José Ignacio de Nicolás, fundador y CEO de Maja, ha construido la primera marca de ropa outdoor que se diseña en México y compite con las marcas globales del segmento.

La afición por la pesca lo llevó a emprender un nuevo negocio. Tras 40 años de actividad empresarial, José Ignacio de Nicolás descubrió, desde su embarcación llamada Maja, una oportunidad en el mercado de ropa de aventura diseñada en México.

“Nos dimos cuenta que había una gran oportunidad en el mercado de la ropa de aventura, de la ropa de playa y, en México, no estaba muy bien atendido el segmento, que era solamente marcas internacionales las que estaban presentes y empezamos con esta inquietud”, dice, en entrevista, José Ignacio de Nicolás, fundador y CEO de Maja Sportswear.

La marca estampa en sus prendas diseños basados en la naturaleza mexicana, como puede ser un atardecer desde Baja California Sur, una imagen con la nieve y la hierba del Nevado de Toluca, por mencionar algunas.

“Entonces somos una marca mexicana, orgullosamente mexicana y que estamos tratando de poner el nombre de México y de nuestra calidad, hoy por hoy, en todo México, pero no tardamos en ponerlo en otros países del mundo”, dice el empresario sinaloense.

Hoy, la firma cuenta con 56 tiendas, de las cuales un 40% se han abierto con el apoyo de un socio en la localidad en donde se establece, mientras que el 60% restante son puntos de venta propios. El reto de la empresa mexicana es cerrar este año con 90 sucursales en el país y tener presencia en 29 estados, mientras la marca avanza en el ecommerce (ya alcanzan un 12% de las ventas totales).

El valor de mercado de prendas al aire libre fue valuado en 35,000 millones de dólares en 2023 y la tasa anual de crecimiento compuesta se prevé que sea de 6.6% entre 2024 y 2032, de acuerdo con datos de Global Market Insights.

“Un creciente interés en actividades al aire libre como senderismo, camping, correr y otras actividades recreativas contribuye significativamente a la demanda de ropa al aire libre. A medida que más personas se dedican a aventuras al aire libre, la necesidad de ropa especializada que proporciona comodidad, protección y aumentos de rendimiento”, dice la firma de análisis e investigación de mercados.

Así es como esta marca originaria de Sinaloa compite contra firmas como The North Face, Patagonia y Columbia, por mencionar algunas.

José Ignacio, Maja Sports. Foto: ©Pedro Flores / Forbes México

Un aventurero

José Ignacio se define como un empresario en sus ratos libres, pero, sobre todo, es un aventurero que, al momento de conversar con esta publicación, tiene tres clavos en una de sus rodillas y un tobillo fracturado que no detienen su pasión por el deporte.

De Nicolás aprendió del mundo de los negocios de la mano de su padre, quien fue directivo de una cadena de tiendas de retail durante 50 años. “Yo te puedo decir que todavía hay gente en Culiacán que me conoce como el niño que vendía papel para envolver regalo en las Navidades en la puerta de la tienda de mi papá”, dice.

Hoy, el corporativo de José Ignacio se compone de 550 personas, las cuales atienden también otros negocios relacionados con franquicias, hospitales, hoteles, restaurantes y clínicas de rehabilitación.

La semilla de esta empresa de ropa se originó cuando José Ignacio adquirió, en 2019, una lancha de pesca y tuvo la idea de comprar ropa deportiva que estampaba con el nombre de Maja. Así fue como los paseantes nacionales y extranjeros comenzaron a preguntar por una marca de ropa que aún no existía.

Sin embargo, fue en ese momento que el hombre de negocios planteó la posibilidad de diseñar prendas deportivas desde México, una idea que compartió con sus 5 hijos para que lo apoyaran en el emprendimiento.

En especial, el mensaje iba dirigido a su hijo Santiago de Nicolás, quien tenía 23 años en aquel momento y estaba por graduarse de la carrera de Mercadotecnia en la Universidad Panamericana, lo que le permitiría diseñar la identidad de Maja: “Santi, métete tú mucho a esto. Esta [empresa] te toca a ti”, le dijo en un correo electrónico.

Sin embargo, Santiago tuvo un accidente fatal en Sinaloa. Este hecho ha marcado la historia de Maja, pues gran parte del espíritu de la marca proviene de la inspiración del hijo del empresario. “Él nos guía, él nos asesora, él nos inspira, él nos motiva, es el Chief in Heaven Officer. Yo creo que hay muy pocas empresas que lo tengan [este puesto]”, dice.

En 2020, la marca Maja vio la luz en plena pandemia de Covid-19 y, tras 4 años de operación, ha consolidado su presencia en el centro del país y sus prendas son utilizadas por diversas personalidades.

Maja tiene un contrato con el piloto mexicano Checo Pérez, quien porta sus prendas y se ha convertido en un embajador de la marca. El propio empresario Carlos Slim Helú, presidente de América Móvil, así como el medallista olímpico Usain Bolt.

En el mediano plazo, el plan de Maja es aterrizar en el territorio del principal socio comercial de México. “Cuando vayamos a Estados Unidos vamos a ir con un socio, vamos a ir con una empresa institucional atrás, vamos a ir con toda una presencia de marca, como se debe de llegar a Estados Unidos”, dice.

El año pasado, las ventas se triplicaron con respecto a lo comercializado en 2023 y, en promedio durante los últimos 3 años,  la utilidad neta fue del 16% y el Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) de 25%.

Acompañado del recuerdo de su hijo Santiago, José Ignacio de Nicolás, avanza con Maja y reta al mercado de ropa deportiva. “A altas horas de la noche […] me sigue diciendo que vamos muy bien, que eso es lo que hubiera hecho él, que está muy orgulloso de lo que estamos haciendo”.

 

 

Con información de Forbes México

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