Por Arafat Barbakh y Nidal al-Mughrabi

GAZA/CAIRO, 4 dic- Las fuerzas terrestres israelíes se enfrentaban a combatientes de Hamás en toda la Franja de Gaza, declaró el domingo el ejército israelí en su más clara indicación hasta la fecha de que había comenzado una ofensiva terrestre planeada en el sur del enclave, abarrotado de refugiados, mientras los bombardeos israelíes dejaban decenas de palestinos muertos y heridos.

El grupo armado palestino Hamás dijo que sus combatientes se enfrentaron a tropas israelíes a unos 2 km de la ciudad meridional de Jan Yunis.

Los residentes, muchos de los cuales se habían trasladado allí huyendo de ataques anteriores en el conflicto palestino-israelí, dijeron que podían oír disparos de tanques y temían que se estuviera gestando una nueva ofensiva terrestre israelí.

El ejército israelí ordenó anteriormente la evacuación de algunas zonas de la ciudad y sus alrededores, pero no anunció ningún nuevo asalto terrestre en el sur.

“Las Fuerzas de Defensa de Israel siguen ampliando su operación terrestre contra los centros de Hamás en toda la Franja de Gaza”, dijo a la prensa en Tel Aviv el portavoz, contralmirante Daniel Hagari. “Las fuerzas se están enfrentando cara a cara con los terroristas y los están matando”.

A primera hora del lunes, los servicios de emergencia dijeron —según medios de comunicación de Hamás— que un ataque israelí había matado a tres trabajadores de emergencias civiles en la ciudad de Gaza, en el norte del enclave costero.

ATAQUES A BUQUES

Los ataques a buques en el sur del mar Rojo el domingo aumentaron los temores de que el conflicto se extienda.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos dijo que tres barcos comerciales fueron atacados por el movimiento hutí de Yemen, aliado de Irán, en aguas internacionales del mar Rojo, y un destructor estadounidense que operaba en la zona derribó tres drones mientras respondía a llamadas de socorro.

Un portavoz hutí dijo que su armada había atacado el domingo dos barcos israelíes en el mar Rojo con un dron armado y un misil, aunque un portavoz militar israelí dijo que los dos barcos no tenían conexión con Israel.

ATAQUE A UN CAMPO DE REFUGIADOS

El campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de Gaza, enclave gobernado por Hamás, fue uno de los lugares atacados desde el aire. Un portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí declaró que un ataque aéreo israelí había causado la muerte de varias personas.

Imágenes obtenidas por Reuters mostraban a un niño cubierto de polvo gris, sentado y llorando entre cemento y escombros de edificios derrumbados.

“Mi padre ha sido martirizado”, gritaba con voz ronca. Una niña con una sudadera rosa, también cubierta de polvo, estaba de pie entre montones de escombros.

Los bombardeos de aviones de guerra y artillería se concentraron también en Jan Yunis y Rafah, otra ciudad del sur de Gaza, dijeron los residentes, y los hospitales se esforzaban por hacer frente al flujo de heridos.

El portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, declaró que el ejército había atacado más de 400 objetivos durante el fin de semana “incluidos amplios ataques aéreos en la zona de Jan Yunis” y que también había matado a milicianos de Hamás y destruido su infraestructura en Beit Lahiya, en el norte.

No hubo comentarios inmediatos sobre los informes de ataques específicos.

La reanudación de la guerra se produjo tras acabar el viernes una pausa de siete días en los combates entre las fuerzas israelíes y los militantes de Hamás, que había permitido el intercambio de 105 rehenes en poder de Hamás, la mayoría de ellos israelíes, por 240 prisioneros palestinos.

Los últimos actos de violencia se produjeron a pesar de los llamamientos de Estados Unidos —el aliado más cercano de Israel— para que Israel limitara los daños a los civiles palestinos en la nueva fase de su ofensiva, centrada en el sur.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, telefoneó el domingo tanto al presidente israelí, Isaac Herzog, como al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, reiterando el derecho de Israel a la autodefensa y el apoyo estadounidense a una solución de dos Estados que otorgue al pueblo palestino el derecho a la autodeterminación.

“(Harris) reiteró nuestra preocupación por los pasos que podrían intensificar las tensiones, incluida la violencia extremista de los colonos (israelíes)”, dijo su oficina.

Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 15.523 personas han muerto en los casi dos meses de guerra que estallaron tras el ataque transfronterizo de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, en el que murieron 1.200 israelíes y unos 240 fueron tomados como rehenes. Israel afirma que Hamás sigue reteniendo a 136 rehenes.

Israel ha prometido aniquilar a Hamás. El grupo, respaldado por Irán, ha jurado la destrucción de Israel. El ataque inicial de Hamás y la guerra posterior constituyen el episodio más sangriento del conflicto palestino-israelí, que dura ya décadas.

Osama Hamdan, un representante de Hamás con sede en Líbano, acusó a Israel de seguir una estrategia deliberada de empujar a los civiles de Gaza hacia el sur para atraparlos y matarlos allí.

“Ha quedado claro que la afirmación de la ocupación (…) de la existencia de zonas seguras en el sur de la Franja de Gaza, y su constante llamamiento a los ciudadanos para que vayan allí, era un plan premeditado y una trampa para cometer más masacres contra civiles desarmados y desplazados en el sur”, dijo a la prensa sin citar pruebas. “No hay zonas seguras”.

SE TEME UNA OFENSIVA TERRESTRE

Los residentes de Gaza dijeron a primera hora del domingo que temían que fuera inminente una ofensiva terrestre israelí sobre las zonas del sur. Los tanques habían cortado la carretera entre Jan Yunis y Deir al-Balah, en el centro de Gaza, dividiendo de hecho la Franja de Gaza en tres.

El ejército israelí ordenó a los palestinos que evacuaran varias zonas de Jan Yunis y sus alrededores. Publicó un mapa en el que se indicaban los refugios a los que debían dirigirse al oeste de Jan Yunis y al sur, hacia Rafah, en la frontera con Egipto.

Muchos residentes empezaron a hacer las maletas, pero dijeron que las zonas a las que se les había ordenado ir estaban siendo atacadas.

(Información de Suhaib Salem y Nidal al-Mughrabi en El Cairo, Mohammed Salem y Roleen Tafakji en Gaza, Maayan Lubell, Ari Rabinovich y Emily Rose en Jerusalén, Maggie Fick en Beirut, Andrew Mills en Doha, Nandita Bose en Dubai, Idrees Ali, Steve Holland y Phil Stewart en Washington; redactado por David Lawder; editado por Lincoln Feast; editado en español por Javi West Larrañaga)

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