El 24 de octubre el exprocurador estuvo en terapia intensiva, luego de haber sido sometido a una cirugía urgente en el Hospital de Cardiología.

Jesús Murillo Karam, exprocurador y artífice de la llamada “verdad histórica” del caso Ayotzinapa, continuará en prisión preventiva justificada en el Reclusorio Norte.

Luego de casi seis horas de audiencia, el juez Marco Antonio Fuerte Tapia determinó negar la solicitud de los abogados del exfuncionario de concederle arraigo domiciliario por su “delicado estado de salud”.

Por lo pronto, Murillo Karam permanecerá en la Torre Médica del Centro de Reinserción Social (Cereso) Tepepan para continuar con su tratamiento, para que luego de su recuperación sea trasladado al Reclusorio Norte.

Javier López, abogado particular del exfuncionario, solicitó al juez Fuerte Tapia la medida cautelar para que Murillo Karam enfrentara su proceso en prisión domiciliaria.

Ello, luego de que el exprocurador estuvo varios días en el Hospital Belisario Domínguez en el área de urgencias y luego fue trasladado a la Torre Médica del Centro de Reinserción Social (Cereso) Tepepan para continuar con su tratamiento médico.

Los abogados del exprocurador afirmaron ante el juez que el político hidalguense padece enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), hipertensión arterial sintética e insuficiencia vascular cerebral, por lo que requiere monitoreo médico “prácticamente las 24 horas” y necesita permanecer en tratamiento y vigilancia médica.

El exprocurador se conectó a la audiencia por videoconferencia para seguir los pormenores de su proceso, en el que está vinculado por los delitos de tortura, desaparición forzada y contra la administración de la justicia en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.

La Fiscalía General de la República (FGR) de Alejandro Gertz Manero apenas solicitó este miércoles tres meses más para concluir la investigación contra Murillo Karam.

El 24 de octubre el exprocurador estuvo en terapia intensiva, luego de haber sido sometido a una cirugía urgente en el Hospital de Cardiología, donde médicos lo intervinieron por una arteria obstruida.

Para el 3 de noviembre fue enviado al Hospital Belisario Domínguez, ubicado en el oriente de la capital, una vez que su salud se reportó como estable.

Foto: Cuartoscuro

El 19 de agosto Jesús Murillo Karam fue detenido afuera de su domicilio, en Lomas de Chapultepec, como parte de las investigaciones de la FGR sobre el caso Ayotzinapa.

El 24 de agosto el juez Marco Antonio Fuerte Tapia vinculó a proceso al exprocurador y determinó que, ante un riesgo de evasión de la justicia, debe permanecer en prisión preventiva justificada.

En aquella ocasión, el juez Fuerte Tapia determinó además que la parte acusatoria, la Fiscalía General de la República (FGR) de Alejandro Gertz Maneo, debería presentar en un plazo de 90 días naturales la investigación complementaria a este caso.

La defensa de Murillo Karam insistió en esta etapa de la audiencia que en las acusaciones que se le imputan “no hay una sola prueba” que lo implique en los delitos de tortura y desaparición forzada, además de que esos delitos ya habían prescrito.

Antes, el exprocurador tuvo la oportunidad de defender de nuevo la llamada “verdad histórica” sobre el caso Ayotzinapa y dijo que en siete u ocho años “no han podido tirar” esta versión sobre la desaparición de los 43 normalistas.

Murillo Karam ha salido constantemente del Reclusorio Norte debido a las complicaciones de salud que ha presentado.

El 1 de septiembre, por ejemplo, salió por primera vez de la cárcel para someterse a una revisión médica en el Hospital General de Balbuena, en la alcaldía Venustiano Carranza. Ahí se le realizó una tomografía en el tórax con el propósito de darle seguimiento a su estado de salud.

La última vez que salió fue el pasado 19 de octubre, cuando abandonó el penal para una revisión médica en el Hospital General de Xoco por sus altos niveles de colesterol y triglicéridos. Posteriormente, derivado de las complicaciones, fue trasladado al Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, donde fue operado de emergencia.

Unos días después, para continuar con su recuperación, fue llevado al Hospital Belisario Domínguez, donde permaneció el último mes hasta el miércoles, cuando se le trasladó a Torre Médica del penal de Tepepan.

 

Con información de El Sol de México

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