El embajador estadounidense aseguró que gracias al trabajo coordinado con México se lograron diversos acuerdos, estrategias y por ende avances en temas como la seguridad y la migración.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, confió el martes en que habrá una “transición en paz” con el Gobierno del presidente electo estadounidense, Donald Trump, y también en que continuará la cooperación binacional en la frontera con México.

Faltando poco más de un mes para que finalice su mandato, el embajador destacó en una conferencia de prensa en su visita a la ciudad fronteriza de Tijuana que el objetivo con el presidente Joe Biden fue “trabajar para fortalecer la relación binacional fronteriza”.

Salazar destacó que, bajo ese esquema de trabajo entre ambos países, fue que se lograron diversos acuerdos, estrategias y por ende avances en temas como la seguridad y la migración.

“Estoy contento de decir que hemos avanzado mucho en términos de la relación comercial en el mundo, pero también en la seguridad, luchando contra el fentanilo y el tráfico de armas, además de la lucha contra el tráfico de personas y desmantelando uno de los carteles como el de Sinaloa”, manifestó.

Salazar aseguró que su objetivo como embajador era primordialmente trabajar “para mantener una frontera, que es compartida, como un espacio seguro y para ser un catalizador de prosperidad para nuestros pueblos y nuestras naciones, este trabajo busca fortalecer la relación binacional y mejorar en todo sentido”.

Asimismo, el embajador confió en una “transición democrática y de paz” con el presidente Trump (2017-2021) y su equipo.

“Ellos serán los que determinen este futuro y nosotros, en mi caso, podré pasar y compartir algunos de mis consejos, si es que lo requieren, pero ya será todo de ellos”, acotó.

Agregó que “el trabajo que hemos hecho en migración, que afecta mucho aquí a Tijuana y todo el hemisferio” es destacable.

“Nosotros seguiremos hasta el 20 de enero (de 2025) con el presidente Joe Biden y el marco que nosotros hemos llevado y trabajado todos los días, es el de trabajar como socios, de la mano, para avanzar con la relación bilateral, la cual será muy importante mantener para el futuro de ambos países”, manifestó.

Y reiteró que ya será la Administración de Donald Trump la que se encargue de llevar a cabo sus proyectos una vez que inicie su gestión, pero que sí será importante mantener esos lazos y vínculos que ya se establecieron entre ambos países.

Salazar fue recibido en el Centro Comunitario Rancho Las Flores de Tijuana por algunos funcionarios y activistas de la organización Costa Salvaje, donde se observaron los avances de limpieza del río Tijuana y los proyectos que tienen en común ambos países para la resolución de la descarga de aguas negras en el Océano Pacífico.

En cuanto a su futuro, aseguró que le tocó “el privilegio y la bendición” de ser el embajador de los Estados Unidos en México, generando una estrecha relación con los gobiernos estatales, con los alcaldes, con el presidente y actualmente con la presidenta, por lo que fue una “parte de una experiencia muy positiva”.

El pasado 14 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que Salazar se contradice en sus afirmaciones, luego de que el diplomático calificara como “fracaso” la estrategia de seguridad del expresidente Andrés Manuel López Obrador, sintetizada en la frase “abrazos, no balazos”.

Sheinbaum dijo que en algunos temas polémicos, como la reforma judicial, “en una ocasión dijo que le parecía bien, una semana después dijo que iba a ser muy malo para México”.

En materia de seguridad, la presidenta dijo que el embajador no puede declarar primero una cosa y luego otra: “¿Cuál declaración escuchamos? la de ayer o la de hace unos meses?”.

“Tiene que haber consecuencia lógica en las declaraciones que hace uno”, añadió.

Salazar también acusó al presidente López Obrador de no haber querido recibir inversiones de más de 32 millones de dólares: “Porque no quería que esa inversión viniera a México para ayudar a la seguridad del pueblo mexicano”, señaló.

En agosto, las declaraciones de Salazar sobre la reforma judicial provocaron que el expresidente López Obrador pusiera en “pausa” su relación con la legación diplomática.

Con información de EFE Aristegui Noticias

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