene en estos momentos. Ha sido un esfuerzo primero personal, invirtiendo en la planeación del proyecto Parque Central al que todavía le falta un edificio icónico, el del museo de Mazatlán, que ya cuenta con proyectos definidos.
Ha sido un gran esfuerzo, estableció. Primero fue convencer sobre la idea, y para ello se habló con tres gobernadores, siete presidentes municipales y dos presidentes de la República. Reconoció la respuesta inmediata del actual secretario de Turismo cuando se le pidió el apoyo. Sin embargo, a la hora de buscar quién le entrara a la inversión en el acuario no hubo, por lo que él mismo debió entrarle al toro.
Durante la ceremonia previa, en los pastos del jardín del acuario, los diferentes involucrados en el desarrollo dieron su visión del esfuerzo, incluyendo a la arquitecta Tatiana Bilbao, quien destacó el propósito de construir un edificio que conjuntara arbitrariamente al pasado y al futuro. Es un edificio que en el presente rememora al pasado, visto en el futuro, una ruina que dentro de siglos emergerá de una inundación, con sus paredes pletóricas de vegetación y de aguas descendentes. Pero lo mejor viene dentro, en sus peceras oceánicas, sus túneles de agua real, pero simulada, como en el tubo de una ola. En un efecto teatral, permitieron que el tropel de la comitiva entrara a la sala mayor con las luces apagadas. Una vez que cada quien estuvo en su lugar, se encendieron las lámparas de la gran pecera, dando lugar a un espectáculo inusitado, en que los tiburones cruzaban majestuosos, conviviendo con especies menores, pero también de gran presencia.
El viaje por los diferentes ecosistemas marinos, delimitados por los niveles de profundad es una verdadera aventura que no se olvida.
Coppel Kelly señaló que además de la diversión, hay una especial atención al aspecto académico. Ya se tienen convenios con las áreas de investigación de los acuarios de Vancouver Canadá, Barcelona España y Monterey California.
El gobernador Rocha Moya destacó también el asunto de la investigación, que ha permitido la colaboración ya establecida con Limnología de la UNAM y otros centros de estudio.
En su intervención en la ceremonia inaugural, el gobernador ponderó la participación de Coppel Kelly en el proyecto del Acuario. Es una inversión pública-privada, con dinero del gobierno y de los empresarios, más del empresario, que cubre varios aspectos de la vida del puerto, generando empleo ayudando al desarrollo económico, trayendo entretenimiento y conocimiento.
En resumen, Rocha Moya definió al empresario como “un rico relajado”, que sabe para qué es el dinero, que le sirve para divertirse, pero también para extenderlo a la comunidad, ayudando a que los demás se relajen también mediante el acceso al empleo o a la diversión.
El secretario de Turismo destacó también la importancia del empresario mazatleco en el concierto turístico nacional y las potencialidades de Mazatlán como parte del proyecto Mar de Cortés, que impulsan el gobierno federal y los gobernadores de esta zona del país.
El Gran Acuario Mar de Cortés inició sus actividades hace aproximadamente un mes. En este tiempo ha habido una magnífica afluencia de visitantes, pero fue hasta ahora que se hizo la inauguración oficial. En su discurso, que empezó con el anuncio de que sería leído, es decir, formal, Neto Coppel arrancó con un “Ño que ño, cabrones?
Era una respuesta a los que no creyeron en la viabilidad del proyecto, que requirió de su parte una inversión de mil doscientos millones de pesos, todos prestados, aclaró. “Somos especialistas en pedir prestado a los bancos”.
Aunque el espectáculo es intenso, el acuario todavía seguirá equipándose e incorporando nuevos atractivos.