La presencia de Marco Ebben, un narcotraficante holandés ha sido reportada en  Culiacán, epicentro de los enfrentamientos.

La lucha entre facciones del Cártel de Sinaloa, específicamente entre Los Chapitos y La Mayiza, se intensifica en medio de un entorno de violencia sin precedentes. Ambas organizaciones criminales están recurriendo a todos sus recursos, incluso formando nuevas alianzas con grupos rivales, en un intento por deshacerse de sus enemigos.

En las últimas semanas, se ha confirmado la caída de “El Cañas”, mano derecha de “El 27”, jefe de seguridad de Los Chapitos, un golpe significativo para esta facción. Mientras tanto, la presencia de Marco Ebben, un narcotraficante holandés altamente buscado por la Oficina Europea de Policía (Europol), ha sido reportada en Culiacán, epicentro de los enfrentamientos.

Según el diario neerlandés De Telegraaf, Ebben ha estado colaborando con Ismael Zambada Sicairos, conocido como “El Mayito Flaco”, líder de La Mayiza. Se le atribuye el tráfico de cocaína hacia los Países Bajos, lo que ha reforzado su importancia en el conflicto por el control del tráfico de drogas.

¿QUIÉN ES MARCO EBBEN?

Marco Ebben, de 32 años, figura en la lista prioritaria de Europol por tráfico ilícito de estupefacientes. En 2020, fue condenado a más de siete años de prisión por contrabando de 400 kilogramos de cocaína ocultos en contenedores de piñas. Recientemente, ha desaparecido desde su participación en un tiroteo en Culiacán el 22 de septiembre, y su red en Europa ha perdido contacto con él, lo que ha generado preocupación por su bienestar.

Tras haber estado herido en un enfrentamiento en Turquía, Ebben ingresó a México con un pasaporte ruso. Sin embargo, su situación actual es incierta. Fuentes policiales sugieren que podría haber sido emboscado durante un tiroteo en Culiacán, donde su grupo armado enfrentó a rivales, dejando a su conductor muerto y posiblemente hiriéndolo a él.

UN CONTEXTO DE VIOLENCIA Y DESAPARICIONES

Los enfrentamientos entre Los Chapitos y La Mayiza han dejado un saldo devastador, con más de 200 víctimas y cerca de 400 desaparecidos en la región. La falta de un reporte oficial sobre la participación de extranjeros en estos conflictos subraya la complejidad de la situación.

La guerra entre estas facciones no solo refleja la lucha por el control territorial en Sinaloa, sino también la transformación de las dinámicas del narcotráfico en México, donde alianzas inesperadas y la llegada de nuevos actores internacionales complican aún más el panorama.

El futuro de Marco Ebben y el desenlace de esta violenta disputa permanecen en el aire. Mientras tanto, el conflicto continúa sumiendo a Culiacán en un espiral de sangre y desesperación.

 

Con información de El Imperial

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