Juan José Ríos, Sinaloa. – ¿Cómo se crea un nuevo municipio sin un plan financiero realista, sin infraestructura sólida y sin garantía de inversión pública? La respuesta parece estar en el caso de Juan José Ríos, oficialmente constituido como municipio el 22 de marzo de 2021, pero que, más de tres años después, sigue en una zona geográfica, política y administrativa gris.
Aunque su primera presidenta municipal electa tomó posesión el 1 de noviembre de 2024, la realidad en el terreno dista mucho del discurso de transformación que rodeó su creación. Lejos de representar un avance en la descentralización o el desarrollo regional, Juan José Ríos permanece estancado, sin obras públicas relevantes, sin urbanización visible y, sobre todo, sin presupuesto suficiente para operar como un verdadero municipio autónomo.
La promesa de una nueva era para los habitantes de esta región, que históricamente han exigido atención e infraestructura, hoy parece más un recurso simbólico que una política pública efectiva. Más allá de crearlo, lo que faltó fue voluntad y capacidad para dotarlo de los recursos mínimos necesarios para garantizar sus funciones básicas: servicios, obras y planificación urbana.
El nacimiento de Juan José Ríos fue celebrado como un acto de justicia social. Sin embargo, con el tiempo, el entusiasmo se diluyó ante una cruda realidad fiscal: el municipio no fue diseñado con un presupuesto coherente ni con una estrategia de gestión pública que lo sostuviera.
Desde su fundación, el municipio ha dependido de recursos limitados, sin mecanismos claros de recaudación local ni asignaciones estatales o federales suficientes. Las calles siguen con deficiencias estructurales, el servicio público es mínimo, y los habitantes enfrentan el mismo abandono que antes… solo que ahora, bajo el nombre de un nuevo municipio.
La administración de la primera alcaldesa enfrenta el desafío de gobernar un municipio sin cimientos administrativos, financieros ni institucionales. Una tarea casi imposible si no se replantea el modelo de gestión y se asegura un respaldo real desde los otros niveles de gobierno.
Hoy, Juan José Ríos representa un caso emblemático de cómo las decisiones político-electorales pueden anteceder a la planeación estratégica, dejando a las comunidades en un limbo institucional que, en lugar de impulsar su desarrollo, lo frena.
El reto ya no es solo gobernar un nuevo municipio, sino construirlo desde cero.

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