* Lo verdaderamente terrible es que esos “programas sociales” crean hoyos negros en las necesidades vitales de la población: la farmacia más grande del mundo es puro cuento, las medicinas, los tratamientos contra el cáncer y el Sida, faltan y, como cuando lo avisó Samuel Ruiz, en México se continúa muriendo de enfermedades curables, y no pocas veces de manera trágica

* Se modifica la imagen, la esencia permanece intacta: de la tienda de raya a los plásticos del bienestar. Es el desarrollo del psicodrama que mantiene en un puño las libertades esenciales de los ciudadanos, de los electores

Gregorio Ortega Molina

 

Del porfiriato a la 4T parece que en los temas que atañen al señor del gran poder, el tiempo está detenido. Se modifica la imagen, la esencia permanece intacta: de la tienda de raya a los plásticos del bienestar. Es el desarrollo del psicodrama que mantiene en un puño las libertades esenciales de los ciudadanos, de los electores.

Hemos descuidado el estudio del efecto y consecuencias de esa caravana con dinero ajeno en que se convierte el obsequio del dinero fiscal. Por lo pronto, ocurre lo que con el cambio climático: se anuncia intensa sequía de recursos para depositar en el Banco del Bienestar, de ahí que decidieran disponer de los 40 mil millones de pesos de las cuentas inactivas de las Afores, sin siquiera notificar a los dueños de esos ahorros.

Los adultos mayores, los beneficiarios de sembrando vida, las madres que administran las becas de sus hijos, modificaron su ritmo vital, su manera de pensar y actuar, para hacerlo de acuerdo a los días marcados en que pueden acudir a los cajeros para disponer de un poco de efectivo que -en cierta medida- producen ellos mismos y sus familiares o conocidos.

¿Cuánto del IVA, del ISR, del TUA, de los peajes en vías de cobro, de impuestos aduanales y, también, del cobro del piso con el que contribuye esa parte de la delincuencia organizada que desea vivir en paz con el gobierno? Imposible saberlo, la opacidad es reina en los gastos determinados y decididos por el gran señor del Palacio Nacional.

El mayor riesgo de este psicodrama económico y social y político anunciado a bombo y platillo, se desarrolla con conocimiento absoluto de las autoridades, pues decidieron hacer grandes obras que no generan más recursos fiscales para apoyar esa terrible idea del bienestar que nulifica voluntades e impide la creatividad del mexicano. ¿Cuántas manos e ingenio de artesanos decidieron detenerse para esperar el día del depósito de recursos?

Lo verdaderamente terrible es que esos “programas sociales” crean hoyos negros en las necesidades vitales de la población: la farmacia más grande del mundo es puro cuento, las medicinas faltan, los tratamientos contra el cáncer y el Sida, faltan y, como cuando lo avisó Samuel Ruiz, en México se continúa muriendo de enfermedades curables, y no pocas veces de manera trágica.

Mañana, más sobre el control social facilitado por los plásticos del bienestar y la dictadura perfecta.

www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio

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