La Costumbre del Poder: Los jueces -como en su momento fueron los judíos- son los culpables
* Pero no desesperemos, Lenia Batres encarna el auténtico peligro para México como ministra y, posiblemente y pronto comprobable, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que aprendamos de las consecuencia de la apatía, la desorganización social y la nula defensa de nuestras instituciones
Gregorio Ortega Molina
El esquema es simple, pero nos aterra reconocer que nos hemos dejado engañar como a niños. Las consecuencias de nuestra anomia están más allá de lo grave, lindan con la tragedia. México dejó de ser lo que una vez soñamos como patria, nación, República.
Como la comunidad israelita, judía o hebrea no tiene en México una población tan numerosa como la tuvo en Alemania antes del incendio del Reichstag y de la noche de los cristales rotos, el estratega Jesús Ramírez Cuevas y su sensei Andrés Manuel López Obrador determinaron elegir como victimarios del México bueno y sabio a diversos grupos sociales, asociaciones de profesionales, la mafia del poder, los fifís, todos aquellos que pudieran catalizar el encono -primero- y después el odio de los electores para justificar que el pueblo les pide lo que hacen.
Andrés y Raúl han demostrado ser hábiles estrategas para mover a las masas, aunque muy pronto enseñaron las orejas, pero continuaron por disponer de la fuerza y el dinero necesarios para comprar voluntades o, de plano, callarlas si resultara necesario hacerlo. Las palabras adecuadas y el peso del poder, modificaron la percepción de la realidad. Es necesario reconocer el ingenio de los otros datos, y ¡no me salgan conque la ley es la ley!
Los ejemplos son muchos: la encuesta gansito para desaparecer el proyecto aeroportuario de Texcoco y cumplir a Black Rock su deseo de no competir con el Hub de Panamá y Atlanta. La justificación verbal de haber violado la Constitución y la Ley con la deportación de 29 mexicanos, porque los jueces estaban prontos a liberarlos, y la negación sistemática de los desaparecidos -antes y después del Rancho Izaguirre- y las cifras de las muertes violentas, o el desmantelamiento meticuloso del sector salud.
Si desean confrontarse con la realidad que oscurece nuestro futuro, dispóngase a ver la película El ministro de propaganda, transmitida por Sky TV en el canal film and arts. Constatarán que la hipótesis cae como el anillo al dedo de la pandemia de Covid-19, que tanto sirvió para ocultar los destrozos del sector Salud.
Pero no desesperemos, Lenia Batres encarna el auténtico peligro para México como ministra y, posiblemente y pronto comprobable, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que aprendamos de las consecuencia de la apatía, la desorganización social y la nula defensa de nuestras instituciones.
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@OrtegaGregorio