La Costumbre del Poder: Pemex y CFE: desafío 2030
* Ahí están las cifras oficiales: “Pemex debía 21,874 mdd a proveedores hasta marzo de este año; un aumento de 46% con respecto a 2023; cerró el primer trimestre de 2024 con un adeudo de 7 mil millones de dólares más con sus proveedores; la deuda total de 21 mil 874 millones de dólares es el mayor monto registrado desde diciembre de 2021”. Habrá que sumar lo que se esfuerzan por ocular en los sobreprecios de Dos Bocas, refinaría que equivale al hijo enfermo ayuntado por Rocío Nahle y Andrés Manuel López Obrador
Gregorio Ortega Molina
Los mexicanos debemos alejarnos del concepto decimonónico de soberanía. Hace mucho fue sustituido por los términos impuestos por la globalidad, el libre comercio y la comunicación instantánea. Internet y el cine y la televisión son los mejores vehículos de interacción multicultural y bilingüe. Querámoslo o no, estamos abiertos al mundo.
Las intenciones con las que Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos nacionalizaron Pemex y CFE dejaron de ser válidas hace decenios. Si el próximo gobierno, por estar presidido por la primera mujer con esa responsabilidad, desea tener éxito y trascenderse, debe modificar criterios y percepciones y sumarse a la globalidad, a la coinversión, pues de otra forma incluso el nearshoring se le irá de las manos. Coinversión no es dependencia económica si se administra con inteligencia y probidad, ajenas a la corrupción que ha imperado incluso en la 4T.
¿Cuántas oportunidades han perdido todos los mexicanos, por la obcecación gubernamental de vivir en el pasado? ¿Qué es menos desfavorable, la inversión extranjera en las empresas “soberanas”, o la presencia del narco financiamiento?
Ahí están las cifras oficiales: “Pemex debía 21,874 mdd a proveedores hasta marzo de este año; un aumento de 46% con respecto a 2023; cerró el primer trimestre de 2024 con un adeudo de 7 mil millones de dólares más con sus proveedores; la deuda total de 21 mil 874 millones de dólares es el mayor monto registrado desde diciembre de 2021”. Habrá que sumar lo que se esfuerzan por ocular en los sobreprecios de Dos Bocas, refinaría que equivale al hijo enfermo ayuntado por Rocío Nahle y Andrés Manuel López Obrador.
Está bien la refinación y producir hidrocarburos, pero estaría mejor que la empresa del Estado desarrollara su capacidad de producción en derivados del petróleo, menos contaminantes y cuya venta en el mercado internacional es de mayores precios, sin considerar la contribución a una naturaleza limpia.
El tema de la producción de energía eléctrica se cuece aparte, precisamente porque quien ha estado al frente durante la primera administración de Morena, está muy lejos de ser trigo limpio. Abundan los señalamientos de corrupción, pero ocurre lo mismo que con Ignacio Ovalle o los vástagos presidenciales: ¿dónde están las pruebas?
Las cifras de las que puede disponer el público, indican que “al 31 de marzo de 2024, la deuda de la CFE era de 426,100 millones de pesos (mmdp), de los cuales el 24.5% corresponde a deuda de corto plazo y el 75.5% a deuda de largo plazo”.
¿Quiénes y cómo pagarán los adeudos de estas dos empresas “soberanas”, que son garantía de un trasnochado orgullo nacional? Recuerdo una frase referida a un ex director de Pemex: no queremos Merinos ni ladrones. ¿Será posible?
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Sky Televisión nada hace por defender a sus clientes con deficiencias auditivas, y permite que la plataforma Universal TV suspenda, de manera unilateral, el servicio de subtitulado. Me preguntan, en varios correos, si algo puede hacerse, o de plano es necesario mudarse a Netflix.
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